Pontevedra — Restaurant in Mar del Plata

Inseguridad total!!! Cuando uno concurre a un lugar como este lo que busca es una experiencia integral, diferente y pasar un grato momento Lamentablemente reserve para cenar el miercoles 17/7/24 con mi grupo familiar. Llegamos a las 20,30, deje mi camioneta en la esquina de Santa Fe y San Lorenzo, para poder verla desde la ventana. Ingresamos al restaurante, nos sentamos en la mesa, miro por la ventana y veo las luces interiores de mi camioneta encendidas con una persona adentro. Es decir no pasaron ni 5 minutos desde que estacione hasta que volvi corriendo a la camioneta. Me robaron pertenencias personales y compras que habiamos realizado. Lo peor, precavido, porque no conocia el lugar, pregunte la noche anterior por wapp si habia estacionamiento cerca para dejar el vehiculo ahi, y me contestaron que no, que era un barrio y siempre se encontraba lugar. Al momento de salir corriendo le avise al recepcionista/encargado que llame a la policia que me estaban robando la camioneta. Cuando regreso al restaurante a buscar al resto de la familia el recepcionista/encargado me dice que es "algo que los excede" pero lo peor que me dice es que les sucede todas las noches!!! Es decir saben perfectamente que es algo que ocurre con cierta habitualidad, y claramente ya les "tienen tomado el tiempo". Obviamente nos arruinaron la noche, nos fuimos sin cenar. Sinceramente es incomprensible que un lugar como este cobrando un promedio de entre $35000-$50000 pesos por cubierto no tenga un sereno o vigilador cuidando los vehiculos de los comensales, mas sabiendo lo que sucede en la zona. Llego la policia a los 5 minutos, tarde obviamente, no se acerco a mi vehiculo a ver que me habia pasado. La gente del restaurante ademas de decirme que les excedia ni preguntaron que es lo que nos habian robado y no nos ofrecieron ni un vaso de agua. Obviamente no vuelvo nunca mas.

Respuesta al propietario: No entiendo porque remarca "via publica", cuando en mi reseña indico claramente en la intersección de que calle fue el hecho. Continúan deslindándose o justificando la falta de responsabilidad por no contar con seguridad propia, la única justificación o motivo de haber estado estacionado en esa esquina era consumir en su restaurante. El robo podría haber sido tranquilamente dentro del restaurante, quien se los hubiera impedido? tampoco cuenta con seguridad en la puerta de acceso. Sus empleados llamaron al 911 porque yo se los solicite, como indico en mi reseña. Usted es dueño de un negocio, sabrá lo que debe hacer, no tengo ninguna intención de manejar su negocio el cual usted lleva adelante, solo le sugiero que tome estas situaciones con responsabilidad y seriamente, para evitar que otra persona pase por una situacion como la que nosotros pasamos, es su decisión. Habla de mejorar el servicio, y le indico que "NO ME OFRECIERON UN VASO DE AGUA"?, no se necesita mucha capacitación, solo empatía y sentido común. no le parece? La respuesta que esperaba de su parte a mi reseña debería haber sido: ESTAMOS TRABAJANDO EN MEJORAR LA SEGURIDAD DEL LOCAL. simple y sencillo. No quedarse en frases retoricas como mejoramos el servicio por 30 años, ?? hoy no esta a al altura de las...

Para amantes de lo tradicional. Así me explicaron: una fonda "de especialidad gallega". El 0,4% de la población argentina es gallega, pero indudablemente se hacen notar, y eso ya es parte de nuestra tradición. Algo en el servicio, de todas formas, tiene cierto aire porteño. Una amable bienvenida da paso a la ampulosa presentación de un encargado que dirá aquello de la especialidad. En la mesa del domingo, cuando tu tío Carlos y tu tía Lidia te pregunten cómo te fue en Mar del Plata, vas a poder decir que fuiste a Pontevedra. Y esto es por su ambiente costumbrista. Por ejemplo, en lugar de confeccionar platos para cada comensal, la comida se hace con tamaños aleatorios y el encargado tiene la llamativa capacidad de conjeturar las cantidades. Te va a decir: media, un cuarto, entera, así a ojo, con precisión quirúrgica, me dijo. Es el pintoresco: comen dos, pican tres, pagan cuatro. A mí me interesaba la tortilla de papa, pero al ver los precios, pensé que debía ser para seis o siete personas, y yo estaba sólo.

Una cualidad aún más impresionante de aquel encargado, Luciano o Leonardo, si no me equivoco, y de la que espero pronto se tome nota en el Vaticano, es la de convertir el alimento. Así como se lee. Es capaz de indicar a un calamar que se vuelva pulpo, a un lomo que se vuelva solomillo, y probablemente a un gato que se vuelva liebre, porque es muy capaz, no dudo que también eso pueda hacer. ¿El agua en vino? No lo sé. Me preocupó ligeramente alguna desconexión espiritual entre los cocineros y Luciano. En un momento ofreció traer la liebre desde la cocina para confirmar que sus orejas de ningún modo se parecían a las del gato, pero su temeridad no llegó a tanto, así que no me puedo quejar. Sus asombrosas cualidades seguramente redundarán en que, más tarde o más temprano, la comida tendrá gusto. Si vas en pareja o en grupo, quizás te resulte económico, y eso realmente suma una estrella al ambiente. Además, le podés contar al tío Carlos, va otra...

Llamaría a esta reseña "La gran estafa". Somos de Mar del Plata y solemos comer en restaurantes de pescados y mariscos. Teníamos varias posibilidades a la hora de elegir y nos decidimos por Pontevedra ya que hacía años que no íbamos. Nos encontramos con un lugar renovado, con un giro a lo sofisticado más alejado de su concepto "fonda" de sus inicios. Me gustó la propuesta. El lugar lucía bien, la carta muy amplia con altos precios por lo que todo aparentaba ser de alta categoría. Pero no. Todo resultó demasiado pretencioso para ver el pobre resultado final. Calamaretes a la leonesa fríos y crudos, sí crudos, así que no nos quedó otra que devolverlos porque realmente estaban incomibles. Nunca nos pasó algo así pero bueno, pensamos, seguramente fue un error. Los cambiaron y los segundos estaban bien aunque bastantes salados y escasos para el precio. Luego vino la cazuela de mariscos más seca que comí en mi vida. Sin salsa, sin estar los sabores integrados, no lucía apetitosa y no invitaba a comerla en verdad. Buena materia prima en manos inexpertas y descuidadas hace que un langostino quede como una goma. Bueno, eso es lo que pasó lamentablemente. A mi criterio es una propuesta que se la dá pero no le dá. Hay quien compra ésto, pero a los que nos gusta comer buenos pescados y mariscos vemos los hilos en todo esto. Falla claramente la ejecución en la cocina. Parecen amateurs que tomaron los libros de recetas de sus antecesores y hacen lo que les sale. Si valoran comer buenos pescados y mariscos: Lo de Fran, Sur, La Pescaderia, La Farola, La Marina, Rincón Vasco, etc. Pontevedra...