Fui a el Born por el cumpleaños de mi prima, ella me dice que siempre va con sus amigos y que le encanta el lugar, ok, re vamos a celebrarte ahí 👍 nos sugiere que empecemos con una tabla de calentitos que incluía una cazuela de alitas de pollo en salsa picante, mozzarelitas con salsa de tomate, las milanesas mas duras que infancia en Siria con papás separados y sufriendo bullying, rabas con un rebozado medio pelo medio polémico, lo único que safó de esa tabla fue una tortilla de papas (gracias Universo). Todo lo que habia en esa tabla no tenía sabor y yo no tenía covid, eh, lo vengo esquivando como una campeona. En cuanto a los tragos, estuvieron bastante bien, salvo el gin tonic que estaba hecho sin ganas, fue el peor gin tonic que tomé en mi vida. El baño estaba impecable, y es un lindo selfie spot. La atención es agradable de todo el staff, eso sí. Volvería a El Born? No, ni loca. No tengo la vara tan baja como mi prima. Con que la comida tenga sabor sería suficiente.