Vips Atizapán — Restaurant in State of Mexico

Pues desconozco porque personas le ponen estrellas, pero la verdad es que no cuenta con pesonal suficiente para que te atiendan, es más ni para que te cobren, el lugar es bonito, suvmenu es bueno, pero la atención y la calidad de la comida es mala, me toco un bazo con labial y al reclamar al mesero me dijo que no lo reclamará, por lo cual le dije pues no hay propina y hoooo lo se ofendió, y luego regrese por darles otra oportunidad y pues la mesera agradable y sincera me comento que la disculpara si no estava dandonos la atención que requerimos, porque no tienen personal y el que hay oues trabaja de mala gana ya que la empresa les recortó los salarios y con más hiras de trabajo por el mismo sueldo, y que si preferíamos pues que mejor nos fuéramos a otro lugar porque no mejoarian la atención y que esto fue cuando remodelaron, porque corrieron al personal y que también se fueron porque les bajaron su nómina, y oues si se ve poco personal no hay meseros, cajero, y no hay palatillos y pues qué les digo mala atención, mejor no gasten su dinero en algo que después les enoje, les recomiendo sanborns de galerías qué la verdad su atención mejoró exageradamente a vien, después de que le tenía mal concepto, hace un par de años, pero hoy digo...

Visitar el VIPS de esta plaza comercial es como entrar a un museo de lo que no debe ser un restaurante. Años pasan, décadas quizá, y este lugar se aferra con orgullo a la dejadez, la suciedad y la desactualización como si fueran parte de su "sabor tradicional". Spoiler: ni sabor tiene.

Los vasos llegan con huellas de clientes anteriores, los platos con texturas sospechosas y los cubiertos… bueno, es como jugar a la ruleta rusa bacteriana. Si su cocina refleja lo que se ve en la mesa, no me sorprendería que la COFEPRIS ya esté tomando nota (o al menos debería).

La comida, insípida como el alma de una fotocopia. Cero sazón, cero pasión, cero razón para existir. Eso sí, el servicio merece mención: atendido por personas mayores que claramente ya están hartas de estar ahí… y de ti. Su amabilidad es tan visible como el sabor en la comida: inexistente.

Y lo más triste de todo esto es ver que sigue habiendo gente que elige venir aquí, alimentando este monumento al desinterés. ¿Será masoquismo gourmet? ¿Nostalgia por lo mediocre? ¿O simplemente falta de opciones? A esas almas valientes: gracias por mantener viva esta reliquia del abandono, aunque el universo les grite...

Traen un descontrol, hace algunos meses el cobro lo realizaba otra persona y era más eficiente el servicio, ahora ponen a quien te toma la orden a hacer más cosas y solo los ves pasar de un lado para otro de que no se dan abasto. Para acabarla de amolar se tardan bastante en servir la comida y me llevaron chilaquiles rojos cuando los pedí verdes. Me los comí porque esperar otra media hora a qué llegara el platillo correcto pues no, aparte pedí frijoles y le dije al joven cuando me entrego la comida solo dijo ahorita lo traigo y tuve que volver a decirle a la señorita que tomo mi orden que me los llevará (llegaron cuando ya casi terminaba). Antes no era así de nefasto todo, ojalá el que anda improvisando sus cambios se deje de payasadas y dejé las cosas como eran eficientes en realidad, y corran al que tuvo semejante idea transformadora y revolucionaria. Comíamos cada 15 días pero estás últimas 3 desde que te remodelaron es igual. Regrésare en un año a ver si las cosas ya son como antes o por lo contrario ahora ponen la foto del de la idea en la entrada para que sepamos de quién vienen ideas tan...