Los Trompos | Pinos — Restaurant in Mérida

Estas 5 estrellas son para una de las Sucursales más heróicas en tiempos de pandemia (Franquicias?) de las muy reconocidas taquerías-restaurantes de esta gloriosa Península de Yucatán: Los Trompos de Los pinos, Calle 21Diagonal por calle 40 y 42. Con o sin CoVID-19, el personal de "estos Trompos" se mantuvo en su puesto y con toda amabilidad atendía con mucho esmero y cuidado a los poquísimos y afortunados meridanos que buscábamos y buscábamos un lugar abierto, seguro, que cumpliera con todos y cada uno de los protocolos para prevenir el contagio por SARS-CovD-2 que provocaba la enfermedad del CoVID-19. Mesas, separadas, ventiladores funcionando, espacio abierto... y, aún así, todo el mundo con cubrebocas EN NARIZ Y BOCA, como era debido, y todo a cambio de un raquítico consumo de los pocos parroquianos que llegábamos con muchos temores a pedir tres al pastor y una agua fresca de Horchata y uno se decía "pero cómo le hacen estas personas para sobrevivir!"... "Está vacío y sin embargo, míralos qué buena cara." De todos mis recuerdos, no hay como el de la primera mordida a un taquito de "al-pastor-con-todo", y ver que aún me quedan dos... y así, "tráigame por favor uhmmm, a ver... uno de chuleta o, no, mejor un alambre de bistec sin queso, por favor" "Ah y otra de estas agüitas de Horchata, y más salcita de esta roja, gracias" Y el pobre mesero que no se podía ir porque se nos iban antojando más y más cosas que probar y disfrutar. "Joven..." Ya después, cuando se pudo, una cerveza, "ahora un Torres...", Y pues, cuanto le voy a quedar a deber?", "Qué paso?" "No, traígame la dolorosa, y póngale por favor dos más de chorizo". Por si todo lo anterior no bastara, el establecimiento posee una muy aceptable barra de bebidas espirituosas y un Play Grownd muy segur para los chiquitines con actividades de dibujo y un mueble para que los zapatos no anden bailando como Pinocho. Buenos precios y excelente servicio. Cuenta con área de estacionamiento y...

La atención ya no es la misma que antes, ahora los meseros se distraen mucho, pajarean en otras cosas y no están atentos a las mesas, los baños no están tan limpios como deberían ya que con esos precios que ahora maneja la sucursal te quedas deseoso de que la limpieza fuera mayor, fuimos por cumpleaños y nos quedamos con ganas de haber ido a otro lugar a festejar, teniamos que recordarle al mesero que nos sirviera mas bebida en nuestro refill y las salsas casi ya ni te quieren dar, teniamos que estar hablando a los meseros cada dos que tres porque o nos faltaban salsas o estaban vacíos nuestros vasos, cosa que antes no sucedía, además que nos dijeron que era un postre gratis para el cumpleañero, quedándose con las ganas éste de tener lo que le prometieron pero al final llevándole una pequeña bola de helado. Antes al menos daban un postre bien hecho y le cantaban al cumpleañero, ahora con trabajo y te dan la bola de helado y ni que hablar de que te canten. La carne tampoco ya no está tan buena como antes, ahora el pastor ya no tiene tanto sabor, con eso ahora tomo en cuenta otras opciones de lugares donde te sirven mejor y la comida es...

Éramos 4 personas, la comida llegó a destiempo y no trajeron el 4to platillo al mismo tiempo. Casi terminamos y apenas llegó el 4to que era una pizza pequeña, nada del otro mundo, después para que trajeran la catsup fue complicado, me tuve que parar a la barra a pedirla para que me la dieran y había 3 meseros platicando, la persona que me atendió me dijo que "ahorita me atendía" y ahí tuve que exigir me atendieran. Sólo así llegó rápido la catsup. El restaurante estaba a medias, había mesas vacías. El alambre de pastor con queso que pedí, apenas tuvo queso, le insistí al mesero que tenía muy poco y sólo dijo que sí tenía. No considero sea respuesta adecuada cuando apenas tenía una embarrada muy pequeña, 3 grumitos para ser exactos. Ojalá mejoren el servicio porque no es barato, aunque tampoco demasiado caro, pero el precio si amerita...