Hotel Campanario Del Mar — Hotel in La Serena

Nos quedamos en la cabaña n°6 desde el 22 de febrero al 1 de marzo y, los últimos 2 días, tuvimos la mala experiencia de encontrar ratones en la cabaña. La última noche cayó uno desde el calefont cuando quisimos usar el agua caliente, quedando en la zona del lavaplatos junto a un horrible olor a pelo quemado, así que dimos aviso de inmediato vía WhatsApp pero en lo que tardó en llegar el personal, el ratón ya había arrancado del sector de la cocina. Al otro día, al ordenar las maletas, sacamos el cojín del sofá para revisar si se nos había caído algo y encontramos ahí a otro (o tal vez el mismo) ratón 😵 obviamente no seguimos revisando, salimos de la cabaña, le avisamos al personal de aseo que andaba allí mismo e hicimos presente la mala experiencia en recepción mientras hacíamos el check-out. La chica amablemente se disculpó por ambos incidentes y nos comentó, sin que nosotros lo hayamos solicitado, que no podía cursar una compensación porque al haber hecho la reserva a través de una agencia de viajes, el trámite se debía hacer con ese intermediario. Hicimos presente de inmediato lo sucedido vía mail a la agencia y luego de casi 4 semanas nos comentan que el hotel, a través de la Gerente Comercial Paula Merino, se escudó en que tenían todo el tema de sanitización al dia y que al hacer un chequeo el mismo día del incidente (en realidad en el segundo día, después del segundo incidente) no hallaron vestigios del animalito. Esperamos a nadie le toque esta horrenda experiencia, y si les llegara a tocar también la mala suerte, por favor procuren grabar o sacar fotos, porque como nosotros no lo hicimos, nuestro reclamo derivó en una respuesta donde negaron todos los hechos y quedamos prácticamente de mentirosos. Ojalá que con esta opinión, y las que han dejado recientemente otros huéspedes respecto a la limpieza de los espacios, el hotel tome medidas más efectivas de higiene, porque claramente la suciedad atrae a estos indeseables pequeños huéspedes. Respecto al personal, todos fueron muy amables y serviciales. Y en relación a la piscina, tal como lo indicaron en opiniones anteriores, también nos tocaron 1 o 2 días en donde no...

Esperaba un mejor servicio en función del precio.

Al ingresar tuve que hacer el pago total de la reserva. Lo hice en dólares ya que de esa forma el turista extranjero no paga IVA.

Si bien avisan que los billetes deben ser perfectos y que no dan vuelto, llevaba cambio pero los billetes los miraron casi con lupa!! Me rechazaron algunos por detalles pequeños que realmente no creo que sea como dicen que los bancos de Chile no los aceptan porque los cambié en casas de cambio sin problema.

No permiten llevar las toallas de las habitaciones a la pileta. Eso realmente me cayó mal.

Pagué 800 dólares y me tomaron un depósito en garantía con tarjeta de crédito por una noche más. Así todo tuve que salir a comprar toallas para usar la piscina !!!

Si tanto miedo tienen de perder una toalla al menos den la opción de pagarla y que luego la rembolsen !! Eso sería mejor que tener que ocuparse en ir a comprarla y venir con más peso en el equipaje por algo que no pensaba comprar....!

Además la pileta estuvo un día cerrada por mantenimiento. Habíamos elegido el hotel por la ubicación y por la pileta, asi que nos perdimos de usarla un día. Es un servicio que ofrecen y en definitiva uno paga y no se brindó. Igual la piscina es muy pequeña en relación a las personas que se pueden alojar, teniendo en cuenta que se comparte entre el hotel y las cabañas.

El desayuno es completo y bueno. Las señoras que atienden el lugar son super amables y están atentas a cualquier necesidad. Realmente se nota que lo hacen con satisfacción !! Felicitaciones a ellas! El salón desayunador es frente al mar, con linda vista. Lo que me pareció extraño que ese lugar está desaprovechado durante el día. Podrían tener una confitería y que la gente pudiera pagar para tomar algo o comer algo simple. Al no tenerlo hace que uno tenga que salir del hotel para tomar o comer alguna cosa.

La habitación bien, pero tiene falta de mantenimiento. La silla y el mueble del baño están con falta de pintura y marcados como por agua. Tiene frigobar. Desde la habitación la vista al...

Excelente. Me encantó. El hotel es exquisito. La habitación que nos tocó es cómoda y con vista parcial al mar. La cama es grande y almohadas cómodas, baño mediano, limpio y oreado, con ventilación. El servicio de mucama nad que decir, dejan todo impecable para que uno pueda descansar. Quizás si pudiera encontrar algo malo en esto es que solo colocan 1 papel higiénico diario pero es de los pequeños. Lo otro es que no hay un horario definido para el aseo diario es de 9 a 14.00. Pero nada que no se pueda solucionar. Hay Toallas de baño y mano que brinda el hotel y además jabón, shampoo y acondicionador. También hay secador de pelo. La habitación no tiene frigobar y tampoco algo de cortesía al llegar pero para nosotros no tiene mucha importancia. Cuenta también con closet, espejo y televisor con cable. Disponen también de wifi. Lo mejor sin duda es el desayuno buffet, se puede ir a la cafetería desde las 7.30 hasta las 10.30 am Hay de todo para elegir, desde pan calentito en formato integral, normal, pequeño, doblditas, etc. Hay queso amarillo, queso fresco, Salame, jamón, pepino, Aceitunas, tomate cherry, dulce membrillo, huevo revuelto y duro, frutas por lo menos 3 tipos por día (piña, frutilla, kiwi, melon, plátano, naranja). Hay yogurt, cereales, frutos secos, Chía. Jugos de distintos tipos, agua helada. Te, café, leche sin lactosa, descremado, agua de hierbas. Mantequilla, miel, manjar, mermelada. Y me quedó corta con todo eso. El desayuno es de una variedad increíble y exquisita. Ah, se me olvidaba, hay cosas dulces todos los días (pie de limon, kuchen, torta, leche asada, queque, brownie, etc). Lo mejor del desayuno es el personal que atiende, muy cariñosos y amable y mantienen todo a la perfección. Nunca falta nada. Otro punto muy bueno del hotel es que se encuentra ubicado frente al mar. Y la cafetería tb está frente al mar. Es muy rico desayunar mirando como rompen las olas. Quizás sería bueno que esto lo replicaran para la once, y que tuvieran almuerzos. Sin duda lo recomiendo a ojos cerrados. Volvería...