Mi nombre es Florencia y soy periodista. Quiero contarles mi experiencia en este local gastronómico. Esta vez voy a arrancar haciendo una crítica que espero que sea constructiva por el bien del lugar y de las personas que van allí. Fui para el día 14 de febrero, junto a mi novio, habiendo hecho una reserva de 3 semanas de anticipación. Fuimos con la vara muy alta porque leímos opiniones aquí y por la experiencia que ya tenemos en gastronomía oriental. Nos pasaron una carta especial de día de san Valentín antes de reservar, el precio por las dos personas con bebida era de 55 mil pesos. La presentación de la carta excelente. Nos pidieron una seña de 5000 pesos. Cuando llegamos había una alta concurrencia, nos pareció normal por el alcance que el local tiene en redes, teniendo en cuenta además que es un lugar relativamente nuevo. Al ingresar notamos mesas afuera, nos anunciamos y nos sentaron en la barra. Super incómodo por empezar, porque nosotros reservamos una mesa. Jamás nos aclararon que era en la barra que nos iban a ubicar. Luego nos enteramos por redes sociales que las mesas cómodas de afuera era para la gente que no reservaba sino que iba por orden de llegada. Sumado a eso, la pareja que estaba al lado nuestro perdió la seña, decidieron irse por la incomodidad. El aire estaba prendido pero no funcionaba y había un ventilador de pie que ayudaba a duras penas la ventilación. Pese a ser un lugar chiquito, la cocina no estaba bien separada del lugar donde comían los comensales por lo que el calor de la cocina se sentía desde donde estábamos sentados. La entrada, estuvo rica. Las gyozas fritas, si bien estaba especificado en la carta, NO se hacen así. Pese a eso no tuvimos inconvenientes. El mayor problema fue cuando nos trajeron los platos de ramen. Solo nos dejaron elegir la proteína entre cerdo, pollo o langostinos. Yo elegí cerdo, mi novio langostino. Mi ramen estaba pasable pero el de mi novio incomible. En un esfuerzo por no arruinar la fecha especial decidimos comer, pero llegó un punto en que mi novio no quiso más. Tenía aproximadamente 2 cm de ACEITE, el caldo. Los fideos no eran caseros. El chayu se desarmo apenas lo agarré con los palillos Yo enojada decidí hablar con quién nos había atendido. Esta chica de lentes nos explico que es normal que en los ramen haya aceite porque es un caldo hecho a base de huesos. Raro en el langostino que el caldo sea así si no tiene huesos. Pero como hemos ido a diversos lugares donde hacen ramen y nos han explicado como se hace es que decidí hacer una crítica constructiva, y plantearlo a lo que accedió a llevarse el plato y hablar con el cocinero. Luego volvió y nos dijo que había habido un error. Pero en vez de reparar el error económicamente nos ofreció 4 gyozas que las llevamos con disgusto. Y pedimos el postre para llevar. Pese a que acto seguido entregaron el postre a los demás comensales,se demoraron 30 minutos en traernos el postre y la cuenta. No creo haya una próxima vez pero hago esta crítica por el bien del local, porque tiene muchísimo potencial. La atención es buena. El lugar, si bien es chiquito está hermoso ambientado, y las barras son típicas de allá. Deberían aclararle a cada cliente dónde desean ser ubicados. Si en barra o en mesa. Para que no estemos codo con codo sin estar preparados mentalmente antes. Y sobre todo instruir, capacitar o cambiar al cocinero. Porque pueden haber personas que crean que el ramen es así, aún sea así , la gastronomía no indigesta cuando...
Read moreBueno, vamos por partes como Jack el Destripador...
EL LUGAR: Imagínense un containers del Mercado Norte pero con pretensiones de restaurante japonés. Es tan chiquito que parecía que estaba jugando al Tetris humano cada vez que me movía. Me levanté para ir al baño y sin querer le hice una llave de lucha libre a un chabón en la mesa de al lado. El pobre tipo pensó que era parte del "entertainment".
LA COMIDA: Hermano, he comido Maruchan de la estación de servicio a las 3 AM después de una noche épica, y TE JURO que tenía más sabor que esto. El ramen parecía agua de lluvia con fideos que seguramente compraron en el Día cuando estaban vencidos. El huevo tenía la consistencia de una pelota de ping-pong. Mi abuela, que en paz descanse, hacía mejor ramen y ni siquiera sabía que existía Japón.
EL SERVICIO: Los mozos parecían fantasmas pero más inútiles. Estuve 15 minutos haciéndoles señas como náufrago en una isla desierta para que me trajeran la carta. Cuando finalmente apareció uno, me preguntó si quería "el ramen de la casa" con una cara de que prefería estar limpiando los baños de la Terminal. Le dije que sí porque ya había perdido toda esperanza en la humanidad.
EL PRECIO: ¡20.000 MANGOS! ¡VEINTE MIL! Por esa guita me compro 47 Maruchan en el super, un huevo de campo del Mercado Norte, verduras del Paseo de las Artes, y todavía me sobra para invitarme un Fernet con coca bien helado. Encima tienen la audacia de sugerir propina. La única propina que merecen es que cierren y se dediquen a algo que sepan hacer!
COMPARACIÓN DEVASTADORA: Nakama Ramen existe y es 3.000 pesos más barato. Es como comparar un Ferrari con un auto chocador de feria. No hay punto de comparación posible.
CONSEJO DE HERMANO: Quedate en tu casa, comprate un Maruchan, agregale un huevo, unas cebollitas de verdeo, y convertite en el chef que este lugar nunca pudo ser. Tu paladar, tu billetera, y tu autoestima te lo van a agradecer. O, si queres salir, anda a Nakama Ramen.
CONCLUSIÓN: Este lugar es la prueba viviente de que no todo lo que brilla es oro, y a veces ni siquiera es bronce. Es más bien como aluminio oxidado con pretensiones.
Volvería? Solo si me pagan, me dan seguro de vida, y prometen que no va a haber cámaras filmando mi sufrimiento.
*PD: Si los dueños leen esto, no es personal. Bueno, sí, un poquito sí luego de esa...
Read moreVisite este lugar hace unas semanas en busca de una opción de ramen en zona norte! Que decir entiendo el esfuerzo y la apuesta de poner un negocio en estas épocas se súper valora pero bueno hay algunas cositas para mejorar.
Atención: Llegamos y nos sentamos en la mesa central justo se levantaba la gente que estaba ahí, nunca la limpiaron , estuvimos como 20 minutos para que nos tomaran el pedido.La persona que nos tomó no tenía idea de la carta ni dio sugerencias.
Comida: Empecemos con la entrada servir gyozas sin salsa de soja es un crimen , tampoco la ofrecieron El ramen bastante flojo el caldo faltaba consistencia estaba bastante rebajado , fideos con falta de cocción , el huevo no estaba curado en soja era un huevo hervido puesto dentro del caldo , la carne si estaba rica y abundante.La peor desilusión fue ver el tazón que tenía menos de la mitad de su capacidad , muy poco caldo ,particularmente tampoco tenía verdeo , estoy acostumbrado a que me sirvan ramen con mucha cantidad de caldo lo que hace que no se observen los ingredientes prácticamente acá fue todo lo contrario pero siendo el caldo el ingrediente estrella mezquinar en eso arruina el plato.
Por último y lo más molesto fue que demoraron 55 minutos en traer el ramen cuando literal el ramen es una comida rápida que se sirve Max en 10 min , no solo eso sino que trajeron los pedidos de todas las mesas que llegaron después que nosotros , se ve que se olvidaron de nosotros u algo pasó tuve que reclamar y luego lo trajeron. La bebida estaba caliente tuve que pedir varias veces hielo porque no se podía tomar.
Fuera de esto hay mucho para mejorar , se entiende la intención pero hay muchas falencias , y deben ser un poco más autocríticos ese día una mesa dio su opinión post cena y no fue bien tomado y tampoco aceptan las criticas constructivas.
Para finalizar tema precio realmente no lo vale incluso más caro que el otro lugar conocido de ramen que no voy a nombrar por respeto, de mi parte volveré a darles otra oportunidad en unos meses. Pero deben ajustar acorde a la calidad de producto/servicio...
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