La Piojera — Restaurant in Municipio de Río Cuarto

Antes de arrancar, nos convidaron pancitos de diversos tipos con un dip de queso crema y ciboulette. Como plato principal pedimos spaghetti nero con frutos del mar. La porción enorme y con abundantes bichos. La pasta estaba al dente y con el típico sabor de la tinta de calamar pero sin ser invasivo, acompañada de una crema super sencilla para acompañar los sabores más fuertes: los de los mariscos. Tentáculos, mejillones en su concha y langostinos, se notaba que estaban frescos y bien preparados, no estaban pasados. Un poco de perejil fresco terminaba de realzar los sabores. Acompañamos con una birra amber lager Patagonia que estaba helada, no es el maridaje típico pero juega. Sobre los precios, la verdad que son acordes a lo que se sirve. Este plato estaba 1100$ y la verdad que me parece más que bien, es algo que usualmente no cocinamos en casa, con productos buenos y abundante. Obvio que no es algo que diríamos barato, pero una hamburguesa común sale al rededor de 800 pesos, si comparamos la verdad esto tiene mucho más...

Fui con mi familia el 25/03/2022 a cenar. Mi madre no tolera bien las harinas por lo que la moza le sugirió uno de los platos sin tacc. Sirvieron los demás platos pero el de ella no, por lo que debimos recordarte a uno de los mozos que se lo habían olvidado. Cuando por fin lo traen a la mesa nos encontramos para nuestro asombro con una bandeja de plástico (esas de viandas) derretida en sus costados con algo con aspecto muy desagradable en su interior, no se distinguía que podía llegar a ser (supuestamente roulet de pollo) ni nunca lo sabremos porque por supuesto mi madre se nego a probarlo y lo devolvió. Una total falta de respeto presentar un plato así además de un riesgo para la salud ya que el plástico se encontraba derretido. Finalmente le trajeron un filete de pescado el cual parecía hervido con unas papas, sin un toque de decoración. Mi madre es de Córdoba y me dió vergüenza este restaurante de Rio Cuarto al cual fuimos por sugerencia mía. Adjunto...

Es un lugar donde comes pero sin hablar, ya que la música es muy fuerte y está muy oscuro. La espera para tomar algo al llegar es de mínimo 20 minutos y después de ordenar la comida es mínimo media hora con suerte que la traigan rápido. El precio-calidad en la comida deja mucho que desear, ya que es muy caro para lo que ofrece. (La comida tiene mejor pinta que sabor) Si bien el menú es extenso, solo tiene una alternativa vegetariana (hamburguesa vegana) y encima los viernes y sábado no hacen ese tipo de platos. Y no hablemos de la panera que dan para que piques mientras esperas, ya que si te la terminas te cobran por cada vez que pedís pan. El mozo un amor, hacía lo que podía pero el resto no lo acompañaba para nada. El ingreso al local es complicado para una persona que tenga sillas de ruedas o muletas es complicada, ya que es estrecho y las mesas están cerca unas de otras. Los baños nada fuera de lo común. La experiencia no fue buena y por eso no...