Hotel Boutique Almahue — Hotel in Pichidegua

La casa es enorme, de verdad cuenta con espacios muy bonitos, propia de una casona patronal. Al llegar eso si nos sentimos incomodos, puesto a que al menos en ese momento llegamos en taxi y el recibimiento fue algo extraño, el dueño no nos hizo pasar sino que nos comenzó a hacer preguntas en la entrada sobre que hacíamos, donde estudiábamos quienes eran nuestros jefes, casi como un cuestionario algo insidioso, luego de unos 15 a 20 minutos nos hizo pasar y nos pidió nuestros datos personales, nos mostro nuestra pieza la cual era la pieza beethoven, muy grande la verdad nada que decir salvo que no contaba con la calefacción buena, solo la del baño. Luego le preguntamos a una de las señoras que trabajaba ahí si podíamos recorrer los alrededores de la casa a lo que nos dijo en un tono bastante despectivo, que si contábamos con reservación porque ahí era con reserva, a lo que respondimos que sii que estábamos en una de las piezas, cambio altiro su actitud cambiando el trato a "señorita y caballero". Cabe mencionar que solo el desayuno va incluido en la reservación, bastante contundente no así en la cena, ya que almuerzo no quisimos. el dueño indico al comienzo de la cena que ellos daban una cena mas liviana para que se pudiera dormir bien, también menciono que la cena tenia un valor de 16 por persona y que los refrescos y extras tenían un valor adicional. La primera cena contaba con una entrada de ceviche de champiñón, de fondo un pimentón crudo relleno de Cuscus con camarón y queso derretido y de postre un pedazo de torta, la segunda cena si fue mas contundente ya que era humus de garbanzo con palta y de fondo fideos caracol con pesto y de postre otros pedazo de torta, no estaba tan mal si que era liviano como el decía pero a mi parecer el precio no lo justifica, podría haber una opción mas, dando a elegir entre dos platos como mínimo además 3000pesos por un agua de hierbas me parece mucho era solo una hoja de menta y el agua caliente. Otro punto que me pareció desafortunado fue el servicio a la habitación, nosotros el día sábado salimos a pasear lo que en ese tiempo debían hacerse la pieza, nosotros igual la hicimos en caso de... pero luego cuando llegamos y pregunte por el menú de la cena se acercaron a mi pieza para preguntar si habían hecho la pieza a lo que respondí que no porque estaba tal cual la dejamos antes de salir a lo que respondieron que se les debe haber traspapelado, una escusa algo absurda considerando que había una familia de aproximadamente 5 adultos y 3 niños, una pareja y nosotros por lo que fue bastante raro que se les olvidara. Como punto final el dueño se hacia el simpático pero tiraba comentarios algo clasistas, no se si pensó que éramos algo simples para el hotel o si realmente malinterpretamos su conducta pero comentarios como "jaja que bueno que te salió aprobado"(porque pagamos el monto total) o preguntar quien era mi jefe porque estaba realizando mi practica en la zona siento que estaban fuera de lugar, además para lo que se paga que son cerca de 100 mil pesos por noche siento que mínimo deberían contar con internet, si bien uno va a distraerse siento que a veces es necesario en caso de enviar un correo de urgencia o por temas laborales, no llegaba ni siquiera la señal para hacer una llamada. Como consejo podrían instalar un repetidor de señal de internet de wifi para que los huéspedes cuenten con el servicio. Si bien mi comentario apunta mas a cosas negativas lo hice basándome en como realmente nos sentimos en nuestra estadía, siempre se puede mejorar con decía el dueño en los muchos comentarios que...

Depois de anos turistando sozinha e a trabalho, entendi que o sucesso de uma viagem depende de um alinhamento prévio de expectativas. Assim sendo, acho que nossa espetacular experiência no Hotel Boutique Almahue foi uma fusão do estado “zero expectativas" em que nos encontrávamos com a acolhedora recepção em um casarão que por mais de cem anos pertenceu à várias gerações da mesma família. Talvez por estar muito frio e por estarmos em tempos "pandêmicos", estávamos valorizando o acolhimento intimista mais do que tudo. Assim passamos três breves e lindos dias em Almahue, como se estivessemos sendo hospedados na casa de um amigo da família. O dia começava com pão quente e geléia das frutas da propriedade no café da manhã, depois saíamos para explorar as vinícolas mais espetaculares do Chile da região de Colchagua (injustamente “ pouco marketizada” para turistas brasileiros), com direito à passeios por moinhos de águas gigantes de mais de um século, caminhos escondidos, comidas caseiras e o pantone que mescla azul royal com laranja que só o Chile produz no entardecer atrás das montanhas. Chegávamos exaustos em "casa", - sim, era uma sensação de fazenda e não de um hotel - o cheiro da lareira nos aquecia e nos convidava para um banho quente. O dono da propriedade, Cristian, batia à porta do quarto avisando que o jantar estava servido. Experimentamos um cardápio natural com sopas de legumes da estação, quinoa e o vinho da região de Almanhue (que depois descobrimos que é em sua maioria exportado para Japão e portanto pouco comercializado no Chile). Esticamos a noite em frente à lareira com outros hóspedes dos outros cinco quartos que mais pareciam amigos na casa de amigos. Os livros da estante convidavam para uma tarde de leitura na varanda da proprieadade, mas nosso tempo era curto. No dia seguinte nossas filhas caminharam com Laguna, o cavavalo que vivia a poucos metros do nosso quarto. Tenho pra mim que a pandemia mudou o parâmetro do luxo para sempre - queremos acolhimento, olhos nos ollhos, sensação de estar em casa. Por tudo isso a nossa experiência no Hotel Boutique Almahue foi tão especial. Esperamos voltar no verão, em tempos não tão difícieis e restritivos, e quem sabe usaremos a linda piscina coberta escondida no bosque. Seja como for, a receita é abrir o coração e curtir...

Almahue

Muy mala experiencia desde antes de llegar . Jamás recomendaría este lugar para relajarse o tener una vacación en familia.

Para comenzar que cuando reservé con Cristian , se equivocó de fecha con todo y que fuí muy clara en mis fechas de interés. Me esperaba un mes antes de lo que yo le había dicho. Cuando me escribe para decirme que me estaba esperando, le dije que estaba equivocado y su respuesta fue que yo “fuí poco específica”. Y hasta le había enviado un volante del evento que asistiría y las fechas. Así que bastante inapropiada su primera respuesta a una clienta.

En segundo lugar, cuando se acercaba la fecha reservada lo contacto y me dice que se equivocó de precio y que si queríamos utilizar el jacuzzi que estaba en la habitación que nos ofreció tendríamos que pagar un fee aparte.

En tercer lugar, reservamos para hacer un asado en uno de los quinchos ( en las qué hay que pagar un fee aparte y por persona ( Adultos y NIÑOS) y solo por utilizarlo ya que la comida la llevamos nosotros.

En cuarto lugar, se suponía que todo lo que cobró del asado era para que no nos hiciera falta nada mas y nunca nos llegaron los platos para el postre ni las cucharitas. ( el fee lo cobró completo )

En quinto lugar, a mi marido se le partió uno de los platos de barro por accidente y quería cobrar 20.000 pesos por 1 plato que se quebró .

En sexto lugar, la primera y única noche que nos quedamos en el hotel, después del asado.. se nos acerca y nos pregunta que había pasado que rompimos un plato y que ademas habíamos dejado la luz del quincho prendida. ( claro, la dejamos prendida porque pensamos que iban a ir a limpiar y recoger lo que dejamos sucio.. platos, vasos, etc).

Así que como pueden ver, la experiencia fue muy mala y el servicio también. Si estás buscando un lugar a donde alojar con tu familia y pasarla bien , te recomiendo quedarte en otro hotel.

Uno como cliente busca ser tratado con respeto y espera que el trato sea de nivel, acorde al lugar que uno visita. En este hotel la verdad es que estas dos cosas no están al mismo nivel. El servicio deja mucho que desear.

Espero mi testimonio te sirva para tomar la decisión correcta para tu próxima...