A Punto Restaurant — Restaurant in General Belgrano

La oligarquía, ​​​ en la ciencia política es una forma de gobierno en la que el poder político está en manos de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social. Los escritores políticos de la Antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia. A que viene? Este lindo plato de Bife de chorizo a la crema de Champignon con papitas, que es una de las estrellas de la carta de "#APunto " en General Belgrano hubiera estado muy bien si no omitian la sal. La atención muy buena y los precios razonables. Pero menos mal que no pedí los ravioles de langostino, el Lomo o la suprema Maryland! Nada tenía sal. Ni la carne, ni la crema, ni los champi, ni las papas. Se que hay una Ley que lo marca pero realmente están destruyendo la Gastronomía. Bien se podría tener la opción sin sal para hipertensos como hay opciones para celíacos. Estoy bastante cansado de la Oligarquía de los que me obligan a comer sin sal si quiero ir a un restaurant porque a algunos pocos les hace mal, de los que me inponen cosas de su preferencia en demérito del resto por quedar bien....

Fuimos a comer con mi mujer y mi hijo, fuimos de noche, a mi gusto la iluminación es demasiado baja. Pedimos canelones con salsa crema, ravioles de jamón y queso con salsa rosa y tallarines con salsa rosa, de postre flan mixto y cassata. El plato de ravioles tenía pinta de otra cosa, menos de ravioles, literal vinieron 6 "ravioles", lo único destacable es que eran 100% de jamón y queso, nada de estirarlos con ricota. Eran casi el doble del tamaño de un raviol, como que apenas me tapo la muela. Los canelones los mandaron con salsa blanca y no crema(falla a tomar el pedido?), los tallarines no eran tallarines, parecían fideos cinta(consultamos y nos dijeron que eran tallarines). En lo que respecta al postre, el flan estuvo excelente, 10 puntos, la cassata la sirvieron en un plato y la bañaron con una salsa de "frutilla" sin consulta alguna, tampoco estaba en la descripción del postre, a mi hijo no le gusta la salsa esa, primera vez que nos sirven la cassata...

Un esquina que pasa desapercibida para un restaurante que sorprende. El General Belgrano propone un lugar para el turista despistado que no acostumbra dormir la siesta y olvida sus horarios. En un ambiente familiar, las mesas espaciadas y una tranquilidad en el aire relajan al comensal para que comience la recorrida del menú. Una carta variada, humilde pero no por ello corta, presenta minutas clásicas para el apurado... Y él no tanto. Una sorpresa para el paladar en cada mordida de una suprema napolitana no me dejó otra opción que pedir una provoleta (culpable de las 3 estrellas ya que "tenia gusto a microondas" y de dejarme con las duda de pedir un postre). Con una camarera amable, pero a su manera, el servicio resultó rápido y efectivo. Tal vez la tele estaba de más, tal vez no, pero que eso lo decidan los locales, que yo como visitante toqué y me fui con un gusto muy rico y un...