Cañada Real — Hotel in Villalpando

Nos recomendaron desde la estacíon de sercicio repsol este sitio. Antes de ir, llamamos para confirmar si había sitio. Nos confirmaron que si que lo había y que el menú tenìa un coste de 15 euros. Cuando llegamos allí vemos que el menu es a 18 euros. Tras preguntarle a una camarera, me dijo que no lo sabia, que sería lo que ponia alli en el cartel. Todo ello sin casi ni mirarme a la cara. Trato igual por parte de casi todos los empleados del local ya que era imposible interactuar con alguno de ellos. Una vez en el comedor, [ ibamos 5 adultos y una niña de 9 años] todos los adultos pedimos menú pero al preguntar si tenian medio menu para la niña o menu infantil no sabian que eso existia. Y tampoco nos dieron más opciones mirandónos con indiferencia. En conclusión la niña tenia que comer menú completo porqur las raciones como calamares por ejemplo tenian qur comerse en otro lugar del restaurante y no en el comedor. Logicamente una niña de 9 años como un plato pero no 2 platos de un menú. En resumen Si la niña queria comer raciones tendria que ser en la terraza de fuera o compartir menú y que uno de los adultos comiera menos. Todo muy mal explicado. No lo recomendaria. Y ahora entiendo las demas opiniones sobre el trato de los empleados. Si todos comen bien la comida estaba buena pero como vayas con niños no saben tratar o ofrecer...

No cumplen las medidas covid, nos hemos sentado a comer y cuando nos hemos dado cuenta nos han metido una comunión, aforo completo al 90%, la temperatura subiendo, sin ventilar. Foco de transmisión seguro y para colmo no nos han permitido sacar el postre a la terraza. Para cerraros el local, que vergüenza. Respondiendo a su respuesta, cuando yo entré las mesas estaban ocupadas al 50% y el comedor se llenó casi completamente poco después. La temperatura subió y casi no nos escuchábamos hablar en la mesa. Si hubo algo de ventilación fue porque yo mismo me levanté a abrir una ventana, estaba todo cerrado. A los camareros se les veía agobiados y eran secos y cortantes, no daban alternativa a nada. Les pedí que nos sirvieran el postre en la terraza y se negaron, de forma que no lo tomamos para no seguir expuestos por más tiempo a un posible foco de contagio. Peor que una mala organización de la gerencia sería que mintiera o que llamara expertos en cerrar negocios a sus clientes cuando debería dar las gracias de que no pusiera una reclamación formal. El restaurante es bueno, la comida también, pero la administración de los espacios y los recursos ese día al menos dejo mucho que desear. Me dio la sensación de que solo importaba vender menús...

Paramos a comer volviendo de Madrid y estaban a tope. Eso se puede comprender. Pero no justifica que no tengan ni una sola opción vegana (soy vegetariana pero estoy harta de comer tortilla en todas partes) y que cuando les pregunto cómo era lo que en la carta aparece como "champiñón", ya que en mi zona eso nunca lo vi puesto así y no sé como es, el camarero me responda muy seco "pues eso, un champiñón". A lo que yo pregunto que cómo está hecho y si no puede ser un revuelto de champiñones. Y me dice, de nuevo muy seco: "no, no, tiene que ser así". Le dije: "Es que soy vegetariana y me gustaría tener alguna opción". Y me respondió de nuevo muy seco que eso es lo que había.

Después no pudimos tomar café porque se les estropeó la máquina, según dijo. Que se fue la luz y que no funcionaba.

A continuación vamos al baño y no hay agua ni para los wc ni en los lavabos.

Pésimo el trato, pésima la variedad del menú y pésimo que no tengan opciones veganas ni para celíacos ni nada que se salga de comer unas patatas y unos huevos o un poco de carne.

Y no soy de dejar opiniones negativas aunque lleve 10 años como vegetariana encontrándome estas cosas, pero que encima el trato sea malo ya no lo tolero.

A ver si la crítica os sirve para...