Pizzería El Fortín — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Muy buenaa!! No apta para gente Fina!!

Valió la pena viajar hora y media para comer. Un espectáculo. La pizza más atrevida y "grotesca" que comí, pero bien. La mejor faina la tienen acá, y encima es gigante.

Todas las pizzas parecieran tener una base super crocante y salsa por debajo y arriba del queso. Me encantó que la salsa sea muy ajosa. Se siente en el olor y nomas de chuparse los dedos.

Ah otra cosa... Es imposible comerla con la mano! Jaja así que coman con cubiertos o con 4kilos de servilletas

Había en la carta un sabor nuevo: Peperoni pero no lo pedimos.

Jamón y Morrones: Mi gusto favorito de toda la vida, y no decepcionó para nada. Es el lugar al que hay que ir para comer con morrones. Me encantó que el queso llega a dorarse en el molde, también el jamón se doró en el horno y tiene ese gustito a ahumado muy potente. También me gustó mucho el detalle de que le dicen "completa" en vez de jamón y morrones, algo que te recuerda que es una pizzería de barrio. Todo tenía tanto sabor que se sentía como un bombardeo a la boca. Es lo que esperaba comer después de tantas fotos en ig. 5/5

Pizza Española: Preguntamos qué era y nos dijeron que es lo mismo que la calabresa (longaniza y morrón), nomas que tenía ¡Chorizo español! En vez de longaniza. La pedimos de una. Era muuuuuy chancha. Rico picante, salada como ella sola e imposible no pensar en un guiso de lentejas/locro bien cargadito de chorizo. Acá el morrón es fundamental porque ayuda a que el chorizo no relaje y baja un toque la sal. Una locura, muy aceitosa pero es inevitable por la alta cantidad y la alta calidad del chorizo. También 5/5, pruebenlaa.

Fugazzetta: Sensaciones encontradas. El queso definitivamente es distinto, parece ese tipico cremoso que no derrite y que ni tiene gusto. Lo bueno es que es muy suavecito, parece una nubecita. Pedí una porción sola pero de lo grande que era parecían dos unidas. La verdad que prefiero imaginar que este sabor no existe, no representa bien al Fortín. 3/5.

Faina: LA MEJOR QUE COMÍ. Mucho gusto a garbanzo, pequeños tropezones de grumos pero nada desagradable, y una porción es gigante, te alcanza para dos pizzas, y encima, es re alto. 5/5.

Palo de Jacob: Clave postrecito. Es un Profiterol relleno de pastelera/DDL y está muy fresco y bañado en caramelo. Crocante y sutil. 4.5/5

En definitiva: vengan a pedir gustos cochinotes, que en eso es experta la pizzería.

Dato: Fuimos a las 16 y no hicimos fila. Atención muy amable y atenta. No sé si será así cuando está...

Fui un sábado al mediodía/tarde en pareja. Estaba repleto de gente. Si te queres sentar en el salón, tenes que sacar un número y cuando se van desocupando las mesas, te hacen sentar. Si queres comer en la barra o llevar la pizza para tu casa, es mas rápido, pasas te acomodas en la barra, pedis y cuando terminas de comer pagas, lo mismo con las pizzas para llevar. La excelencia de la casa: la fugazzeta (la zeta) el sabor de la muzzarela es exquisito, prácticamente no notas la masa. La especial (jamón y morrones) tiene medio morrón por cada porción, la de anchoas tiene un sabor espectacular, la salsa es increíble. La de muzzarella según mi paladar tiene otro tipo de queso, no se si es el mismo que el la zeta. La cerveza la podes pedir en balón o jarra, recomiendo la jarra. Los postres son impresionantes, pero si te llenas con las pizzas, ya no vas a poder pedir. Hay variedades de pizza que no se porcionan, las tenes que pedir completas (como la calabresa o la napolitana) Todo el mundo destaca la faina también, yo nunca la probé. Precios de referencia Septiembre 2019 3 porciones fugazzeta + 1 porción muzza + 1 porción jamón y morrones + 1 porción anchoa + 1 jarra cerveza y 1 coca cola $ 850 mas propinas Torta de ricota $330 (grande) $220 (chica) es riquísima. Destacable la atención del mozo Mario, si bien tardan un poco en darte una mesa, una vez que te sentas la atención es rápida, cordial, la pizza esta caliente y no te apuran para que liberes la mesa. Nosotros llegamos a las 14 y nos fuimos a las 16, en ningún momento dejo de llegar gente, pero para las 16 ya el publico había mermado pudiendo ver hacia el otro lado del salón. Si el día esta lindo, disponen mesas...

Una cosa de locos!!! Rara vez otorgó 5 estrellas en este lugar no sólo se lo merece te lo exige te lo arrebata

Si alguien me preguntara qué es una pizza argentina de verdad, de esas que te abrazan el alma y te hacen lagrimear un poquito de emoción (y de cebolla), yo no dudo: El Fortín.

Ubicada en Villa Luro, este templo pizzero es mucho más que una parada para llenar el estómago: es una experiencia, una postal viva de Buenos Aires, una especie de misa donde la hostia es una porción de fugaceta con muzzarella bien cargada.

Porque ojo, no hablamos de cualquier pizza. La de El Fortín no se parece ni a la napolitana ni a la romana, y tampoco quiere hacerlo. La pizza argentina juega en otra liga, y acá se nota. Acá el queso se desborda con alegría, como si dijera “¡dale, comeme, loco!”. Y la cebolla de la Fugazzeta… ¡mamita querida! Crocante pero suave, perfectamente caramelizada sin perder el carácter. Te hace repensar todo lo que creías saber sobre una simple cebolla.

Cada bocado te pega directo en el recuerdo: te lleva a las reuniones familiares, a los cumpleaños con soda en sifón y a las noches con amigos después de la cancha. El Fortín no es gourmet, es grositud pura, y por eso es legendario. Si Banchero es el tango, El Fortín es es la murga es la cumbia del carnaval de sabores que representa la vida Argentina.

Así que si estás en Buenos Aires y no pasás por El Fortín, te estás perdiendo una de las joyas más gloriosas del paladar porteño. Vení con hambre, con amigos y con ganas de quedarte largo rato. Porque en El Fortín, la pizza es arte popular. Y la fugazzeta… una...