Puruxón Cauich — Restaurant in Mérida

El lugar es algo amigable, el servicio ofrecido desde el recibimiento de la entrada y hasta la salida es excelente y agradable,el detalle está en lo que debería de brillar la comida, en cuanto al menú las opciones y las presentaciones mostradas no son las mismas que cuando se tiene el plato, me pareció un servicio super rápido pero hay un inconveniente, la comida estaba fría, si en efecto, se veía bien servida pero el sabor no existía, pedí unos huevos motuleños y la verdad me lleve una decepción porque todo estaba frío, como si ya lo tuvieran preparado y solo armarán el plato de manera rápida cuando se solicita, lo único tibio era la salsa que tampoco brillaba en sabor, si se tratase de un restaurant de los que se encuentra en los centros comerciales no tendría queja, pero estamos hablando de un restaurant donde no solamente se cobra bien un platillo si no que adicional es un plato frío y nada agradable con el paladar, otro punto negativo son las bebidas, solicite una horchata y veo que está la dan en una presentación de una botella de 1/2 L y te dan un vaso con hielo para depositar el líquido, cosa que también se me hace absurdo porque sería más ecológico, cambiar esa medida por dispensadores grandes, en fin el ambiente la música que se escucha es la misma y no hay algo que te obligue a quedarte ya que en las pantallas solamente ves la preparación de más platillos, otro punto que también no es agradable para el comensal, en fin le dí una oportunidad a pesar que en el menú comentaban que trataban de preservar el sabor y la tradición de la gastronomía yucateca y la verdad creo que no es un homenaje si no que se está haciendo algo más gentrificado ya que también si nos referimos a precios no son tan económicos para cualquier familia yucateca a pesar que entre su misión que es cuidar el precio de los platillos tampoco se está cumpliendo, ojalá esto lo vean como una crítica para mejorar y lo vean como un área de...

El tercer sábado de febrero visité este restaurante de comida yucateca. Curiosamente, por meses vi su construcción porque cargo gasolina ahí junto. No obstante, no me animaba a ir hasta ese día y vaya que me dio una enorme sorpresa. Para empezar, la puerta se abre apenas llegas, pero no es automática, es de tracción amabilidad del personal. Pedí café, chocolate, pan y un huevito con chaya. El café hirviendo y delicioso, como debe de ser, el chocolate sabroso, pero el huevito con chaya, con su cebollita, frijol colado y sus tortillitas a mano, exquisito... para ser un simple huevo, dirán algunos, pero para los yucatecos es un manjar materno. El personal muy amable y con la mejor disposición de servir los deseos culinarios del cliente. En verdad quedé gratamente sorprendido del lugar y no sólo lo recomiendo, sino que regresé al día siguiente para zamparme unas empanadas con chaya, huevo duro y pepita, con su salsita de tomate encima, y para las acompañantes huevos Motuleños (con mucho Motul). Niño, tienen muy buena sazón. ¿El precio? Muy bueno en relación a lo sabroso de la comida y el buen servicio. En verdad felicito al dueño (a), pero más felicito a los trabajadores que dan su esfuerzo para hacer una verdadera experiencia de comida yucateca a los clientes. Muchísimas gracias y regresaré siempre que se pueda....

Tuve una mala experiencia está tarde al ir a comer a este restaurante, ya he tenido la oportunidad de comer en otras sucursales sin ninguna queja. Acudí junto con mi hija, entramos y todo el restaurante, literal, para nosotros, éramos los únicos comensales. Se hizo el pedido de la comida y me trajeron mi platillo Bisteck de vuelta y vuelta, se veía y olía muy sabroso, no lo niego. El problema es que, en la ensalada de lechuga estaba un cabello largo. Inmediatamente llame a la mesera y le mostré el cabello. Ella se disculpó y me pregunto si quería ordenar otro platillo. La verdad, se me fue el hambre. Vino la supervisora y el gerente del restaurante a disculparse. Pedí otra cosa, que no me termine y nos retiramos. No me cobraron el platillo que pedí. Le comenté al gerente que si no supervisaba que el personal de cocina llevara puesta la malla del cabello. Le dije que estos detalles echan para abajo la categoría y prestigio del restaurante. Se pierde la confianza...