Una muy grata experiencia:
Desde la reservación hasta la salida del lugar todos son increíblemente amables y dispuestos a resolver tus dudas.
Es un espacio precioso, reservé la cabaña sextuple en Piedra Canteada, ese paquete incluyó avistamiento de luciérnagas, café con pan después del avistamiento, caminata guiada a la mañana siguiente, desayuno y recorrido en el rancho pulquero San Isidro (no incluye traslado de las cabañas al rancho).
En cuanto al lugar, es precioso. Muy cuidado y bien conservado, los espacios abiertos son un deleite, el área del restaurante es amplia y acogedora a la vez y la comida es deliciosa.
La cabaña es impecable en presentación, limpieza y comodidad. Tienen agua caliente desde que abres el grifo, amenidades como shampoo y jabón y toallas por si no quieres llevar la tuya. La chimenea funciona muy bien y te incluyen una carga de leña. En cuanto al frío yo llevé una cobija extra y fue una gran decisión.
Hay espacios para hacer fogata, así que puedes comprar una carga de leña y disfrutar de la noche alrededor del fuego. También hay asadores a unos 4 minutos de caminata desde la cabaña, pero hay que llevar utensilios para tu comodidad. Nosotros preferimos cocinar directo en la fogata sobre una sartén de hierro.
Aspectos a considerar
Las oficinas están en el centro de Nanacamilpa (También en un lugar muy bonito por cierto), de ahí a las cabañas son aproximadamente 25 minutos y un tramo de terracería (recuerda que te estás adentrando en el bosque así que es normal que el terreno sea irregular, haya encharcamientos y lodo.
En Nanacamilpa hay un par de cajeros (HSBC y Banco Azteca), pero no te confíes porque cuando fuimos ninguno tenía efectivo, así que es mejor llevar suficiente porque en el bosque es el único medio de pago que aceptan.
Una vez que pasas la última comunidad de camino a las cabañas no hay señal y tampoco en tu alojamiento, por lo que tendrás la maravillosa oportunidad de desconectarte del mundo y conectar contigo, con la naturaleza y con quienes te acompañan. Así que no olvides descargar tus mapas para que puedas usarlos sin conexión y avisar que no estarás disponible para que nadie se preocupe y tú puedas vivir la experiencia al máximo.
No hay refrigerador, si llevas alimentos o bebidas deben ir en hielera con hielo, porque allá no lo vas a conseguir.
En la temporada de luciérnagas llueve mucho, así que no olvides llevar ropa abrigadora, impermeable y calzado adecuado para evitar un accidente.
Recuerda que somos invitados en ese pedazo hermoso de la naturaleza, que la cantidad de luciérnagas, flora y fauna que verás no están en el control de los guías o las personas del lugar; sé respetuoso, amable y agradecido con las personas y el lugar, cuídalo y mantenlo limpio; sigue las indicaciones de tus guías, todas ellas tienen una razón de ser y buscan mejorar tu experiencia y cuidar el entorno.
Por último pero no menos importante, quiero agradecer a todas las personas que me atendieron por teléfono y presencialmente en esta experiencia: en la recepción, las cabañas, el restaurante, los recorridos etc. Son ustedes quienes hicieron de ella algo único y memorable. Sin duda regresaré, aún cuando no sea época de luciérnagas y los recomendaré...
Read moreDesafortunadamente no fue lo que esperaba, principios del mes de agosto muy pero muy pocas luciérnagas, se que es cuestión personal y no del parque, ya que la fecha indicada es a principios de Julio 😒 según los guías, espero volver el próximo año en fecha indicada, lo unico que si puedo asegurar es que nanacamilpa es un pueblito que tiene mucha zona verde que es muy agradable a la vista. En comida no es la gran cosa pero si le buscas puede que encuentres algo que te dejará con buen sabor de boca y muy económico. Descubrimos una cemita que le ponen carnitas y muy buenas 😋 la barbacoa nada del otro mundo pero llévate el recuerdo de haber comido unos taquitos y un consomé para quitarte de la duda y nos cuentas que te...
Read moreEs un lugar hermoso. Literal, te desconectas de todo, porque ni señal hay y te pierdes entre la bella naturaleza. Fui en la primera semana de julio y no me tocaron luciérnagas en abundancia aunque sí hubieron bastantes. Lo ideal es ir a partir de la segunda semana de julio, y todavía la tercera y la cuarta. Piedra canteada dejó mucho qué desear pues las habitaciones requieren de más mantenimiento. Los baños están un poco descuidados y nos quedamos un tiempo sin agua, aunque enseguida prendieron la bomba, pero esto fue por el mantenimiento de los tubos, y así que digas muy barato no es. El restaurante fue muy tardado, una hora para que sirvieran. Se sobresaturaron. Pero he de decir que hicieron su...
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