No hay Rogelio sin Baldomero. No hay Baldomero sin Rogelio.
Anoche, con mí familia, tuvimos, tal vez, la mejor experiencia culinaria que hemos tenido en muchos años.
Sumidos en la rutina y la tiranía del apuro, pocas veces uno se detiene a aguzar los sentidos y dejarse llevar por lo quen sucede alrededor.
Así fue anoche. Desde el momento en que Baldomero nos sirvió el vermú bianco, con las "patatas fritas" y el picante, empezamos una orquesta de sabores.
Cada plato, cada tapa, tenía una historia y su explicación. Y al escucharla, sentimos la profundidad del pasado (algo así es la cultura).
Rojo y amarillo, rojo flamenco y rojo furor de toro, el jamón señores. Tres partes distintas probamos con un aceite de oliva digna del primer árbol creado por Atenea. No faltó, claro está, el pan con tomate, fieles compañeros del angurriento ansioso.
Después, si importa el después y la vida no solo es el ayer, vino una tapa catalana que, fiel a su origen, nos dejó con las palabras cortadas. "Val més un areng sobre el pa que un colom a volar", se escuchó a lo lejos.
Pasando a otro capítulo, llegamos al clímax: la croqueta de jamón crudo. Cómo un beso después de la distancia, fuerte y suave, sostenido; como la mirada del amor a primera vista; como escuchar, por primera vez, que te digan papá o mamá; así fue la croqueta. Una nube crocante pintada por Turner.
Y, finalmente, la Santísima Trinidad: langostinos apanados, gambas al ajillo y tortilla española. Habría que establecer un nuevo mandamiento que obligará a qué estos tres vengan juntos. Los langostinos patagónicos, oscos y suaves; las gambas, sirenas que bailaban una alegría; y la tortilla babé, señores, una unción de sabores.
Cómo siempre, no faltó el vino rosé y un fiel y nuevo aliado: el licor de mandarina. Y se cerró, como toda buena noche, con el beso dulce de una crema catalana.
Para concluir y si llego hasta acá, vaya, se lo pido, a Rogelio, escuché a Javier, caracol si los hay, y al gran Baldomero. Le prometo que va a conocer eso que...
Read moreExcelente lugar, muy buena comida, todo muy fresco y sabroso. Es un lugar reservado, al cual se accede con reserva previa, es muy cálido al igual que sus dueños. Los platos son muy buenos, hechos en el momento, con productos frescos y un aceite de oliva que es excepcional. Es una cocina fundamentalmente, mediterránea, española, con una tortilla de papas, pescados y mariscos excelentes. Probé los "Pescaitos de Sevilla" con acompañamiento de mayonesa ali-oli con oliva con un sabor increíble. También la Cazuela Javier, (en honor a su dueño) es muy buena. Los precios, si bien no son económicos, tampoco son tan altos. Como pequeño detalle creo que se podría mejorar un poquito la acústica del lugar ya que se oye mucho eco o retumba algo las conversaciones y la música, pero nada grave. Muy buen lugar para comer rico y pasar un...
Read moreAnoche fuimos por primera vez a Rogelio Restauran, digo asi porque no será la última. Desde el estacionamiento propio, el recibimiento, el ambiente exquisito, la música con el volumen justo, el orden, limpieza, el mobiliario acorde y tantas cosas más. Hacen del lugar una experiencia inolvidable. Comimos un menú de 7 pasos tapeo Español...No tiene desperdicio, una locura, terminarlo fue casi imposible, ni hablar de lo rico, estaba todo en su punto, se notaba q todo era recién hecho y sobre todo con productos de calidad. Párrafo aparte para sus dueños, nos atendieron como amigos eso se valora, y mucho. No me olvido de " Baldo" el mozo una gran persona q pone su experiencia sabiduría y CORAZÓN en la atención un 10 FELICITADO para el. Gracias " ROGELIO RESTORAN " Por hacernos de una noche común una...
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