Kai-To Fusion Bar — Restaurant in Lima Metropolitan Area

Si eres uno de mis sabrás que soy cazador de Makis, Y me lleva a explorar nuevos sabores en cada restaurante que visito, y en esta ocasión, "Kai-To Fusion" fue mi elección. Este restaurante fusiona sabores y texturas de manera excepcional, ofreciendo una amplia variedad de platillos para satisfacer los paladares más exigentes.

Al adentrarme en su propuesta culinaria, me encontré con una selección de entradas tentadoras, como el refrescante ceviche, las irresistibles alitas, el delicioso mini poke y las auténticas gyozas. Mi elección para comenzar fue el sandwich Furia, una explosión de sabores que conquistó mi paladar, y las gyozas, con su perfecta combinación de ingredientes y exquisita presentación.

En cuanto a los Makis, la experiencia fue igualmente emocionante. El dragón Tartar y el ceviche roll destacaron por su frescura y originalidad, mientras que la conchita a la parmesana y el a lo pobre ofrecieron sabores reconfortantes. Sin embargo, el Thai maki y el pizzero roll no lograron impresionarme, ya que su sabor no estuvo a la altura de mis expectativas.

los rolls pedidos fueron:

crispy (regular) Thai maki (no lo recomiendo) dragón Tartar (excelente) ceviche roll (excelente con bella presentación) conchita a la parmesana (bueno) pizzero roll (regular, lo sopletean mucho por arriba y realza el sabor a quemado) a lo pobre (bueno)

El precio de 65 soles los fines de semana, y sinceramente , puedes conseguir otras mejores barras a menor precio, incluye una bebida a elección (gaseosa) o la posibilidad de disfrutar del refresco de la casa hasta en tres ocasiones, además de un tentador helado tempura que cerró la experiencia con broche de oro. La opción de armar tu propio poke y la variedad de Makis disponibles hacen de este lugar un paraíso para los amantes de la comida japonesa.

Para disfrutar al máximo de tu visita, te recomiendo llegar temprano, ya que el lugar tiende a llenarse rápidamente y la atención puede volverse un poco más lenta. Mi visita de 1 pm a 3 pm fue perfecta, con un servicio impecable y una atmósfera acogedora que invitaba a disfrutar de cada bocado. Si llegas luego de la 1 pm, corres el riesgo de no tener tan buena atención, ya que se llena rápidamente.

Además, "Kai-To Fusion" ofrece estacionamiento limitado, acceso para personas con discapacidad y una excelente selección de platos veganos, lo que lo convierte en un lugar inclusivo y apto para todo tipo de comensales. En resumen, este restaurante es una joya culinaria que combina calidad, variedad y buen servicio en un ambiente ideal para disfrutar de buenas conversaciones y momentos especiales. ¡No dudes en visitarlo y para tenerlo como una opción!

Cómo siempre, te dejo imágenes y videos para que...

Kaito: una barra libre que fusiona sabor, variedad y deseo de volver

Kaito no es solo una barra de makis; es una experiencia que, desde sus inicios, ha sabido capturar la atención de los amantes de la cocina fusión en Lima. Su propuesta es clara: una carta diversa, atrevida y generosa en sabores que transforma una simple salida en una visita memorable.

Su barra libre destaca como una de las más completas. No solo se limita a rolls tradicionales o de autor, sino que amplía su propuesta con alitas, gyosas y otros complementos que enriquecen la experiencia. Es precisamente esa amplitud lo que la convierte en una de las mejores opciones en su categoría.

En cuanto a sabor, Kaito sobresale. La mayoría de sus combinaciones están bien pensadas, con equilibrio entre dulzor, cremosidad y un toque picante que resalta sin opacar. Las porciones son correctas, ni excesivas ni escasas, aunque en momentos de alta demanda —como fines de semana o noches pico— la presentación puede resentirse. En esos casos, la estética y el emplatado pierden un poco de fineza, algo que puede corregirse con mayor supervisión en cocina.

Una recomendación para los nuevos comensales: visitarlo en horarios intermedios o fuera del rush, donde se aprecia mejor el esmero del equipo y se disfruta con mayor calma de cada pieza.

Ahora bien, uno de los puntos que urge mejorar —y que puede restar puntos a la experiencia general— es la falta de estacionamiento. La zona suele estar colapsada y en más de una ocasión he tenido que esperar entre 30 y 40 minutos para conseguir lugar. En una ciudad como Lima, este detalle logístico puede inclinar la balanza entre volver o buscar una alternativa más accesible.

A pesar de ello, Kaito tiene un magnetismo especial. Es de esos lugares que invitan a regresar. Porque cuando algo se hace con sabor y consistencia, el paladar lo recuerda… y el comensal también.

SEDE: KAITO - CAMINOS DEL...

El sábado fui con mi pareja y pedimos dos barras libres. Para empezar, ordené alitas (coreanas con salsa de piña), las cuales llegaron relativamente rápido y estaban aceptables. Mi pareja pidió dos tablas de maki (dragón tartar y pizza), cada una con 12 cortes. Sin embargo, tardaron más de 30 minutos en traerlas.

Después de eso, yo pedí dos tablas adicionales (thai y conchita a la parmesana). La tabla "thai" solo tenía el nombre, ya que no tenía ningún sabor característico de esa cocina, y la de conchita no sabía a parmesano en lo más mínimo. Estas dos tablas tardaron otros 25 minutos en llegar. También pedí unas alitas honey mustard, que estaban decentes, al igual que las primeras.

Mi pareja pidió otras dos tablas (braza y sakura). La de braza, que supuestamente contenía kani (pulpa de cangrejo), más bien parecía atún y, además, tenía mal sabor. Mi pareja tuvo que quitar toda la pulpa para poder comer los makis. Los de braza, además, parecían haber sido preparados con desgano, ya que tenían como 200 gramos de papas al hilo encima y ningún sabor distintivo. No pudimos terminarlos para evitar la penalidad de 2 soles por cada maki que dejáramos, aunque eran horribles.

Para acompañar la barra libre te dan una bebida de maracuyá, pero deberían anunciarla como agua saborizada, porque la maracuyá no se sentía por ningún lado. Antes de irnos, pedimos unos helados tempura que tardaron 10 minutos en llegar y sabían a helado Donofrio, del más barato.

En total, gastamos 138 soles mal invertidos. Hace un año era un buen restaurante, pero en su estado actual no lo recomiendo. La atención es pésima y las meseras carecen de tacto. Dejo la boleta como prueba de que,...