Cometi el grave error de conocer este lugar mi ultimo día en pinamar. Era un sábado triste y nublado ya listo para volver de mis vacaciones y solo nos quedaba una cosa. Comer algo "liviano" para la ruta. Alguna pasta casera de rápida digestión y seguir viaje. Fuimos al mediodía sin dudarlo el lugar casi vacío, nos sentamos, al toque panera de plástico con abundante pan , queso untable, algo me decia que no tenia que pecar y hacer lo que siempre hago que es, llenarme con el pan así que automáticamente le sugerí a mi novia no comer el pan y esperar la entrada. Elegimos las rabas. El lugar se empezó a llenar. Y si mis dudas se convirtieron en realidad : un plataso de rabas con fácil 2 o 3 limones cortados en cuartos para que los bañe en jugo, la porción, la cocción fueron impecables. En ese instante me di cuenta que las gaseosas pedidas no ayudarían a ese "comer liviano" que tanto deseaba asi que recomiendo agua o vino. Y si cuando terminaron vinieron los principales no pude ocultar mi sonrisa de gordo salivándome por lo que estaba admirando ante mis ojos. Yo pedí ravioles con estofado de peceto. Los ravioles eran casi iguales a los que hacia mi abuela, fue como la película de rattauille cuando el critico comía un bocado y se trasladaba a su infancia. Pero no todo quedo ahí cuando empiezo a buscar el estofado ya que el plato venia directamente en la fuentecita de metal y tenia su profundidad, ahí pude contemplar dos rodajas de peceto cortados básicamente con el grosor de un pulgar de un gigante. En ese momento supe la verdad, supe en el problema que me había metido. El comer liviano ya se había transformado en un sobreviví y come despacio. A todo esto cuando hice mi primer descanso buscando un poco de aire para continuar mi almuerzo levanto la mirada y la veo a mi novia con la misma cara. Sí ella había pedido los ñoquis rellenos , sí ese plato que la camarera nos había recomendado como la "especialidad de la casa" y toda la razón tenia. El plato es una bomba recomiendo ir en ayunas para poder terminarlo como dios manda. Lo pidió con una salsa italiana ( vino blanco) , cuando lo cortaba al medio ese ñoqui, ese ñoqui con el tamaño de una pelota de golf, de adentro brotaba queso como si hubiese descubierto petróleo. IMPRESIONANTE. Luego de terminar esos dos platasos, la camarera gentilmente nos dijo si queríamos postre. Pero como venia la mano decidimos no arriesgarnos ya que eso hubiese sido la casi obligatorio que después me tome un señora siesta para recupérame. Agradecimos casi con vergüenza su oferta, pagamos y nos retiramos. EL auto lo teníamos a 10 cuadras, primero maldije al aire por tener que caminar pero creo que fue una señal fue un acto divino, fueron las cuadras mas duras pero reponedoras en mucho tiempo. En fin. Ya tengo mi motivo para volver a pinamar. Te...
Read moreLa Sociedad Italiana de Pinamar nos ofreció una experiencia agridulce durante nuestra visita.
Por un lado, es imposible no elogiar la calidad de la comida, la cual fue simplemente excelente.
No obstante, la experiencia se vio notablemente empañada por la atención recibida. La falta de personal se hizo sentir intensamente, resultando en una atención deficitaria que afectó nuestra estancia.
Y es importante destacar que cobra $800 (8 dólares al blue) por servicio de mesa POR PERSONA.
Nos encontramos en la posición de tener que atendernos prácticamente solos, lo cual, en un establecimiento de esta categoría, resulta inaceptable.
La evidente desproporción entre el número de comensales y el personal disponible no solo diluyó la calidad del servicio, sino que también impactó en la percepción general de nuestra visita.
En conclusión, aunque la comida de la Sociedad Italiana de Pinamar puede ser descrita sin exageración como excepcional, la experiencia general se ve comprometida por una atención insuficiente.
Es imprescindible que se aborde este aspecto, incrementando el personal o mejorando la gestión del existente, para asegurar que la experiencia culinaria se complemente adecuadamente con un servicio a la altura.
Esperamos que se tomen medidas para mejorar este punto y así poder ofrecer una experiencia completa y satisfactoria a todos...
Read moreMal, bastante mal. El ambiente muy frío, la gente comiendo con campera y gorro. Almorzamos el lunes 24 de julio del 2022, plenas vacaciones de invierno. No había la mitad de los platos de la carta, pero el mozo no informaba en las mesas cuando traía la carta y la gente preguntaba en qué consistía una salsa, por ejemplo, sino que esperaba a que las personas pidieran sus platos para recién ahí decir que no habían ñoquis ni tallarines ni sorrentinos. Al principio pensamos que como llegamos temprano él todavía no sabría que platos habían y cuáles no pero en las casi dos horas que estuvimos escuchamos que en todas las mesas pasó lo mismo, parecía una mala broma que el mozo le hacía a los comensales: esperar a que elijan y después decirles que no había el plato ordenado. Éramos 4 adultos, pedimos 4 platos de pasta y los 4 llegaron fríos a la mesa, ni uno se podía comer, y tuvimos que mandarlos de vuelta a la cocina para que los calienten. NO HABIA AGUA SIN GAS. No habían varios vinos de la carta. ¿Para qué abren si no tienen muchos platos, y ni siquiera tienen agua? El sabor de la comida muy rico, las porciones abundantes. Aceptan tarjeta de crédito. La experiencia deja mucho que desear. El señor que cuida los autos en la calle...
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