Playa Norte — Restaurant in Puebla

En cuánto llegamos uno de los meseros nos tomó la orden. Eso habría estado bien, pero llegó muy prepotente y con una actitud detestable, a pesar de que no había mucha gente apenas llegamos ya nos quería tomar la orden. La orden fue de un volcán sinaloense, orden de tacos de camarón capeados y un filete al ajo-limón. El volcán, al igual que los tacos estaban bien, más no tenían nada de espectacular. El filete era una porción muy chiquita, casi 3/4 del plato de ensalada y arroz y 1/4 de pescado. El aderezo estaba muy salado. También pedimos una margarita la cuál tuvimos que regresar porque en vez de tequila usaron ron. Fueron 3 meseros diferentes los que nos atendieron y todos con la misma actitud del primero. Solamente una de las meseras tenía una actitud correcta para la atención al cliente. No es un lugar...

Fui con mi familia el 16 de marzo y la experiencia no fue la mejor. Alimentos: Buen sabor y variedad, lo negativo es que los platillos llevan poca proteína, la porción es baja. Pedimos unas carnitas de atún al centro y eran solo 8 cubitos de carne, pedimos varios platos y la poción era muy pobre en todos. Servicio: Pocos meseros, su capacidad se ve sobrepasada cuando tienen mesas llenas al 90%. El servicio en general muy tardado, aprox se tardaron más de media hora en servir, los refills de bebidas tardaban mucho en regresar. Precios: los precios son elevados para la zona, no se justifican x que la ración de proteína es baja. En general, si eres exigente del buen servicio y en recibir platillos que justifiquen su costo, Este lugar no es para ti, considera ir a otro lugar para que no te...

Una afrenta a la dignidad del cliente. Desde el momento en que puse un pie en este establecimiento, la desidia y la incompetencia se hicieron evidentes. Un servicio deplorable, carente de la más mínima noción de atención al cliente, donde la cortesía brilla por su ausencia y la ineptitud es el único plato fuerte.

Cada minuto en este lugar fue un recordatorio de que la mediocridad aún encuentra refugio en ciertos rincones del comercio. Ni aunque me ofrecieran una fortuna en oro volvería a pisar este antro de la negligencia. Una lástima para quien busque un trato digno y una experiencia, al menos, aceptable.

Si el desprecio al consumidor fuese un arte, aquí habrían alcanzado...