Eclair — Restaurant in Bahía Blanca

Mi lugar favorito y visita obligada en Bahia Blanca para quien pretende calidad en todo sentido. Como dato de color es el único lugar en donde, junto con Fauchon Épicerie de París, la crema de limón tiene exactamente el mismo sabor y textura que la que hace mi mama (y llevo mas de 10 años probando lemon pie's en cuanta pastelería de calidad se me cruza tanto en Argentina como en Europa). Todo lo que ofrece la carta está elaborado con materias primas de primera calidad, lo cual se nota y mucho en el producto final. Las hamburguesas en pan de brioche (la de queso azul y cebolla caramelizada merece una mención aparte) son increíbles, las ensaladas frescas y abundantes (la de langostinos, queso brie y frutas secas es brutal), los desayunos y meriendas se sirven con te, café o agua y ofrecen una variedad muy buena de acompañamientos, siendo mis preferidas las french toast con frutas y miel y las tostadas de pan integral con huevos revueltos, palta y tomates cherry. El chocolate caliente (sin duda uno de los mejores que he tomado hasta la fecha) acompañado por un croque monsieur gratinado a la perfección es una combinación que definitivamente merece la pena ser degustada. Ediliciamente es un café parisino por donde se lo mire, la decoración está muy bien lograda y el ambiente generado por la misma y por la iluminación cálida que posee hace que no te quieras ir. Todos los y las que allí trabajan se esmeran permanentemente para que te sientas cómodo y bien atendido (incluídos los dueños que siempre están a disposición del cliente con la mejor de las sonrisas y jamás dejan pasar una sugerencia), por lo que se hace imposible no volver semana tras semana. La higiene del lugar tanto en el salón como en la cocina (la cual es de estilo abierto solo estando separada del resto del ambiente con un paño vidriado) y en los sanitarios es impecable. Bahía Blanca necesitaba tener un lugar que se destaque de este modo, el que sin duda y de seguir trabajando en esta línea tiene el éxito...

Llegamos a bahia blanca despues de 7 hs de viaje desde buenos aires. Yendo para el hotel nos llamó la atención la esquina, su aire acogedor y la decoracion que se veía desde la vidriera. Sacamos una foto para no olvidarnos el nombre y dijimos aca vengamos para la merienda. Así fue, fuimos por unos cafés. La atención, la calidez no sólo de la decoración sino que de cada una de las chicas que te atienden, hace rato no nos atendían con tanta dedicación y sobre todo dulzura hacia nuestra hija de 3 anos. Pedimos 2 cortados, una torta mousse de dulce de leche(estilo lingot), una French toast y un licuado mitad frutillas-mitad banana (lo tailorizan como quieras). Espectacular todo, exquisito. Todo costó $1600. Preguntamos si tenian servicio de cena y nos explcaron que tiene algunas opciones de comida (ensaladas, burguers, omelettes, sandwiches) pero que la cocina cerraba a las 21 aunque los comensales podian permanecer. Volvimos a cenar, ese mismo dia: una hamburguesa con papas, una ensalda y un croque monster, una limonada y 2 aguas. Total $2600. Si bien todo era sencillamente espectacular permitanme decirles que jamás en sus vidas probaron papas mas ricas que las que acompanaban esa hamburguesa, SUBLIMES, no tengo otra palabra. Volvería y me desviaria 20 km si paso por bahia blanca para ir a eclair.

Los felicito,...

Lamentablemente no tuve una grata experiencia en Eclair ,el día del desfile (evento) donde mi hija se recibía de maquilladora profesional esperando con ansias su comienzo. ;cuando un señor creo encargado del lugar se acerca a mi diciendo si me puedo correr de asiento ya que estaba ocupando un lugar de 4 cuando yo estaba sola si es que no venían más familiares a sentarse conmigo;y cuando ingresé al lugar me había sentado ahi otra persona ya que según dijeron se había reservado mi lugar. Por supuesto no me opuse diciendo que me ubique adonde y ni el sabía donde ubicarme ya que estaban los lugares casi completos . Lo que me pareció de total mal gusto fue su actitud altanera diciendo que si alguien más viene iba a tener que salir de ahi;sin importar mi presencia,agrego que hasta el momento no había consumido nada esperando poder hacerlo luego junto a mi hija, tal vez ese fue su enojo. No me fui del lugar porque no iba dejar de ver el desfile pero me hizo sentir muy incómoda.;por supuesto nunca volveré a ese lugar y perdieron una...