Después de estudiar todo el día, moría de hambre y recordé este lugar, el cual ya tenía un rato que no frecuentaba. Estaba lleno, así que tomé mesa fuera. Paso un ratito para que saliera la única chica que atendía, pero su atención fue buena y muy amable. Pedí mis alimentos y olvidé pedir bebida, igual la chica no me preguntó. Despiste de ambas. Me ayudo a pasarme a una mesa en el interior ya que se liberó y acá empezó el “mal” trato.
Me traen mis alimentos y no inicié porque me doy cuenta que no tenía bebida. Había bajado mi termo de agua del coche porque no quería dejarlo bajo el sol, pero en ningún momento dentro de las instalaciones le di un trago. Justo antes de llamar a la chica sale quien asumo es el chef y dueño. Se aproxima y toca mi termo intentándome decir algo. No le entendí muy bien por la mezcla de italiano y español. Vuelve a hacer énfasis en el termo y me dice que no está permitido y para la próxima no lo traiga. La verdad me saqué mucho de onda y no por el termo, puede que sea la diferencia cultural, pero no acostumbro a tocar y manipular pertenencias que no son mías y menos esperaba que alguien del servicio me pusiera en esa situación. En la sorpresa le dije que entendía y una disculpa, pero que no pretendía dejar el termo en el coche por el calor. Continuó intentando decir algo y yo ya incómoda porque las mesas de a lado estaban volteando a ver y le decía que sí, que estaba bien y entendía. Comencé a comer y a los dos minutos se me vuelve a acercar y creo me pregunto si había pedido permiso a su esposa o mesera. Para este punto yo ya estoy incrédula del trato y que me siga presionando. No entendía que me quería decir, pero le volví a decir que una disculpa y que estaba bien aunque raro. Visiblemente se sacó de onda y nuevamente se me acerca aún más y me pregunta que por qué raro. Le contestó que normalmente en un restaurante no te abordan así, y que estaba siendo intrusivo. Me hace un gesto y se va. La verdad me sentí súper incómoda y presionada. Pedí mi bebida, terminé mis alimentos y me fui. Contemple pedirlo para llevar porque ya no quería estar ahí.
Probablemente fue una diferencia cultural y no lo hizo con mala intención, pero fue algo insistente y me hizo sentir muy muy incómoda. Fuera de eso los alimentos estuvieron bien, excepto el pan de ajo que está súper rico! La...
Read moreLas pizzas sin sabor y con ingredientes enlatados. La masa no es fresca. No volveré. No conozco personal ni profesionalmente al dueño, quien respondió a mi comentario. Sólo fui una cliente que dio su reseña. No gano beneficios de ninguna manera por dar reseñas, solamente doy mi opinión para que el lugar pueda saber en qué mejorar y para que otros estén informados y sepan qué experiencia pueden encontrarse. Qué desagradable que a todos los comentarios que no dan 5 estrellas, en vez de tomarlos en cuenta como opinión del cliente, el dueño quiera dar cátedra con términos que nadie conoce y que realmente no tiene una coherencia en sus argumentos y no muestre un poco de apertura a mejorar. Eso se llama soberbia y ello aleja al cliente en vez de invitarlo a volver. El personal con ropa sucia y grasosa, empezando por el mismo dueño, no creo que conozcan el distintivo H (que no es más que un código normativo básico de limpieza y orden en restaurantes en México), el lugar con polvo por todos lados, sin necesidad de revisar, ya que se ve el polvo por todos lados a simple vista, muy mal gusto su decoración y sucio el lugar. Ojalá tomen esto como una oportunidad de mejora y no como pretexto para dar otra cátedra sobre incoherencias con ejemplos...
Read moreCada visita a Ciao Italia es una experiencia deliciosa. Desde la entrada, con su pan acompañado de una salsa de ajo espectacular, hasta el último sorbo del digestivo que ofrecen al terminar, todo es un verdadero deleite.
La comida es auténticamente italiana, ya que el chef es originario de Italia y se nota en la calidad de cada platillo, preparados siempre con ingredientes de primera. Mis favoritos (y los de mi esposo) son la pizza de tres quesos y la de chistorra, simplemente irresistibles (las mejores pizzas que he probado en mi vida).
El ambiente es acogedor, las meseras siempre atentas y el dueño muy amable, lo que hace que uno se sienta como en casa. Además, el servicio es rápido, no hay que esperar demasiado para disfrutar de los platillos.
Tanto nos gusta que cada vez que viene nuestra familia de visita, este es el lugar al que los llevamos y todos quedan encantados! Sin duda, uno de nuestros restaurantes preferidos...
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