Las Viejas Cochinas — Restaurant in Talca

Mucho habíamos escuchado sobre la picada de Las Viejas Cochinas y esperábamos con ansias encontrar una buena relación precio/cantidad/calidad, o al menos precio/cantidad y un ambiente entretenido de picada, sin embargo no cumplió con las expectativas.

Llegamos después de varias horas de viaje directo al local a almorzar tipo 15:00 horas. El local se ve como una picada, aunque no había música ambiental ni en vivo. Entramos alrededor de 10 personas y a pesar de que no estaba para nada lleno, nos quedamos esperando a que se acercara alguien para indicarnos dónde podriamos sentarnos todos juntos sin incomodar a nadie. Al pasar el rato tuvimos que llamar a un garzón y pedirle que nos guiara, lo que hizo de mala gana. Se notaba que no le agradaba la idea de atender a un grupo de 10 personas.

Finalmente nos llevó hacia un ala del local que estaba más allá y nos juntó un par de mesas para que tuviéramos espacio todos. Se demoró 20 minutos en volver a tomarnos la orden (de mala gana, con poca paciencia y poniendo nada de su parte). Tomó la orden de comida y no nos ofreció nada para beber, si no es porque parte de nuestro grupo lo detuvo antes de irse, nos habríamos quedado sin pedir bebestibles.

Los pedidos llegaron de a poco (lo que es entendible por nuestro grupo grande), lamentablemente a una persona de nuestro grupo le trajeron su sandwich mucho después, por lo que tuvo que quedarse mirando al menos media hora.

Cuando ya trajeron todos los platos nos quedábamos esperando si es que algun garzon se acercaba a la mesa, pero parece que todos se mantenían en el sector principal del local (a pesar de que a esa hora ya no habían tantos clientes) y ni se asomaban al ala donde estábamos nosotros. Por lo que tuvimos que esperar un largo rato para agregar bebidas adicionales al pedido.

Comida: ★★★★★☆☆☆☆☆ Disintos pedidos reflejaron una calidad bastante promedio, solamente decente. Varios pidieron sandwiches, otros completos, papas fritas, etc. En los sandwiches y completos el pan se sentía añejo y frío, ni siquiera lo calentaron a la plancha. Solo se mantenía tibio cerca del contenido. Algunos de nuestros compañeros reclamaron que dado que Talca es conocida por sus completos mojados, esperaban poder comer un "completo mojado" de Talca en el local y no fue así. Las papas fritas, decentes, pero nada del otro mundo, podrían haber sido más generosos con la cantidad, siendo una picada popular. Las bebidas no estaban frías, a pesar de sacarlas de las heladeras de pie y hacía calor, así que extrañamos una bebida fría.

Los precios eran muy iguales a cualquier otro restaurant, no vimos descuentos interesantes por picada popular y sin embargo el entorno no refleja la calidad de un restaurante promedio

Para finalizar, si bien no fue la peor experiencia, la experiencia se sintió insatisfactoria, sensación que era solo acentuada tras un largo viaje. La atención en esta oportunidad dejó mucho que desear, el joven garzon que nos atendió claramente no tenía intención alguna de atendernos y para él fuimos un "cacho". La comida, dependiendo del plato, entre decente, promedio y en un caso, desabrido. Siendo muy honesto, ese nivel es esperable de un local pequeño y poco conocido en una parada de camiones en medio de la carretera, pero esperábamos más de un local popular.

Esta fue nuestra bienvenida a la ciudad y nos quedamos desenado que no fuera un reflejo de nuestra experiencia final en...

Fuimos el domingo pasado, ya que una de las personas que asistió fue hace unos años y nos recomendó el local, pero la verdad fue una decepción. Primero entrando nadie explica la forma de trabajo, que unos garzones solo sirven y otros toman la orden, debido a que llegó un chico a tomarnos la orden,pero recién nos habían dado la mesa, entonces debíamos revisar la carta, por ende,nos limpio y se retiro(probablemente a atender otra mesa,lo cual está bien), luego cuando revisamos la carta y decidimos que comer, le hicimos por 10 minutos señas a otros meseros que están en el local,los cuales miraban e ignoraban, hasta q uno se acercó y nos dijo que ellos solo sirven y debe esperar a que vuelva a ir alguien a tomar el pedido, pero ni siquiera él dio aviso al mesero como se lo pedimos, luego de un rato vuelve el mesero toma el pedido. Cuando nos traen la comida fue una total decepción, las sopaipillas no son caseras como antes, son prefabricadas, el chancho en piedra solo era tomate con un poco de ajo, no tenía ají, ni cebolla nada más. Pedimos una pichanga sureña la cual no tenía papas fritas,había que comprar una porción aparte, es PRIMERA VEZ que pido pichanga sureña y no trae papas, en Chiloe, Puerto Montt, panguipulli,Valdivia,etc siempre las traen, además, venía helada a tal punto que la carne tenía la grasa blanca formada. Por lo anterior solo nos queríamos ir, ya que comimos muy poco, también porque habían varias avispas dentro del local lo cual hacía más incómoda la visita,pedimos la cuenta y el señor que acomodaba a la gente nos dice “si,voy” y nunca apareció, esperamos 15 minutos y nadie venía,me acerco y le consulto a un Garzón de los que servía y me dice “debe ir directo a caja con su número de mesa”. La verdad no me molesta pararme a pagar,pero tal vez debería decir apenas uno entra como es en funcionamiento del local, que hay garzones que toman el pedido, otros que solo sirven y que la cuenta se paga en caja. Aunque sinceramente no volvería a ir, ya que la comida no...

Comida: rico y sabroso. Probamos chancho en piedra con pan amasado, sopaipillas y pollo mariscal. La porción es contundente, en el caso concreto, éramos 4 adultos y 1 niño de 5 años y quedamos muy bien. Precio/calidad: bueno. Lugar: es una picada no muy linda, se podría mejorar pero no es algo esencial. Tiempos: Nos sentamos inmediatamente, se demoraron 10 minutos en atendernos (gracias a nuestra insistencia), 15 minutos se demoraron en traer el chancho en piedra, pan amasado y sopaipillas y 25 minutos se demora el pollo mariscal. Hora de llegada: 15:25 hrs. Hora de salida: 16:45 hrs. Atención: lejos, el punto más débil del lugar. Nos atendió José, quien no se presentó, no saludó, a la pregunta “que sugiere del menú?” Respondió “ahí pueden ver el menú”. Es una mala experiencia de entrada, estuvimos a punto de irnos por este detalle no tan detalle al final del día. Al pagar, le comenté a la señora de la caja (creo que es una de las dueñas), pero no me pescó mucho ni me pidió disculpas por la pésima atención de José. Al salir, conversé con el joven que pide los pases de movilidad y un mesero de anteojos, quienes recepcionaron muy bien mi comentario y fueron extremadamente amables. ¿Volvería?: si, pero me sentaría en una mesa de la terraza, ya que los meseros de ese sector...