Una pura decepción. La cueva por sí, es poca cosa. 3-4 salas con modestas formaciones, las cuales han podido "sobrevivir" porque están fuera del flujo subterráneo del agua que atraviesa la montaña, lo cual una vez que se crece, entra dentro de la cueva, y ocasionalmente, de forma violenta cambia el interior. Lo que realmente se ve, son rocas que el flujo del agua ha distribuido a lo largo de los siglos y es el aspecto dominate de ese espacio. En paso normal, uno puede ver todas las partes que están abiertas al público dentro de 20-25 minutos, contando también tiempo de tomar fotografías. El último tramo es una subida que sólo niños a partir de los 6 años y gente en buen estado físico pueden aguantar. Padres con bebés, embarazadas, gente mayor o personas con problemas de movilidad no es aconsejable subir esta última parte ya que con la humedad del suelo pueden perdir el control y se pueden caer. Se puede evitar ese último tramo pero también se pierde la parte más interesante y espectacular de toda la cueva.
Nuestra guía nos informó antes de entrar, que teníamos que andar con cuidado para no generar contaminación acústica que pudiera molestar a los murciélagos. Y luego fue hablando a todo pulmón, alargando nuestra estancia hasta 1 hora y 45 minutos. Al final de la visita, los niños del grupo del aburrimiento miraban el suelo, jugando con la humedad con las puntas de sus zapatos. Hemos escuchado cosas en su mayoría muy poco relevantes con la cueva, las cuales se podrían decir fuera de ella para minimizar nuestro impacto ambiental. La guía dijo en presencia de los niños del grupo que todos los humanos "somos una plaga lenta", que "el capitalismo y la iglesia convencen las mujeres hacer hijos" y después de mirar el reloj "¿como me pongo, eh?" con una sonrisa. Un rollo.
Villanúa debe controlar mejor ese bien común que es la cueva de las güixas, y más de todo proteger su entorno ecológico de las acciones de sus propios trabajadores. Las visitas deben estar controladas, minimizando el tiempo de estancia dentro de las cuevas, y luego, fuera de la cueva, los guías pueden hablar a los que...
Read moreHabía hecho varias visitas hace años, ya que me he criado en la zona. Decidí llevar a mi novia para verla ya que es un punto de interés en el valle. Pagamos 14 euros cada uno, y nos explicaron que no había guía como antaño porque había una nueva exposición sobre la brujería (algo a priori bastante interesante) Podría hablar sobre la mala planificación de tener que depender de una audioguia que te dan en un QR para utilizarla con tu móvil, en una cueva sin cobertura y el molesto ruido que genera al haber más visitantes claro. Sinceramente fue lo de menos.
No solo nosotros sino todos los asistentes en ese turno quedamos impactados con la propaganda feminista disfrazada de pseudohistoria. No solo te intentan contar que el capitalismo en el 1500 (??) que según ellos relevó al feudalismo es el culpable de la opresión de la mujer durante toda la historia y su asesinato sistemático. Te sueltan cifras que literalmente se contradicen de un panel a otro a nivel europeo sacadas de la manga. Te hacen unos gráficos que parecen de un videojuego del tipo 5 puntos de opresión, 7 puntos de patriarcado (para rellenar más paneles imagino) Unas fotos (descargadas de Pinterest parece ser) de mujeres aleatorias haciendo cosas aleatorias para darle algo de color. Y para colmo de postre te ofrecen comprar una serie de libros sobre el mismo tema para hacer algo de publi, cuando habíamos ido a ver una cueva.
Esto que ya es el colmo no es lo peor. Hay una rica e interesante historia sobre brujería en el Alto Aragon, casos como el de Narbona de Cenarbe, Guirandana de Lay… Que ni siquiera se menciona en NINGUNA parte y que tendría sentido exponer si lo que se quería era hablar sobre este tema. En vez de eso Heteropatriarcado, capitalismo opresor… Y demás memeces superficiales. No se con qué subvención habrán hecho este despropósito pero flaco favor hacen tanto a su movimiento, como al turismo, como a la historia y tradición de nuestra tierra que SI QUE TIENE cosas que contar con respecto...
Read moreProbablemente en otra época del año esta reseña habría sido más positiva pero, cuando hemos ido, ha coincidido con una exposición que han instalado en la propia cueva sobre la caza de brujas. Esto ha conllevado tres consecuencias negativas:
La primera, que es un contenido que me parece poco adecuado para una visita familiar. Un niño/a de 8 años no necesita saber aún que hace 300 o 400 años se maltrataba y quemaba a las mujeres que decidían abortar o que sobresalían en conocimientos por encima de los hombres.
La segunda, que con motivo de esta exposición se han suprimido las visitas guiadas y, en su lugar se ofrece una audioguía que se puede descargar en el móvil. El problema es que dentro de la cueva te quedas sin cobertura y, aunque la aplicación se descarga los audios, no hay forma de poderlos reproducir correctamente en algunos casos: la pantalla tiene que estar en horizontal para que el botón funcione y, cuando se pierde la cobertura, no he tenido forma de poder hacer eso. Además, una visita guiada personal es mucho más enriquecedora, porque el guía te señala y explica con más detalle varios aspectos de la cueva. Por no hablar de que te solapas con las audioguías de otros visitantes y tenemos que estar jugando con el volumen para que cada uno escuche la suya.
La tercera, aunque no lo he confirmado, es que el precio de la entrada imagino que habrá sido el mismo (al menos) que cuando hay visitas guiadas. Pagar 12 euros por una visita "self-service" de poco más de media hora a una cueva me parece demasiado.
Yo dejaría las exposiciones en una sala aparte (la misma casa de recepción y "check-in" podría servir), y mantendría las visitas guiadas tal y como son. Espero que esta política cambie en breve por el bien de las visitas familiares y los turistas que se acerquen...
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