SINFIN BODEGÓN RAMOS MEJÍA — Restaurant in Ramos Mejía

Fui con mi novia a almorzar un domingo al mediodía. El lugar esta bien ambientado, con una decoración agradable. El trato del personal fue muy bueno en todo momento. En particular, la moza que nos atendió, Azul, tiene mucho carisma. Para tomar pedimos 2 limonadas, una de menta y jengibre y otra de frutos rojos. Ambas estaban aceptables. De entrada, pedimos 2 empanadas de vacío y provoleta que estaban muy ricas. De plato principal, nos pedimos el risotto azafranado con osobuco y bife de chorizo relleno con morrón y gruyere, acompañado de un mil hojas de papa y tomates confitados. El risotto la verdad que tenia mucha pinta pero quedo flojo de sabor, al igual que osobuco. El bife de chorizo estuvo aceptable pero no me llegó a convencer. Lo que si es para destacar lo rico que estaba el mil hojas de papa. Luego de terminar los platos principales, tardaron increíblemente mucho en venir a retirar los platos de la mesa y preguntarnos si queríamos algo mas (motivo por el cual califico con 4 estrellas el servicio). Luego de la espera, nos pedimos de postre un volcán de chocolate con helado que llego roto. Debido a esto, nos invitaron el volcán (punto a favor para el bodegón). El volcán tiene un buen tamaño y estaba rico. En total gastamos 57700. Por último, antes de irte te invitan con media frutilla para que puedas bañarla en la cascada de chocolate al salir. Creería que el bodegón a lo mejor se destaca solo por sus milanesas que salen en Tik Tok ya que es lo que la mayoría de las personas suelen pedir. Si es que algún día vuelvo, iría solamente a probar esas milanesas y ver si realmente...

Llegamos al lugar por recomendación de una influencer. Realizamos la reserva 15 días antes, la misma es bastante detallada y se pide se cumplan las condiciones: estar puntuales pues no hay tolerancia de horario, y solo se puede ingresar a la reserva con el 80% de la concurrencia. El lugar se vende como un bodegón más que nada por la abundancia en los tamaños de sus platos los cuales son para compartir, porque por el estilo y el tipo de atención es sin dudas un restaurante ! El personal es completamente joven, fuimos atendidos por Mateo muy atento el en todo momento nos brindó una buena atencion, los platos que se piden salen muy rápido (tiempo aprox. 10/15 min). Todo nos pareció muy rico, de calidad y abundante. Comenzamos con unas empanadas fritas de vacio en su punto justo, recién cocinadas, bastante grandes pero a su relleno le hacía falta ese toque para ser excelentes ! Estaban ricas ! Compartimos luego una tortilla sinfín y un alfajor *El gordito ! La mesa y la vajilla estában perfectas para el tipo de ambiente y el servicio de mesa es normal. De cortesía nos trajeron una porción de papas fritas (muchas gracias !), bebimos un par de vinos, cerveza y gaseosa grande para cerrar terminamos con flan casero y café en jarrito... En promedio me pareció una cuenta cara... unos $34.000 por comensal (incluyendo propinas) Como fin, te invitan con un pincho de frutilla para que pases por la fondue de chocolate y te vayas saboreando algo dulce... Creo que apuntan a la exageración en sus platos para compartir, pero para mí está sobrevalorado. Recomiendo la experiencia pero...

Hice una reserva para celebrar mi cumpleaños. Al llegar, la reserva no estaba registrada pero afortunadamente solo tuvimos que esperar unos minutos para entrar. Me habían dicho que por ser mi cumpleaños tendría un brindis sin cargo y postre banana split (mi favorito y un gran motivo por el que fui) y finalmente en lugar de darme eso, me dieron una copa de frutillas con crema. Desconozco si fue porque no tenían registrada mi reserva o por qué razón. La realidad es que no me quejé ni lo mencioné por el simple hecho de que con la comida habíamos quedado LLENISIMOS, sin embargo fue algo que me decepcionó un poquito.

Para empezar nos trajeron un rico pan con un aderezo casero. Éramos 4 y pedimos una empanada de vacío y provoleta para cada uno (espectaculares, recomiendo), bastoncitos de muzzarella que también venían 4/5 (no me gustaron mucho y la salsa para acompañar estaba fría) y la tortilla rellena de milanesa napolitana (una LOCURA de lo rico y gigante. De hecho decía comen 2 pican 3 y nos sobró la mitad). Para tomar gaseosa de litro y medio. Gastamos menos de lo que creíamos con todo lo que pedimos, algo así como $17.000 por persona.

Para terminar te dan una frutilla para mojar en la cascada de chocolate (hubiese sido más lindo si no me traían la copa y sí el banana split 😭)

Por último pero no menos importante, el personal del lugar es muy bueno. La gente es súper amable, servicial y a disposición...