The Calzone King — Restaurant in Mar del Plata

Este de hoy no necesita mucha presentación, es el rey, el rey del calzone, donde cocina Esteban Usai alguien que admiro y respeto, fundamentalmente por continuar un legado de familia de mas de 50 años y hacerlo siguiendo la misma calidad y sabores que hicieron a este uno de los restaurant clasicos de Mardel. Esta vuelta probamos la pizza de anchoas, que pizza, finita, salsa de tomate contundente, buenas anchoas y el sabor que le da el horno de leña, que siguen prendiendo solo con leña todos los dias, para que todo tenga ese sabor que tenia cuando probe por primera vez su calzone hace mas de 40 años, este fue el otro plato, el calzone, solo tiene solo muzzarella, jamón y longaniza, todo en su justa proporción, simple, inimitable, inigualable, parece facil hacerlo asi, pero les aseguro nadie se lo pudo replicar hasta la fecha, volves a probarlo y decis, no puede ser tan rico, de nuevo el horno de leña le da algo que ningun otro horno puede hacer. Saliendo de las pizzas y el calzone hay de todo, pastas, pescados, algunos mariscos, conejo, pollo al oréganato en una receta con crema y parmesano que me encanta y su clasicos arroces, a la Gaby que es fantastico y no hace mucho Esteban agrego el arroz a la Renato, que aun no probé pero tiene tremenda pinta y si te gusta el show, Esteban tambien hace ahi en tu mesa pasta caccio e pepe, hay que reservarlo previamente, igual con todas las opciones que tiene hay para ir unas cuantas veces para degustar los platos historicos. Precios super razonables, hay que reservar porque esta siempre lleno, se puede hacer reserva por la app Woki que nuclea a algunos restaurantes de Mardel o por teléfono, pero es mas agil por la app. Un lugar al que como a Parrilla Perales le tengo mucho cariño y cada vez que paso por Mardel me gusta mucho poder volver a visitar. Esteban Echeverria 223, Mardel #reydelcalzone

‐------------‐----- Volvimos despues de 30 años y.......todo sigue igual de rico, sabores intactos, porciones generosas, variedad para ir mil veces, precios super razonables, que mas podes pedir, que pase el cocinero y dueño pasando por el salon viendo como esta todo? Si tambien lo tiene, un lugar con mucha historia, mucho presente y...

Excelente lugar para comer pastas, no hemos probado otra variante del menú, pero quedamos gratamente impresionados con lo que elegimos Pedimos Sorrentinos a los cuatro quesos y lasaña con tuco, ambas porciones muy generosas, por lo que recomiendo no pedir entrada, ya que de postre pedimos flan casero el cual también fue de buen tamaño y de exquisito sabor La atención del mozo fue muy cordial, atenta y rápida (lo que nos sorprendió por la elaboración de los platos) aparte de buena onda El lugar es similar a una cantina o bodegón con muchas mesas juntas por lo que se torna ruidoso, no es feo visualmente pero tampoco destaca en su aspecto, sin duda es un punto a mejorar, pero tampoco le juega en contra Por afuera es un caserón muy grande que si uno pasa, excepto por el cartel superior luminoso por la tarde-noche y cantidad de vehículos a su alrededor pasa desapercibido Pensamos que el lugar era habitué de personas grandes o mayores, pero nos encontramos con parejas jóvenes, familias, amigos y todo tipo de personas y situaciones que no pensábamos que sería así La panera trae algunos panes saborizados similares a una maza de pizza muy sabrosos Hay un plato (el cual no se su nombre) que nos sorprendió porque el mismo dueño lo elabora en un extremo de la mesa del que lo pida (si o si por encargue previo), este consta de unos fideos preparados dentro de una horma de queso con varios agregados, nos pareció muy original, obviamente un show que vale la pena, aunque desconozco su sabor, y el precio no es mucho más caro que los demás platos que realmente están a un precio accesible aunque cobren cubierto realmente están en precio por la calidad y cantidad de comida que brindan Es un lugar para recomendar ir en familia, amigos, pareja o con quien sea y pasar un buen momento Tener en cuenta que si uno no reserva con antelación, el tiempo de espera puede ser realmente molesto sin contar el clima afuera, ya que no tiene un lugar de espera dentro y se llena rápido, recomiendo si...

No es un lugar para ir en verano. Esperamos dos horas en un mar de gente enojada y ansiosa. Ya sentados en la mesa, el mozo tardó no menos de 10 minutos en dar cuenta de nuestra existencia. No es culpa de él, estaban a mil y cansados.

Entrar enojado y cansado de la espera eleva la exigencia y la expectativa que uno tiene con relación al lugar, sesgo que probablemente define mi experiencia. Diré por ello que:

1. El lugar tiene el encanto de lo clásico: es un chalet grande con muchas mesas. No es lindo, pero tampoco es una desgracia. No hubiera pintado nunca las paredes de verde manzana, manteniendo el cielo raso blanco

2. Esperaba mucho más de la panera, más aun para un lugar así. Había unas galletas saborizadas que estaban dignas, pero el resto era medio pelo.

3. La entrada de rusa y crudo estaba insulsa, sobre todo la ensalada rusa: las papas estaban raras y la mayonesa medio líquida. La lengua a la vinagreta estaba bien.

4. El calzone, que supongo era su especialidad, estaba muy rico. La verdad que era una delicia. Grande y abundante.

5. Las gaseosas que nos dieron estaban naturales. Tuvimos que pedir hielo.

6. Los precios eran más que razonables; algunos, como los de los postres, llamaban la atención lo barato que eran a comparación con otros lugares.

7. No había cacio e pepe, que al parecer es una especialidad de la casa. No entendimos por qué no había y el mozo no estaba muy comunicativo con relación a ese tema. Así que no vayan creyendo que llegan y piden lo que vieron en Instagram o la fotito que vieron en google. Muchas veces eso no está disponible.

¿Volvería? No. Aun imaginando ir en invierno y no tener que esperar, creo que llamarte "El rey del..." pone la vara muy alta y no terminó de cumplir mis...