Fui por primera vez y es la primera vez que antes de ir a un lugar lei laa reseñas. Esta montado en una hermosisima casa antigua con una carpintería espectacular. Tanto la chica de percepción como el mozo que nos atendieron 10 puntos. Muy atentos y amables los 2. Nos ubicaron en la paete de arriba que a mi gusto es mas linda y como no habia nadie, mas tranquila. Los platos son abundantes, tal vez para compartir pero depende de cada plato. De todas formas hay opciones de compartir como parrilla de mar o milanesas enre otros. Pero como gordo profesional confirmo que son abundantes. Hasta todo rosas pero cuando vino la comida empezo el problema. Pedimos un lomo relleno con pure con panceta y verdeo por un lado y por el otro sorrentinos de panceta,camarón y muzzarella. La salsa te las cobran aparte y salen casi lo mismo que los platos. Estaba poco mas de $500 la pasta y $350 la salsa. Los 2 platos vinieron en menos de 10 minutos. Problema 1) Era una salsa de crema con champiñones y hongos de pino. Traia 5 champiñones de lata cortados en rodajas que no hacian ni un hongo. Y de hongo de pino trajo una lonja nomas ( esta misma queja habia visto en otras reviews). Igual fuera de eso como dije, el plato muy rico y abundante. Problema 2) Por el otro el pure estaba frio y petrificado. Lo mismo con la carne estaba fría, seca y el relleno congelado. Se notaba a la legua que no era fresco. Yo entiendo los tiempos de los resto pero prefiero esperar 30 o 40 minutos y que se prepare bien en el momento. Especialmente con el precio que estaba alrededor de $1300. Muchos lugares te preavisan cuando un plato lleva tiempo, se espera y punto pero llevar ese plato a la mesa no. Lo dejamos prácticamente entero porque estaba incomible y todos sabemos que pedir que recalienten o cambien un plato es un arma de doble filo. Postre no llegamos a probar. Si es verdad como lei que no hay alcohol en gel en las mesas ni en el baño pero si están todos con mascarillas y te rocian alcohol al entrar igual a mi me importa 3 belines eso. Problema 3) evasión al dia, no te entregan factura ni ticket. Si pagas con debito es atraves de mercado pago y te llega el comprobante de transacción pero no la factura de tu consumo. Ptsss AFIP aca!!! Precios no se porque aca en la Argentina no hay balance te sale lo mismo tomarte un cafe con un amigo que un kilo de asado. En nuestro caso gastamos $2.500 2 personas. Juzguen ustedes.
Postre no probamos asi que no puedo opinar. Fuera de esos traspiés lo recomiendo. Volvería?? Si. Pero no en lo inmediato pero por una cuestión personal de ir conociendo lugares nuevos. Si volvería a futuro a darle la oportunidad a los pescados y probar los sorrentinos de cordero que ese dia...
Read moreReservé a mitad de agosto para festejar mi cumple ayer ( 6/10 x la noche) lo hice con tiempo para poder abonarlo en varios meses.Me atendieron bien pero esperé una semana que me manden la propuesta por wsap y regresé para recordarlo ; que no me habían mandado lo acordado.A partir de allí cada vez que pasé dejaba abonados varios cubiertos y rechequeaba la reserva ( menú elegido, día y horario).El día del evento ( para 15 personas y en el salón de arriba) mi marido fue una hora antes a preguntar si podía llevar las tortas y unos globos y le dijeron que la reserva era a las 21, él le recordó que no; y también le dijeron que vaya un rato mas tarde a llevar las cosas y ya se quede para la decoración que llevaba.Cuando volvió le dijeron que se vaya que ellas colocaban todo. Como vivimos muy cerca no hubo problema en ir y venir en esos momentos.Al llegar no estaba ni el cartel de feliz cumple prometido, ni el sillón del agasajado prometido, la moza inflando el globito de 50 años , preguntando cuántos éramos porque estaban terminando de poner la mesa. La atención de las dos mozas muy buena, las porciones del plato principal abundante ( la ternerita tiernizada excelente), los postres demoraron pero ricos, y luego torta y brindis.Me parece que para organizar el evento faltaron detalles que con un poco mas de onda y simpatía se solucionaban ( agarra el cartelito y escribilo, subí el sillón que estaba abajo vacío. limpia le baño...). creo que se equivocaron en el horario de mi reserva y se echaban la culpa unas a otras; por supuesto que las mozas no tiene la culpa y creo que la persona encargada no hizo su tarea y ademas poca reacción para mejorar la situación.Eramos los únicos en todo el restaurante , tampoco era cierto como le dijeron a mi marido que había otra reserva a las 21 ( cuando bajé a avisarle que el baño perdía agua y se mojaba la ropa al ingresar, confirmé que estábamos solo nosotros en todo el local).Recomiendo el menú pero no volveré a realizar evento ni reserva allí.Mala comunicación por parte de quien lo maneja y se encarga del local, pues no pude hablar con ninguna otra persona que no sea ella y era la responsable de todo lo que salió mal y ella misma me ofreció para contratar.Me costó mucho poder pagar ese evento y no son confiables que llegues y disfrutes...mala...
Read moreMi madre y yo decidimos disfrutar de una comida fuera de casa y optamos por una milanesa clásica con papas fritas. Mientras esperábamos, nos deleitaron con un pan cuya mezcla de crudo, frío y salado definitivamente rompía con cualquier expectativa gastronómica convencional. Las servilletas de tela, en tanto, venían con un toque vintage: usadas y con manchas que parecían pertenecer a la colección privada del restaurante.
Cuando llegó la milanesa, la porción era ideal… para quien estuviera haciendo ayuno intermitente. La carne presentaba un tono rojo tan intenso que, sinceramente, no sabíamos si cortarla o llevarla al veterinario. Pedimos amablemente un reemplazo, y en un giro inesperado, la moza decidió hacer un truco de destreza: dejó caer la nueva milanesa al suelo. Un toque de dramatismo que, sin duda, no esperábamos.
Finalmente, logramos recibir la milanesa de reemplazo, aunque, al parecer, el concepto de “cocción” seguía siendo un enigma en la cocina. Pedimos la cuenta y, en un acto de justicia poética, abonamos solo la bebida y el servicio de mesa, que, al menos, llegó bien cocido y sin pasar por el piso.
Afortunadamente, terminamos nuestra experiencia culinaria en un lugar con menos pretensiones pero mucho más sentido común: una sucursal de Big Points. Tal vez no contaba con la estética “italiana” del restaurante anterior, sin patas de chancho colgadas del techo o calefones decorativos, pero al menos allí tenían un talento sorprendente para algo tan complejo como cocinar. Disfrutamos unos nuggets de pollo y una ensalada César, servidos por chicos muy generosos, que no solo sabían lo que hacían, sino que, contra todo pronóstico, lograron la hazaña de no dejar caer la comida al suelo. Un toque de excelencia que, sinceramente, ya no...
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