Straightforward dorms in a relaxed hostel with a cafeteria, a coin-operated laundry & river views.
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Igrexa de San Xoán de Portomarín
4.4
(299)
O Mirador
4.4
(1.5K)
Restaurante Pérez
4.4
(1.3K)
Restaurante Xoanes
4.6
(799)
Posada Del Camino Restaurante
4.1
(396)
$
It is broiling hot in my room. Front desk won’t turn on AC “because it is too hot.” Makes no sense. I asked for clarification a couple of times and got the same response. Not acceptable that they won’t run AC in a stiflingly hot room when there is AC on in the common parts of the hotel, where it is much cooler. The temperature difference is notable. The front desk asked me to open the window. No deal. There’s no screen to keep bugs out and there is jackhammering construction going on right outside the window one floor down. Not a good customer service response to an overheated, tired pilgrim who just wants to be able to sleep through the night and won’t if my body is jerking me awake just to get air, as happened during my attempted siesta this afternoon. If you’re paying extra money for the comforts that come with a private room,...
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There is just way too many beds. 130 beds in one single room, only separated by curtains. I had to ask the lady at the reception to please open the windows (they are too high, you can’t open yourself.
I have a bed downstairs, I am 160cm, but can not sit up on my bed without hitting my head in the upper bed. They are squeezing just too many people into one room.
130 beds, 4 toilets and 4 showers in he woman’s bathroom.
The lady at the reception is nice, also speaks some English. The place is as clean as it can be with the amount of people.
No sockets at the beds, you have to charge on the hallway/ kitchen.
There is no space for any kind of storage next to bed, not even to put phones.
Just too many people, at a small place, I...
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La peor experiencia de todo el camino de Santiago. La semana pasada hice el camino y decidimos albergarnos en este lugar, una mala decisión.
Una sola sala con 130 literas, un horario de cierre y apagado de luces de los más extremos del viaje. A las 22:30h obligado a estar dentro de la cama y la luz apagada, no puedes estar ni siquiera en una zona común dentro del albergue porque suenan las alarmas.
Ese fin de semana coincidía con la feria del Aguardiente de Portomarín (Charanga, conciertos, fiesta en la calle, mucho ambiente, restaurantes llenos...), llegamos al albergue un grupo de 12 personas 8 min después del toque de queda, y la señora que nos atendía, (con muy malas formas) nos dijo si nos parecía normal ese comportamiento y se negó a darme matas para dormir porque "No le daba la gana". Estuvimos discutiendo un rato sobre si me las debía de dar o no y tuve que llegar a pedir la hoja de reclamaciones para que nos diera una triste manta para dormir.
La manta ya se la pedimos a las 19h, antes de irnos a cenar y nos dijo que nos la daría a partir de las 21:30h porque hay gente que la usa para hacer yoga y luego las tienen que lavar... un comentario, por cierto, un poco desafortunado.
No hay enchufes en todas las camas, puedes tener suerte de tener uno cerca o tener que dejar tu móvil cargando en el pasillo.
Una actitud pésima frente a un grupo de senderistas de lo más normal. La prepotencia de esta señora no tiene igual, desgraciadamente es el peor recuerdo del camino, innecesario, inútil y evidentemente un lugar nada recomendable por las formas.
Quizás es más un sitio para llevar a un grupo de niños de colegio, que de adultos. Por el trato que recibes del personal, al lugar, lo apodamos "El Cuartel de Ferramenteiro".
Una pena, que la relación con los peregrinos sea tan triste. Otros compañeros en otros albergues no tenían hora de llegada o incluso les dieron llaves para entrar cuando...
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