Mahi-Mahi Seafood, Bar & Grill — Restaurant in Buenos Aires

Mi experiencia y la de los otros nueve comensales con los que fui fue terrible. Para empezar, no tienen opcion celiaca (que es ley) ni vegetariana, lo cual es terrible porque implica que si en un grupo hay personas celíacas o vegetarianas hay que marginarlas para comer ahí. Pregunte si podian modificar una ensalada que traía salmon, sacándoselo para poder comer algo vegetariano, a lo que respondieron que sí le podían sacar el pescado pero que el valor era el mismo. La ensalada salía casi 500 pesos; eso me querían cobrar por hojas verdes y palta. Una vergüenza. Terminé pidiendo pasta, lo que también significó un problema. Esperamos más de una hora el plato principal. Tres de los comensales pedimos el mismo plato, unos malfatis que, para empezar, eran bolas de harina con un pedacitos mínimos de verdura. Los tres lo pedimos con una salsa sin carne y nos trajeron uno sin carne, otro con y otro con otra salsa. Ante el reclamo respetuoso, la camarera puso una cara terrible y nos discutió argumentando que nosotros habíamos pedido eso (claro, un vegetariano pide salsa con carne), a lo que yo respondí que no me podía discutir lo que había pedido. Mientras le explicaba el pedido original, la camarera me dejó hablando sola y se retiró. Trajo el plato nuevamente, 15 minutos después de que le habían servido a todos los comensales, igual a como se lo había llevado pero caliente sin respetar lo que le habíamos pedido. Otro de los comensales pidió una ensalada y tuvo que devolverla porque las hojas de abajo estaban feas. No le ofrecieron traerle otro plato. Evidentemente para arreglar la situación nos regalaron seis postres. Cuando pagamos en efectivo una suma elevada para comida que ninguno disfrutó porque desde las limonadas hasta la comida era desabrida, jamás nos trajeron el vuelto. El lugar deja mucho que desear por la atención, dado que además del episodio que ya describí, ocurrió que pedimos una cerveza que tardó media hora y que no era la variedad que pedimos porque la que nos habían ofrecido luego nos dijeron que no existía (nos atendieron 4 camareros diferentes). Tambien pedimos de entrada dos porciones de papas, una con bacon y otra sin para los vegetarianos y cuando lo trajeron, ante nuestra pregunta para chequear que el pedido estaba bien, el mesero respondió "traje una sin y otra con. La pegué?". No soy una comensal exigente y de hecho ninguno protestó para no pasar un mal momento, pero los hechos desagradables se sucedieron uno detrás de otro. Es una pena que un lugar así ocupe la parte más linda del paseo. Me quedaré sin disfrutar de la vista porque claramente no volveré a este lugar. Tampoco...

Debo cambiar mí opinión, sin dudas pasé uno de los peores momentos. Fue un desastre desde que nos sentaron y nos vinieron a tomar el pedido más de media hora después, los mozos no tenían idea de naaada, nuestro pedido llegó frío de heladera y después de una hora y media de realizado el pedido, incompleto y desorganizado. A las personas que estaban conmigo le bajaron los platos, previa equivocación de mesa, habían llevado los platos a otro lado, cuando les dijeron que no eran, los levantaron y al grito de "eso creo que es nuestro"... Lo bajaron en mí mesa ya helado y vaaaarios minutos después trajeron el mío, cuando fuimos a hacer la queja el encargado del lugar no tenía idea ni que decir, no sabía ni como organizar a su equipo de trabajo, todos parecían a la deriva. Muchas mesas estaban en la misma situación que nosotros y con la misma queja, pero no daban ninguna solución. Una lástima porque era uno de los lugares donde mejor la había pasado. Hay que evolucionar y mejorar siempre.

El lugar es súper agradable, los platos llegaron a la mesa en excelentes condiciones. El detalle en cada plato es para destacar. La limonada de menta y gengibre tiene la frescura exacta para acompañar las tardes de calor. Un dip de calabaza con un pan calentito dan comienzo al aperitivo, los platos principales no se hicieron esperar más de 15 minutos aprox de realizado el pedido. Uno de los platos fueron unos fetuccini servidos con una temperatura perfecta para comer! El pollo del otro plato estaba acompañado por unas papas deliciosas y dándole el toque crocante al plato una lluvia de Nachos que a sorpresa nuestra combinaban a la perfección. De postre como un paréntesis aparte vino en un frasco de vidrio, lo que lo hizo algo incómodo a la hora de comer, pero estaba cremoso y muy bien logrado. Pero sin duda, para el complemento de estos platos que fueron abundantes y sabrosos cabe destacar la excelente atención de cada uno de los chicos que están a la órden de las necesidades de cada mesa,todos muy atentos y correctos! Hace mucho tiempo que no recibía ésta atención. Sin duda es un lugar para relajarse y disfrutar...

Fui a almorzar con mi señora, aniversario de casados, ya habíamos ido antes es el único lugar abierto frente al río en Zárate, empezamos el almuerzo lindo día yo pido un pacu con verduras grilladas, estaba bastante pasable, mi señora una merluza grillada, (muy mala realmente y muy poco aprovechable,) dado esto pedimos unas rabas, estás si ricas , por lo que las volvimos a pedir, estábamos charlando, muy lindo, el día, lindo el lugar y de golpe se instala un Sr que empieza a poner música, sobrepuesta a la música del resto a niveles insoportables de volumen, imposible hablar, imposible estar, imposible seguir con el almuerzo. Le pido al mozo que por favor bajen la música, …… nada, le pido a otro mozo que por favor bajen la música, nada, le pido a una tercera moza que por favor bajen la música, nada, por lo cual me levanto pido por el encargado y un joven desfachatadouy sonriente me contesta, estaba pautado. Ajá buenisimo, hace hora y media que estoy sentado, te estoy dejando 80 Lucas por dos personas en la mesa, y tu respuesta es estaba pautado, obviamente no termino ahí, no contento con esto una moza, chiquitita una nena viene a la mesa u me dice no queremos clientes como usted. he almorzado y cenado en muchísimo lugares de el país y de otros países, jamas Me paso que pongan música (promocionando al que pasaba música) de fiestas se ve, sin respetar al comensal, sin importarle su comodidad ni esperar a que termine para montar su circo, no era la primera vez que iba, obviamente jamás volveré, una lástima. Quiero destacar la atención del mozo que me tocó, un chico impecable.AL DUEÑO, según todos esto estaba pautado por el dueño, desde que este Sr se instaló ahí se vació la terraza, INSOPORTABLE, según todos, era imposición del dueño. Saludos y...