Castro Grill — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Hace 4 meses y medio tengo una discapacidad temporal, y utilizo muletas. Es muy difícil para una persona " normal" tener que adaptarse a ciertas limitaciones y se da cuenta que muchos espacios y personas no están preparados para esa situación. Este preámbulo es para contarles, que no es el caso de CASTRO GRIL.... Fuimos temprano justamente para evitar la gran concentración de gente. Desde que llegue, se preocuparon por que mi estadía fuera agradable. Yo estaba indecisa por donde sentarme, porque no quería incomodar con las muletas y se acercaron dos mozos para ayudarme. El mozo que nos atendió, pude ver que se llama Osvaldo, y la verdad da gusto encontrarse con una persona con oficio. Agradable, atento, simpático, un placer. La comida... TERRIBLE ES POCO, pero de rica! Bien preparanda, a punto. Yo pedí risotto de hongos y mi compañero ñoquis a los 4 quesos. IMPRESIONANTE! EL POSTRE? Nah! ( dijeran los chicos) torta de manzana con helado...súper lograda. Y si bien, me gustó todo, también quiero destacar, que ese lugar agradable y atendido profesionalmente, me mostró, a un señor de camisa Blanca, que cuando llegue no lo registre, pero que después se levantó de su mesa, y empezó a ayudar con las tareas de limpieza de las mesas, llevar el posnet y todo lo que haga que la estadía de los que estábamos ahí y el trabajo de los mozos sea más fácil... SIMPLEMENTE MARAVILLOSO TODO!! Mi más sincero...

Mala experiencia. Fui después de unos años con mi amiga embarazada que quería comer pastas, la persona encargada de organizar las mesas en la puerta nos ofrecía una mesa afuera pero era una noche muy ventosa y le pedimos que sea adentro. Aguardamos y al rato nos sentó en una mesa afuera en un lateral pero luego de dos minutos le dijimos que aguardaríamos la mesa adentro ya que hacía frío y no podríamos ni sacarnos el abrigo en ese lugar. Al cabo de un rato nos hicieron pasar y nos ubicaron en una mesa casi en la entrada. Mientras leíamos la carta nos morimos de frío ya que al abrir la puerta constantemente nos venía muchísimo frío. Al ver que se desocupaba una mesa le pedimos al mozo si nos podían cambiar de mesa por este tema pero nos dijo que creía que no nos iban a dejar, cómo que no quería ni preguntarle al señor de la puerta. Le pedimos que consulte y en efecto el señor de la puerta se negó diciendo que había personas aguardando, a lo que le indicamos que hacía muchísimo frío en esa ubicación y que nosotras también habíamos aguardado por una mesa. Nos retiramos sin llegar a pedir, uno sale a comer a un restaurante para pasarla bien y estar cómodo, lo que no estaba sucediendo, a mi amiga le daba todo el frío en la espalda. El señor de la puerta, para nada agradable, por más de que había personas aguardando, primero debía darnos una mesa donde no pasáramos frío....

Muy Buena comida amplia variedad de platos. Precios no muy elevados.

El único punto en contra: La recepcionista no tuvo un trato muy cordial al principio.

Habíamos llamado anticipadamente para reservar pero nos dijeron que no tomaban reservas telefónicas pero que fuéramos de igual manera y nos anotarian en lista de espera. Sabíamos que habría demora de modo que fuimos predispuestos a esperar.

Al llegar me anuncie para que nos coloquen en lista de espera y lo primero que me dijo la recepcionista es NO TENGO NADA DE LUGAR ... (algo brusca y co o si quisiera que nos fuéramos) y le respondí que ya lo sabía, pero simplemente quería anotarme en lista de espera, incluso que habíamos llamado y que no teníamos problema en aguardar una mesa. (Eramos 5 adultos y 2 niños)

La mejor parte...

Al cabo de 15 min nos armaron la mesa y todo estuvo bien. Nos atendió un mozo llamado Wilmer de quien destaco su buena predisposición y atención a los detalles. Nos trajo todo en perfecto estado. No olvido absolutamente nada de lo pedido y nos hizo sentir...