Café Paz Resto — Restaurant in Quilmes

He ido a este lugar varias veces comer al mediodía cuando paso por Quilmes. El defecto habitual es el tiempo que tardan en atenderte, en traer el pedido, en traer la cuenta... Y es especialmente desagradable ver como hay gente que va llegando después, que son conocidos del lugar porque saludan a todos efusivamente, y que reciben todo en pocos minutos. Pero la relación calidad/precio resultaba aceptable, el ambiente agradable y por eso hoy estando en Quilmes volví a ir. Me sorprendió ver mucha menos de lo que siempre me encontraba. La espera fue un poco menor a la habitual. Pero cuando me trajeron la cuenta entendí el porqué: han aumentado sus precios muy por encima de las otras cafeterías de ese rango. Obviamente, nada mejoró para justificarlo. Al contrario: el postre eran duraznos en almíbar. Me trajeron una mitad entera y pedazos. Nunca vi que en una lata vinieran pedazos, siempre son mitades impecables. Sólo se me ocurre que me preparan la copa con restos de duraznos dejados en otras copas. Un asco. Ha sido mi última vez ahí. Y respecto a las respuestas del dueño, sería mejor que buscara solucionar y mejorar en lugar de alterarse y buscar la manera de desautorizar a quienes lo ponemos frente a sus defectos,...

La comida muy rica y llenaba bastante, solo criticaría los scones de queso, que tenían casi que nada de sabor y parecían comprados, por la textura, el jugo de naranjas bastante decepcionante, parecía pasado, y el café no me convenció mucho, el resto re bien. La verdad que hay muy buena relación calidad precio, está hasta barato, se podría decir (pedí una merienda completa para dos). Las chicas muy copadas, nos atendieron bien, llegó todo rápido, solo que eran un poco torpes, a una se le fue de costado una torta, y la otra casi que nos tiró así nomas los cubiertos todos juntos. El ambiente agradable si querés estar adentro, afuera es muy a la calle y da un poco de miedo por la inseguridad. Los baños muy chicos e incómodos, y el chico de limpieza una mala onda. En general...

Al menos dos veces por semana disfruto una merienda en el lugar, la verdad siempre la atención fue correcta y las medialunas exquisitas. Ayer con gran sorpresa me encuentro con que la mitad de las mesas y sillas que se ubicaban bajo la pérgola de la calle habían sido desplazadas sobre la vereda impidiendo el paso peatonal, ocupando (imagino una persona con silla de ruedas intentando transitar) el paso normal de los vecinos de la zona. Mesas ocupadas con 4 o 5 personas haciendo casi imposible desplazarse por la vereda. Ni hablar de los comensales que ocupaban las mesas bajo el techo de la galería, tenés pegadas las mesas de la vereda con fumadores, gritones, mal educados y todo tipo de gente compartiendo prácticamente tu mesa. Un desastre....de quien...