El Caramelo — Restaurant in Coahuila

Se llevan una estrella por que lo único que se salva es el café que sirven aquí. El servicio es malo, desde que llegas como te ven te tratan, no te saludan, todo muuuuy tardado, hora y media esperando un taco que llegó frío, las tortillas que tanto presumen se rompen con solo agarrar el taco y si pides de diferentes guisos no te los llevan juntos, te llevan taco por taco y terminas con una colección de platos por que tampoco te retiran nada de la mesa. Tuve la desgracia de que me saliera un pelo en un taco de barbacoa y cuando le notifique al mesero no se ofreció a cambiarme el taco, solo pidió una disculpa que hubiera preferido que no me dijeran nada, al resto de platos solo de sabores muy simples, nada espectacular, el chocolatín sabía a pasta de dientes, muy raro. Debido al mal servicio solo dejé el 10% de propina y terminé con una jetota de parte del mesero y de inmediato me arrepentí de haber dejado ese porcentaje. Si tengo la opción de desayunar aquí o mejor comerme un taco de vidrio, prefiero mil veces el taco de vidrio, mejor aplico la de en la casa hay huevo jsjsjs No hay estacionamiento, el lugar está escondido y la calle para llegar no está fea, está CULERA,...

Veníamos con mucha apertura y curiosidad, principalmente para probar el restaurante antes de ponerlo como sugerencia para nuestros huespedes del Airbnb. Esta fue nuestra experiencia: no se pueden hacer reservas el mismo día. si ya vas en camino, no hay manera de que te pongan en la lista de espera. los lugares para hacer fila son insuficientes ( un banquito) y a la mayoría les toca esperar afuera en el sol. el tiempo de estancia en el restaurant tiene que ser de máximo 1h30 ( según su publicación de Instagram) las bebidas llegaron después de 20 minutos, los platillos después de 45 minutos. a los 20 min aprox ya vinieron a preguntar si se ofrecía algo más (o implícitamente ya la cuenta, con la que se tardaron otros 15 min) Comida: pedí unos chilaquiles con pollo ( extra) encontré un solo pedacito de pollo rayado, mezclado con el queso rallado. Cuando pregunté me dijeron que se confunde mucho con el queso porque está rallado, pero que ahí está. para gratinar los chilaquiles son $40 extra.

La impresión general que me dejaron es: -el restaurante ha crecido muy rapido y ahora se muestra muy arrogante, ha perdido totalmente el enfoque...

El servicio deja mucho que desear, te toman pésimo la orden. Pregunte si la salsa verde de chilaquiles era cremosa poblana o de tomatillo y me dijeron que cremosos poblanos, claro que no eran así, si eran ácidos de tomatillo y a mí no me gustan de esa forma. Total dije igual están ricos y así los como. (No estaba nada rica la salsa así que me comí los huevos y dejé todo lo que pude de sus chilaquiles y frijoles sin sabor). Pedimos el otro desayuno, chilaquiles con pollo y huevos (pollo y huevos como ingrediente extras) pues trajeron los chilaquiles y a parte 2 huevos con salsas (que cobraron como huevos divorciados, como otro desayuno, entonces de ser 30 pesos de ingrediente extra pasó a ser $150 por 2 huevos.) Carísimo considerando lo que se consumió y la calidad de alimentos. Mil veces otro lugar en donde gastar el total de la cuenta en 2 personas pero salir contento y satisfecho: Su salsa roja si está rica y es lo único qgradable de decir, el lugar está cool tmb y su repostería se veía rica, OBVIO ya no quisimos pedir...