Domina el caserío el impresionante castillo que en el siglo XVI ordenó construir don Pedro Fajardo y Chacón (1478 ó 1484 – 1546), primer marqués de los Vélez. Fue este don Pedro hombre de armas al servicio de los Reyes Católicos cuyo linaje, por sus “desmesuradas fazañas” que diría nuestro buen don Quijote, fue recompensado con el título de Adelantado del territorio de Cartagena. Con la unificación de los reinos de las Españas, las tierras de costa, teórica nueva frontera con la morisma, pasan a depender directamente de la Corona. Por ello don Pedro Fajardo sufre lo que hoy llamaríamos un traslado forzoso a tierras almerienses con una permuta obligada del señorío murciano por el velezano. Quizás por ello, por sentirse de algún modo despechado, erige don Pedro su magnífico castillo-palacio en el que se monta una pequeña corte para su uso y disfrute privado. Para darle más brillo nobiliario casa el marqués, en segundas nupcias, con Doña Mencía de la Cueva, descendiente de los Duques del Infantado, nada menos. Los aficionados a la heráldica verán la alternancia de escudos de ambas familias, los Fajardo y los del la Cueva, en las fachadas del castillo. Fue construido entre 1506 y 1515 a caballo entre el mundo gótico y el renacentista. Así, el aspecto exterior es el de una imponente fortaleza militar que tiene adaptadas sus defensas a las nuevas armas de artillería. Presenta una planta exagonal, construída sobre la roca viva con fuertes baluarte poligonales en las esquinas, que evitan los ángulos ciegos en el campo de tiro. En 1512 don Pedro Fajardo visitó el Castillo de la Calahorra, en el Marquesado granadino, propiedad de la familia de su esposa. Es muy posible que de su maravilloso patio renacentista sacase la idea para la construcción del de su propio castillo, aunque manteniendo algunas tradiciones hispanomusulmanas: el patio es irregular y la entrada lateral, propia de la casa musulmana. Decoraban sus dos grandes salones nobles, el del Triunfo y el de la Mitología, un conjunto de diez bajorrelieves en madera, monumentales frisos de 0,7 m. de alto por casi 6 de largo. La primeria serie recoge los triunfos de César y la siguiente los trabajos de Hércules. Ni que decir tiene que la identificación de ambos héroes, el mitológico y el histórico, con el señor Marqués se daba por hecha. Arte, ideología y poder están casi siempre unidos.
Pero nada de todo esto, ni patio ni frisos podemos ver hoy en el castillo de los Vélez. Ni siquiera en España. Es esta la triste historia de un expolio, no santo ciertamente, perpetrado por esas clases nobles, en muchos casos dirigentes, que se inflan como globos con palabras como patria y honor. Globos vacuos, evidentemente. Es el caso que en 1903, el duque de Medina Sidonia, propietario del por entonces arruinado y maltratado monumento, vendió (así, como suena) el patio piedra por piedra y los relieves tablero por tablero. Los bajorrelieves pasaron a manos del coleccionista francés Emile Pierre, que posteriormente los donó al Louvre. En sus sótanos estuvieron olvidados y almacenando polvo durante años hasta que reaparecieron y hoy están expuestos en el Museo de Artes Decorativas de París
La historia del patio es más triste si cabe. Fue vendido en 1904 al marchante francés Godberg por unas tristes 80.000 pesetas. Quizás una fortuna para la época, pero no por ello menos tristes. Hay que tener en cuenta que en esos años no había ninguna ley de protección del Patrimonio. Habrá que esperar a la República, como con tantas más leyes modernas, para que exista. Sí se alzaron algunas voces de protesta pero Almería era demasiado periférica como para que la indignación llegase hasta Madrid. En París los magníficos mármoles de Vélez Blanco fueron comprados por el multimillonario americano G.Blumental quien con ellos se hizo su propio palacio en su tierra. Finalmente, el patio reconstruído fuedonado al Museo Metropolitano de NuevaYork, donde está instalado y se...
Read moreThis a fantastic 16th century palatial castle in the Renaissance style. There is parking at the bottom of the hill and it's a couple of minutes walk to the castle itself. Entrance is free and there are several internal rooms to visit as well as the balcony with amazing views. The inside is bare and still being renovated and we weren't able to access the main keep (probably due to the high winds that day). I wish we'd spent a bit more time looking for a viewpoint to get some decent pictures of the castle in its entirety as it really is impressive. There is a great PDF you can get at the castle that tells how it was basically sold off in the early twentieth century and the decorative friezes, the marble patio and bronze doors were all stripped out and sent to Paris...
Read moreBeautiful Castle in a beautiful bucolic setting. The village is also quite attractive too. Nearby just outside town there is some delightful Cave Art. You'll need to check in first to be able to see it with the guide.... The scenery and mountains here make for a truly wonderful panoramic setting. A visit to both Velez Blanco and nearby Velez Rubio is highly recommended...... Lovely place. Entry to the Castle is free. The marble interior of a large part of the Castle was sold in the early 1900's and was put back together in the Metropolitan museum in New York. Now that's a strange occurrence and one that should provide enough impetus for a visit to see this unusual and historic...
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