Era de la Tia Donata — Hotel in Campillo de Ranas

Hace tiempo que llevo queriendo escribir esta reseña. Fui para celebrar mi cumple, unos días con mi compañera. Ahí nos encontramos con un matrimonio joven y muy entusiasta que dirige la que posiblemente sea la mejor casa rural en la que he parado, y debo decir que llevo unas cuantas. Trato familiar, sonrisa genuina, cercanía, atención y el mejor asesoramiento si eres de hacer rutas. Por cierto. Buenas rutas para hacer a pie y en bicicleta.

La comida es casera, y está hecha con mucho cariño por ellos ahí mismo. Te dejan café y bizcocho casero para merendar y te puedes tomar un combinado de Ginebra y Tónica frente a la chimenea sin que si quiera te lo cobren. (De hecho se negaron a cobrármelo al marcharme....son esos detalles que tienen contigo que me maravillan). Me dejaron un imán de nevera pintado a mano, hecho a base de teja negra de la zona, como detalle de cumpleaños en la habitación, siempre limpia e impecable. Me emocionó la verdad porque no me lo esperaba. Cuidan mucho cada detalle.

Además de eso, en la Era de la Tía Donata disfrutarás de un cielo estrellado como pocas veces hayas visto. Buena comida en la zona (ojo, acuérdate de reservar, porque se llena), paz y tranquilidad en un paraje mágico y a pocos kilómetros de la capital.

Si no he escrito antes esta reseña es porque casi quisiera mantenerlo en secreto. Aunque creo que esta familia que lleva con amor y dedicación este alojamiento rural, merecen que la gente vaya a visitarles.

Muchas gracias familia por vuestro trato exquisito y vuestra cercanía. Volveremos...

We stayed in this small hotel for two nights for our nephews wedding. The young couple looked after us very well, the rooms had en suite facilities and served a tasty breakfast. They charged half price for single occupation of a double room which I thought was very generous. It was beautifully quiet and a very magical part of rural Spain. Thoroughly...

Somos una pareja que hemos estado 2 días en la casa. Se viene reseña larga!

Desde el primer momento en el que hicimos la reserva estuvieron en contacto con nosotros preguntando si teníamos alguna necesidad especial o intolerancia. Incluso como llegar sin ningún tipo de problema.

Cuando llegamos a la casa, son habitaciones con aseo individual pero con salón compartido. Hay personas que les echa para atrás esto último, pero fue muy agradable estar en el salón con la chimenea con todas las parejas hablando e intercambiando rutas para hacer al día siguiente mientras esperábamos la cena.

En cuanto a la comida, por las mañanas te preparan un desayuno súper completo que te da fuerzas para las caminatas que te esperan después. Y las cenas, no entran en el precio, pero muy recomendado cenar allí. Ya que vienes cansado, y es cenar y subir a dormir. Además, se nota que todo es casero y está buenísimo.

Todo cuidado al detalle. La casa llena de libros que puedes leer. Un sitio al que volveremos. Rodeados de naturaleza.

Gracias a...