Chili's Pachuca — Restaurant in Hidalgo

¡UNA RONDA DE DISCRIMINACIÓN, CHILI´S INVITA!

El pasado jueves 16 de enero del presente año, mi amiga Magdalena, fue a cenar a Chili’s Pachuca, ubicado cerca de Plaza Bella.

Durante la estancia, todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que fue por 3ra vez al baño de mujeres y un hombre, desde afuera, comenzó a gritarle de manera agresiva que "se había equivocado de baño". Ella respondió muy tranquila que era mujer y que no se había equivocado. Cuando salio del baño, ese mismo hombre se encontraba dentro del baño de mujeres en una posición claramente intimidante. Le pregunto si tenía algo que decirle y me respondió, nuevamente, que no podía estar ahí. Una vez más, se le explico que sera mujer y que no se había equivocado. En ese momento, una de mis amigas entró para respaldarla, confirmando lo que yo decía. Solo entonces, y de manera evidente, el mesero decidió "creerme".

Nos dirigimos a nuestra mesa, pero la incomodidad y molestia seguían presentes. Minutos después, el mismo mesero se presentó como gerente y le expusimos la situación. En lugar de ofrecer una solución adecuada, continuó haciendo comentarios fuera de lugar y, para nuestra sorpresa, llegó a referirse a ella como una “persona desagradable”. Según él, ese era el motivo por el cual había ido al baño, ya que supuestamente otra mesera le había informado que un hombre había ingresado.

Cuando estábamos a punto de pagar la cuenta, llegó la verdadera gerente de la sucursal, Yadira Marin, porque el mesero había mentido diciendo que él era el gerente. Su actitud parece haber sido un intento para encubrir su falta de respeto y evitar que sus acciones tuvieran consecuencias.

La gerente ofreció disculpas y mencionó que esto no volvería a ocurrir. Sin embargo, su intento de solucionar la situación con una “ronda o un postre” fue una burla ante la gravedad de lo sucedido. Un acto de discriminación como este no se puede borrar con un postre. Es inaceptable que una empresa tan grande no cuente con protocolos adecuados de atención al cliente y manejo de situaciones como esta.

Finalmente, la gerente canceló nuestra cuenta, y nos retiramos del establecimiento. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. El mesero, Axel Báez demostro una absoluta falta de respeto, empatía y profesionalismo.

Me siento profundamente indignada y vulnerada por lo sucedido. No es aceptable que en pleno 2025 se sigan permitiendo actos de discriminación y abuso como este. Chili’s tiene la obligación de capacitar a su personal y de garantizar que sus clientes puedan sentirse seguros y respetados en sus establecimientos.

Estoy compartiendo la experiencia de mi amiga Magdalena no solo porque queremos justicia, sino porque es momento de exigir un cambio. Este tipo de actitudes deben terminar. No solo hablo por ella, sino por todas las personas que han sido discriminadas en espacios que deberían ser seguros para todos.

¡Esto no se puede quedar así!

Si estás leyendo esto, agradezco que compartas la nota. Necesitamos hacer visible este tipo de situaciones para evitar que le sucedan a alguien más. Chili's México...

Debo reconocer que mi visita a Chili’s Pachuca fue una grata sorpresa. Como alguien que ha probado esta cadena en distintas partes del país —incluyendo sucursales como Morelos y Forum Buenavista en la Ciudad de México—, llegué con las expectativas moderadas. En esas ocasiones anteriores, la experiencia se ha quedado corta: servicio apático, porciones limitadas, presentaciones descuidadas. Pero esta vez, todo fue diferente.

Opté por el paquete que suelo pedir: una ensalada, hamburguesa, bebida con refill y rebanada de pay de queso. Hasta ahora, ese mismo combo había sido una decepción recurrente en otras ubicaciones. Sin embargo, en esta sucursal, cada elemento fue entregado con cuidado, sabor y generosidad. La ensalada fresca, bien montada; la hamburguesa jugosa, con pan en buen estado y una cocción adecuada; el pay de queso, con una textura densa y sabor balanceado, lejos del típico postre industrializado que suelen servir en otras sedes.

Otro detalle que suma mucho es el refill continuo sin necesidad de pedirlo —una atención automática, no invasiva, pero presente—. Hablando de atención, el personal fue amable, atento, y se notaba que había una dirección activa detrás. El gerente estaba presente, supervisando discretamente pero con firmeza, asegurándose de que todo se hiciera bien. Ese tipo de liderazgo se percibe en la calidad del servicio.

Los sanitarios, además, impecables. Un detalle que muchos pasan por alto pero que habla mucho del estándar del lugar.

Si hay algo que ajustaría sería la frecuencia con la que el personal se acerca a preguntar si todo está bien. Agradezco el interés, pero a veces resulta innecesario cuando uno está en medio de una conversación o simplemente disfrutando. Un poco más de observación y lectura del entorno evitaría interrupciones innecesarias sin perder el enfoque en el servicio.

En resumen, Chili’s Pachuca ofrece una experiencia que sorprende dentro de una cadena que muchas veces peca de lo genérico y despersonalizado. Aquí se nota compromiso, atención al detalle y, lo más importante, respeto por el cliente y su tiempo. Sin duda, esta visita ha cambiado mi percepción...

COMIDA y PRECIO: Se me hizo muy caro para la calidad de alimentos que sirvieron... Cabe mencionar que ya llevaba tiempo de ir lo cual ahora, ya No es igual. El costillar ya no lo dieron igual que antes, bien bañado en salsa de tu preferencia. Los boneless ya no son igual que antes, ahora son pequeños. Las papas estaban algo Tiesas 😔 EL MESERO muy atento, el detalle fue que a cada rato iba a la mesa a quitarte tu servilleta (y no la reponía), vasos (aún con bebida), a preguntar si deseabas algo más, fue buena su intención, sin embargo, cayó mal que a cada rato interrumpió la convivencia. A mi hijo le retiró su bebida sin preguntar si se la podía llevar ya, y el se encontraba en el área de juegos. A mí me quito mi cerveza cuando aún tenía bebida y le tuve que decir con mucha pena que aún me la iba a seguir tomando, Fue incómodo. Le pedí de favor algún alimento o bebida (con o sin) ciertos ingredientes y me dijo que si, y todo me lo trajo como NO lo pedí. El ÁREA de juegos es muuuuuuuy pequeñito, literal 4*4 y cuando me di cuenta ya eran como 8 niños en ese espacio tan pequeñito, siento que no es adecuado, lo cual genera problemas entre ell@s mism@s. EL AMBIENTE: la música no fue de total agrado ya que ponían Reguetón y se repetían a cada rato las mismas pistas, fue...