Hacía mucho que no iba y tenía ganas de volver. Fuimos en la Quincena de los Boliches Históricos que se desarrollaba del 1º al 15 de julio de 2019 en 11 Bodegones de Rosario. En La Marina promocionaban menú para dos personas con entrada (empanada de pescado), paella y postre (flan o helado), una botella de vino (más una de regalo) y agua mineral, por $900, con servicio incluído. Resulta que pedimos eso y si uno sacaba la cuenta y sumaba los precios de la carta el costo total era menor al menú promocional. Le dijimos al mozo y nos explicó que la diferencia la hacía la botella de vino de regalo, a lo que le contesté que yo no iba a un restaurante a comer por una botella de vino más o menos, sino por la calidad de su comida. El lugar sigue manteniendo su ambiente tradicional, han mejorado las instalaciones, e incluso ahora no te vas a tu casa con olor a comida como antes. Tiene una clientela fija que los sigue desde hace mucho tiempo y se nota. Los clientes conocen a los mozos de toda la vida, se desarrollan charlas muy amenas, la atención es excelente y está siempre lleno. Hay que tratar de ir temprano o esperar, no aceptan reservas por teléfono. Los precios realmente son muy buenos y están todos a la vista en al carta y en una cartelera. Pero más allá de lo del engaño del menú promocional, lo que más me decepcionó fué el hecho de que la paella no estaba riquísima como yo esperaba. Estaba poco sabrosa. La empanada de pescado directamente no tenía gusto a nada. Si la paella hubiese estado rica no me importaba nada, pero no fué así. No le pongo menos puntaje porque pedí cambiar el postre del menú por una zingarella, postre tradicional que me encanta y lo hacen muy rico aquí, y si bien primero hubo cierta retinencia por parte del mozo, finalmente me lo trajeron. Además pedimos unos canelones de verdura y pollo y dos bochas de helado. Los canelones también estaban desabridos. Otra cosa para decir es que en la carta hay una parte de platos de invierno dónde se incluye fabada asturiana, guiso de lentejas, etc., y sólo había locro, porque era 9 de julio. O sea tampoco mantienen los clásicos de la carta más allá de la paella, y estamos en pleno invierno. Una lástima, igual les daré otra oportunidad...
Read moreEl equipo @bodegoneandorosario 🐷 esta vez visitó Restaurante La Marina ubicado en 1 de mayo 890. El lugar es muy pintoresco, está ubicado en subsuelo, por lo que de afuera solo se ve la puerta de entrada. La ansiedad es algo que caracteriza a este grupo, por lo que ya de antemano chusmeamos la carta online para ir con una idea de qué pedir.
Entrada: fuimos por unas rabas, a excepción por el fundamentalista de la pizza que se pidió una empanada de pescado. Las rabas fueron lo mejor de la noche, crocancia justa, abundante porción y mucho limón para tirarle (importante). La empanada de tamaño generoso, buen relleno, todos quedamos más que conformes con la entrada.
Plato principal: tuvimos que cambiar nuestra primer elección porque no había surubí ese día. El fuerte de este lugar es la paella, pero andábamos con ganas de otros platos, aunque los comentarios sobre la misma son muy positivos. Dicho esto, fuimos por, pejerrey a la marinera con papas y puré (marinera es lo mismo que escalopes? sacanos esta duda en comentarios). Punta de vacío con papas y boga con espinas y con papas (team papa en todas sus variedades). Todo abundante y bien cocido, único detalle para decir, es que el pejerrey quedó con escamas, pero era rasquetear un poco nomás, así que nada grave.
El postre va a un estómago aparte, por lo que a por él fuimos, acá nos dividimos, dos flanes con dulce, y dos brownie con helado. Ambos estaban muy ricos, el flan con abundante dulce de leche y el brownie de buen tamaño, se podría compartir tranquilamente, pero nosotros fuimos por uno cada uno, como dijimos anteriormente, el postre tiene un estómago aparte.
El precio es accesible para todo lo que comimos, los platos muy buenos, el punto fuerte fueron las rabas, lo mejor que probamos en esta cena y en este viaje gastronómico que tenemos sobre nuestras espaldas.
BUEN...
Read moreEs un lugar mágico.. llegas y al principio solo ves unas ventanas por el piso.. q te da la idea del bodegón.. un salvavidas circular hacen de cartel para indicar la entrada... pizarras marcan los distintos platos que hay en el día... bajas una escalera y te encontras con los olores de cocina, que en mi caso me recordó a mi abuela... no estuve aún en España.. pero aseguro que los aromas y los sabores me transportaron al comienzo de mi infancia donde me quedaba en casa de los abuelos. Los techos abovedados entre vías de tren y ladrillos formando una curva traen el recuerdo del tiempo del edificio. No esperen lujos, solo buena gente y una excelente comida. Arrancamos con una entrada de rabas de un tamaño generoso para compartir. Por mi parte comí una fabada .... espectacular y simple al mismo tiempo. Mi pareja comió un Pacú de Río... no de criadero no tardó en aclararlo ni bien lo pedimos. Se notaba por su tamaño y sabor.. era como una lonja de lomo de salmón.. con piel bien dorada x debajo.. con su justo condimento por arriba carnoso, jugoso , como un bife de chorizo... La verdad, un lugar que uno se siente como en casa, come excelente y los valores son más que razonables en comparación con...
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