El año pasado y en un paso de horas por Capilla del Monte, aproveché para merendar en un lugar que por su nombre, ya atraía mi espíritu de curiosidad, sumado a algunos comentarios que habia recibido y que aumentaban esa ansiedad por conocerlo y disfrutarlo. En aquella tarde de invierno, "Sabia que venias y preparé un pastel" estaba ocupado en su casi totalidad (sepan que el lugar, sin contar el patio, no es muy amplio), por lo que ocupé un lugar en uno de los 4 espacios bien diferenciados que posee y me predispuse a elegir. Esa tarde degusté su "Sabia que venias y te preparé un café" (una bomba golosa que lleva crema, nutella, chocolate y obviamente café) junto a su Torta Nougat (que definitivamente, te llevaba a cerrar los ojos y dejarte llevar por esa magnificencia de sabores, sonrisas y cosquilleos que la pastelería te genera en el alma)...pero, y acá es donde quedó mi cuenta pendiente, no pude descubrir el lugar como siempre me gusta cuando mi curiosidad me lleva hacia un punto, poder mirar y leer cada detalle, poder conocer su historia (aunque sea una escueta pista, que me lleve a empezar esa búsqueda) por lo que ese paso fue contundente en la experiencia de sabores pero no en una parte que es muy importante, sentir su impronta. Pues bien, el Miércoles pasado elegí almorzar y todo estuvo alineado para que pudiese descubrir a "Sabia que venias...", de otra manera, más detallada, más tranquila, sin tanto bullicio, eligiendo un rinconcito donde pudiera ver y sentir esa magia que es distinta y distintiva de cada lugar. Ese rinconcito que elegí es en donde nació la historia del lugar creado por Gabriela del Rio y Martin Maques, las dos almas que idearon un espacio donde la majestuosidad de su propuesta es un eterno homenaje a la cocina latinoamericana en fusión con la criolla acompañada de una pastelería que te lleva a la exuberancia, abundancia y riqueza (en calidad y cuidado de productos, en sabores, aromas, pasión y amor) con las que nuestras abuelas, nos educaron culinariamente. Sentarme en un rinconcito ni bien se entra al lugar te hace ver como "Sabia que venias..." fue creciendo pero también te hace recordar por sus detalles en la decoración (espejos enmarcados, paredes pintadas de verde pastel, lámparas de candelabros, veladores antiguos en sus pequeñas mesas, sillas thonet y algunas imágenes muy retrospectivas de la bakery de los años 50) a lo que era visitar la casa de nuestras abuelas con una mixtura a los clásicos bares o confiterias de pueblo. Sin lugar a dudas, en ese pequeño e intimo espacio nació la historia y esa magia que rodea a "Sabia que venias...". Y como todo crecimiento, el lugar fue anexando espacios (uno con mesas comunitarias, de maderones gruesos, rústicos, pizarras con recomendaciones de su inmensa carta...muy de refugio de montaña y con la premisa de compartir...saliendo de alli, el patio, que con sus plantas te envuelven en la naturaleza de disfrutar de cada sabor en comunión con el aire de Capilla del Monte...y el último espacio: el que te regala la vista al cielo, su terraza con impronta de atardecer junto a una cerveza y alguna de las innumerables y deliciosas opciones que se proponen). "Sabia que venias..." tiene una propuesta para cada momento del dia y a la vez, todas conjugan perfectamente para la hora que llegues...sabores y aromas bien marcados, que te treaen recuerdos de la infancia, de ese amor con el que se hacen las cosas y con esas ganas de volver, porque vas a ver que su enorme carta siempre te deja agendado en tu memoria lo que vas a elegir en la próxima visita, como me ocurrió a mi!. Gracias con todo mi corazón a todo el equipo de "Sabia que venias..." por su atención y muy especialmente a Gabi del Rio, que tuve el placer de conocer, hablar un ratito con ella y ver que en su gran sonrisa, escuchar cada palabra de ella, está como dije antes una de las almas que generan la magia del lugar, falto conocer a Martin (la otra alma!) pero será la exquisita excusa para volver...espero "Sepas que vuelvo y me prepares un pastel" ja ja ja... A tentarse...
Read moreOVERALL: GOOD SPOT FOR CASUAL MEAL. NOT FOR BUDGET MEALS. Even if it is officially a cafe, the atmosphere was good even for a casual dinner. Personally, not for very special occasions. The portions were generous. Although, there was something wrong with the taste. Took a fish baked with shredded potatoes and cheese. It was a bit greasy but still satisfied. Ordered a soup with pumpkin and peanut, not exceptional. The servers were very friendly and they offered some olives and croutons as appetizer. The prices were according to the service, not for...
Read moreBondiola was very sweet and rich. The hamburger was good as well. Didnt have time for dessert. Will go back again. They accept debit cards but will need to tip in cash. Waiters were half there. They lost points when they didnt offer dessert or the check or a farewell when leaving. I almost didnt tip them but he recommended the Bondiola and that made the night. Great space. Maybe keep up on the toilet paper in the bathroom....
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