Fui atendida con amabilidad cuando estaba mirando la carta que estaba afuera del lugar por Pablo (gerentete del local), si bien no entré en el momento para ver otras opciones de merienda, volví por la propuesta de la opción de cafe con leche y medialuna con jamón y queso. Me ubique en la planta alta ya que había preguntado por si había enchufes y me asesoraron excelente; allí fui atendida por Agustín y Facundo, dos personas muy amables y a disposición absoluta. En cuanto a la comida el café estuvo muy rico hecho por la barista Candela, la medialuna si bien era de un tamaño no muy grande estaba riquísima igualmente (los productos se nota que son frescos); lo previamente dicho vino acompañado de un vasito de soda que también estaba muy rica (aclaro que soy muy crítica con las sodas que te dan en las cafeterías) y de una rodaja de lo que parecía un pan con semillas que también muy rico y para sacarte el dulce además de la soda esta bastante bien. La verdad que es un lugar para volver debido a que si bien parece un lugar para personas con mucho prestigio, también tienen precios accesibles si querés tomar un café acompañado de una medialuna. Agrego que tienen take away por si se anda con apuro.