Esta va a ser una review larga porque se merecen todos los detalles posibles. La Casa del Visitante queda en los terrenos de Santa Julia / Zuccardi.
La experiencia comienza antes de llegar a la finca, al recorrer por varios kilómetros las decenas de hectáreas de plantaciones de vino que se encuentran a los costados de la ruta de acceso.
La Casa del Visitante ofrece un menú por pasos y un menú de picnic para disfrutar al borde de las parras. Esta review se enfoca en la primera opción: el menú por pasos "Menu Regional".
Como toda propuesta gastronómica en Mendoza, se comienza con una copa de vino, en este caso un Chardonnay de la bodega Zuccardi que no tiene comparación alguna. Pero este primer paso no ocurre en la mesa, sino en medio del jardin con vista a los fogones y hornos de barro.
En los hornos de barro se cocinan las famosas empanadas de Chacha (las mejores de Mendoza): empanadas de cebolla, carne cortada al cuchillo, y queso. Para acompañar, aceite de oliva Zuelo y salsa criolla casera.
Mientras las empanadas se comen y se repiten las copas del Chardonnay, en las parrillas se van asando los 7 cortes de carnes que forman parte del plato principal.
Al terminar con la entrada, la experiencia pasa a la mesa donde esperan 3 copas más para seguir con la desgustación.
El primer tinto es servido junto a las achuras (chorizo y morcilla), matambre de cerdo y las guarniciones: vegetales de estación de la huerta orgánica y conservas de la casa (en este caso: papas cuñas, ensalada de lechuga, ciruelas y cebolla; tomates cherries con albahaca; y pasta de berenjenas). Las guarniciones son abundantes y alcanzan para toda la experiencia.
La segunda tanda de carnes hacen su aparición junto a una nueva copa de vino tinto, en este caso: vacío y costilla (tira de asado). Dos cortes fuertes, sabrosos y exquisitos por el ahumado de la leña.
Para cerrar el plato principal llega el lomo y el chivito. Para esta altura el estómago está pidiendo a gritos parar de comer, pero las carnes son tan sabrosas que se puede repetir cualquier corte y vino para seguir comiendo. Lo mejor en mi parecer fue la tira de asado: cocinada a punto, sabrosa y se corta como manteca.
Antes del postre es recomendable salir a estirar las piernas y caminar por el terreno que rodea la finca, ver los viñedos, las parras y a las personas que eligieron hacer la expereciencia del picnic. Dentro de la Casa del Visitante, los visitantes tienen total libertad para recorrer, conocer, repetir algún corte de carne o una copa de vino que haya gustado. Todo esto sín límite de tiempo.
El postre está a la altura de las carnes y los vinos. A la mesa acercan un carro con quesos artesanales, conservas y frutas de estación. Se puede elegir libremente o seguir la recomendación de la casa en la combinación de sabores. Para finalizar, café o una infusión y a dormir una siesta en los sillones disponibles antes de dejar el lugar.
Casa del Visitante es sin dudas un lugar para ir muchas veces, sea por la variedad de opciones, como para repetir la experiencia y renovar los sabores tan únicos que ofrecen.
No quiero terminar la review sin antes mencionar la buena onda y lo profesional de cada empleado y empleada que atiende a los visitantes. Ellas y ellos son fundamentales para que la experiencia...
Read moreThe highlight of my entire trip.
Julia responded to an email at midnight to accommodate more people in our party, and organised our travel to and from the vineyard, absolutely insane.
The second we arrived we felt like we were getting the VIP treatment. We had breakfast, and starting the empanada and bread making class, which was awesome. Then we sat down for the meal, the food just kept coming and coming, with every bit of it blowing our expectations out of the water. The meal was so good in fact we over stayed our time and were late to our vineyard tour and tasting (but we were never rushed by the employees).
We did a whirlwind tour and tasting because we were on a schedule, but it was still really fun!
I simply can't...
Read moreThis place was great - the empanadas were amazing as were the fresh salads from their garden. I loved the idea of eating the empanadas outside with the white wine and then moving to the table for the meal. Again, the sides / salad were so tasty. There were seven different types of meat, too, but that was my least favorite part!
I do like that the Bodega is working on organic food and sustainable practices. For me, one move in that direction would be smaller portion sizes! There was SO MUCH FOOD! It was all incredibly tasty but we felt bad leaving so much of it. I'd love to see smaller sizes with the ability to ask for more if you'd like it. I think less food would be wasted.
So tasty! My...
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