Si quieres ir a un restaurante con una arquitectura y decoración preciosa, Enora es el lugar. Si quieres ir a un restaurante con comida extraordinaria y servicio atento, Enora NO es el lugar. Acudí un domingo a las 11 y como está de moda me tocó esperar a tener mesa. Tardaron más de 40 minutos en atenderme. Traté de hacer reservación, pero me dijeron que “no podían hacer reservaciones más allá de las 09:30 AM”. La espera no valió la pena. Al llegar quedé impactado con la decoración del lugar. En términos arquitectónicos el lugar es precioso, muy estimulante y te invita a quedarte un buen rato tan solo por el placer de estar en un espacio tan armonioso. Desde la entrada, la parte de adentro y su terraza se puede disfrutar del excelente equilibrio en el diseño que tiene el lugar. Pero uno no va a un restaurante solo a disfrutar de la decoración. Las bebidas, la comida y el servicio son el verdadero núcleo de una experiencia restaurantera. De las primeras no tengo queja. Me tocó probar un long black con notas ácidas y profundidad en el tostado. Me gustó mucho y se nota que le invirtieron mucho a ello, pues tienen un bar equipado lleno de distintos métodos de extracción para satisfacer todos los paladares. La comida es plana. No es mala, pedí unos chilaquiles en salsa morita (la especialidad de la casa por lo que me comentaba la mesera) y estaban ricos. Punto. Ese es su mayor problema. Es una comida buena, pero nada destacable. Después de la espera de 40 minutos yo esperaba una explosión de sabor en cualquier platillo que pidiera, más de la especialidad de la casa. Si así de simple es su platillo estrella no me quiero imaginar cómo están los otros. Otros en mi mesa pidieron huevos pochados -sazonados en unas partes, pero en otros no-, un omelette con lomo canadiense -el cuál estaba seco- y un emparedado de roastbeef, de un tamaño minúsculo. Precisamente ese es el segundo gran problema de Enora, sus porciones son muy pequeñas. La relación entre el precio y la calidad no es satisfactoria, pero el precio y cantidad aún peor. Finalmente, el servicio, el cuál si bien es amable, no es atento. La mesera tardaba mucho en dar sus vueltas por la mesa para ver que nos hacia falta. Y entiendo que era un domingo y estaban saturados, pero nada costaba destinar 5 minutos más de atención para ver que estuviéramos satisfechos. Esperar 40 minutos para comida buena pero no destacable, en porciones pequeñas y con un servicio amable pero poco atento no valió la pena. Regresaría a Enora si veo que no tienen gente, únicamente para tomar un buen café y sentarme a trabajar o platicar con la decoración preciosa y estimulante de fondo, pero no a comer y menos si hay...
Read moreFuimos convocados por el trio de Jazz y sorpresa, la Seattle tiene un lugar estupendo. La atención en la recepción fue extremadamente fina y respetuosa (especialmente con la reservación). La ambientación es de muy buen gusto e invita a sentirse en tu lugar favorito. Al hablar del menú, lamentablemente solo lo tienen en código QR. Los que no vemos bien y que estamos cansados de voltear a ver la pantalla del celular consideramos una descortesía que no lo tengan impreso. En un contenido sobrio de platillos con cierto toque de sofisticación, comienzan a despertar el apetito en los invitados. Debo confesar que valientemente mi acompañante y yo pedimos una ensalada de cítricos y la famosa coliflor rostizada. Me coqueteó fish & chips pero eso será objeto de una nueva visita. Las porciones son generosas, y lo que alcanzamos a probar muy bien aliñadas. El coliflor viene sobre un pisto de tomate y paprika a manera de cama el cual marida perfectamente con el rostizado. A mí gusto quedó un poco crudo (lo que puede llegar a generar un poco de indigestión) pero el sabor logrado fue de diez. La ensalada de cítricos con aliño de miel y coronado con semillas selectas de muy buena calidad, generaron un contraste adecuado para lo que degustamos por esta ocasión. Una kombucha de jengibre y una deliciosa copa de vino sevillano fueron en lo particular los acompañantes de mi avance en esa noche y la música en vivo...priceless. Dentro de los encantos que se encuentran en este lugar, es la discreción del volumen de su maravilloso equipo de audio. Julián Margules seguramente ya debió haber estado con ellos pues no cualquier lugar en nuestra ciudad -tan solo los de alto refinamiento-, se preocupan por un detalle tan esencial para brindar todo el confort necesario en la experiencia gastronómica y de estancia en sus restaurantes. La mancuerna de la edición Magenta con un distribución de altavoces SA-L3, manifiestan la nueva tendencia de ambientación en lugares selectos. Aplaudo de pie por esta desición. En general considero que Enora se encuentra ya en mi lista de top ten y me preparo a regresar para confrontar nuevas experiencias gastronómicas en este...
Read moreThis review is solely to acknowledge Paco, the supervisor of this evening shift. He got so much passion for this place!
We went too late (past 10 on a super raining night) so kitchen was closed🥲. We managed to order some coffee and tea and one interesting dessert- a flan with goat and feta cheese. It was too much goat cheese flavor on a dessert for me but my friend enjoyed it.
Will be back sometime on Tuesday night...
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