Cabañas Patagonia Encantada — Hotel in Puerto Natales

Reservé dos cabañas (una para 5 personas y otra para 4 personas), la reserva se concretó vía transferencia electrónica con 3 semanas de anticipación, y a los tres días antes de nuestra llegada, la dueña se comunica vía correo electrónico conmigo para decirme que la transferencia no se había realizado, teniendo yo un mail de respaldo de que ella había recibido anteriormente el recibo conforme de la transferencia, como ella se había olvidado, a nuestra llegada nos señala que la cabaña para 5 personas ya la había arrendado y que sólo podríamos quedarnos una noche, pero que ella ofrecía como solución enviarnos a una cabaña pequeña en el centro -cabaña que ni ella conocía- por el mismo valor, sin embargo, nos dimos cuenta que a la cabaña que nos enviaba costaba mucho más barata y ella quería quedarse con la diferencia del dinero. Eran unas vacaciones familiares, donde la idea era estar todos juntos, sin embargo por la falta de orden administrativo de la dueña, no nos quedó más opción.||Por otro lado, antes de realizar la reserva le señalé que en la cabaña de 4 personas éramos dos matrimonios (1 hab. con cama matrimonial y 1 hab. con 2 camas individuales), por lo que solicité si podía juntar las camas de 1 plaza y armar una matrimonial, me señaló que no había inconveniente, al momento de llegar a la cabaña nos pidió que lo hiciéramos nosotros mismos, que no era posible juntarlas. En resumen, las cabañas son pequeñas y a las afueras de la ciudad pero lindas y con buena calefacción, sin embargo, la coordinación con la dueña fue pésima, cero manejo...

Reservé dos cabañas (una para 5 personas y otra para 4 personas), la reserva se concretó vía transferencia electrónica con 3 semanas de anticipación, y a los tres días antes de nuestra llegada, la dueña se comunica vía correo electrónico conmigo para decirme que la transferencia no se había realizado, teniendo yo un mail de respaldo de que ella había recibido anteriormente el recibo conforme de la transferencia, como ella se había olvidado, a nuestra llegada nos señala que la cabaña para 5 personas ya la había arrendado y que sólo podríamos quedarnos una noche, pero que ella ofrecía como solución enviarnos a una cabaña pequeña en el centro -cabaña que ni ella conocía- por el mismo valor, sin embargo, nos dimos cuenta que a la cabaña que nos enviaba costaba mucho más barata y ella quería quedarse con la diferencia del dinero. Eran unas vacaciones familiares, donde la idea era estar todos juntos, sin embargo por la falta de orden administrativo de la dueña, no nos quedó más opción.||Por otro lado, antes de realizar la reserva le señalé que en la cabaña de 4 personas éramos dos matrimonios (1 hab. con cama matrimonial y 1 hab. con 2 camas individuales), por lo que solicité si podía juntar las camas de 1 plaza y armar una matrimonial, me señaló que no había inconveniente, al momento de llegar a la cabaña nos pidió que lo hiciéramos nosotros mismos, que no era posible juntarlas. En resumen, las cabañas son pequeñas y a las afueras de la ciudad pero lindas y con buena calefacción, sin embargo, la coordinación con la dueña fue pésima, cero manejo...

Llegamos a Puerto Natales y nos hospedamos en Patagonia Encantada. A pesar de que las cabañas estaban bien de acuerdo a la referencia de las imágenes con la vida real y la higiene, la dueña tuvo varias actitudes que son dignas reseñar y no desde una buena perspectiva. En primer lugar, es muy invasiva con los espacios personales, entrando a las cabañas arrendadas de manera avasalladora -sin siquiera pedir permiso- llegando a empujar la puerta al apenas abrirla. En segundo lugar es bastante acosadora con respecto de los pagos y para ofrecer tour de los cuales -como ella misma clarificó- recibe comisión por ello, llegándolos a ofrecer por varios días, de manera presencial, llamada telefónica y whatsapp. Tercer punto, en el último día se llegó a acuerdo con ella de que nos guardaría nuestras maletas para asistir con tranquilidad a un paseo (el cual ella misma ofreció) para sorprendernos al llegar que nuestras maletas habían sido dejadas a la intemperie y expuestas a que cualquiera se las pudiera llevar, no respetando el pacto acordado con la justificación de que las cabañas habían sido “tomadas”. Esta situación nunca aconteció, pues al irlas a buscar estaban ¡completamente vacías! Para finalizar, otra serie de detalles menos importante pero igualmente destacables es que el Wi-fi no funciona, hay problemas de desagüe en el baño, el cual expelía un olor espantoso, sin mencionar que antes de marcharnos le pedimos un baño por urgencia el que negó en un principio, sino fue porque se lo pedimos encarecidamente debido a la necesidad que...