HANKA RESTAURANT — Restaurant in Yucay

Recomendado! Abrieron hace poco y realmente me encantó, empezaré por la comida, pedimos varios platos entre ellos el kankacho de Ayaviri, me sorprendió al ver y probar el plato estuvo muy bueno, el sabor estuvo muy bien, quizá algún detalle pero me pareció excelente, pedimos trucha frita y la porción fue generosa y muy buen sabor, los lomos que pidieron mi hijos y mi esposa estuvieron espectaculares, las papas fritas en su punto la pasta al dente, felicidades la comida estuvo buena y los precios son súper buenos y las porciones de comida son muy buenas!. Las bebidas que pedimos estuvieron acorde al restaurante el sabor es muy bueno y los chilcanos de la casa estuvo buenisimo! El servicio de los meseros es excelente, son muy atentos y muy alegres cabe destacar que son muy buenos vendedores, sonrientes y eso atrae a comprar más, felicidades! El ambiente es muy bonito, a parte de ser un restaurante es un museo que cabe rescatar la atención de la señorita que atiende y explica cada producto que tienen, tienen telares de diferentes zonas de la ciudad, los niños pueden dar de comer a las llamas, alpacas y Cuyes que crían, mis hijos se divirtieron mucho, la explicación de la platería, de los telares andinos, las papas, maíces, vestimentas, comidas y la chicha es muy bonito y resalta al restaurante nos dieron un paseo gratuito y en verdad nos gustó mucho!!!

Realmente se volvió nuestro restaurante favorito,...

We had a wonderful meal at Hanka. We were the only guests in the restaurant and the service was top notch. The food was delicious and the serving sizes were quite generous. Although we do not speak Spanish and the staff had limited English we managed to work our way the ordering process with good humour and fun. I suggest that if you are dining in Yacay you will be pleasantly surprised with the meal...

Ubicado en un entorno encantador, este restaurante ofrece un espacio interior acogedor con un bonito patio donde se puede disfrutar de una cerveza en un ambiente relajado. Además, cuenta con un museo que añade un toque cultural a la experiencia.

Sin embargo, la propuesta gastronómica no terminó de convencer. El bufé libre, a pesar de presentarse en una barra extensa de aproximadamente quince metros, resultó algo limitado en opciones realmente atractivas. Aunque algunos platos destacaban, como un filete marinado de trucha bien preparado, en general, la oferta no alcanzaba el nivel esperado. Entre la copa de vino, el bufé y el café, la sensación final fue que la experiencia no justificaba del todo el precio.

El concepto del lugar es interesante y el ambiente es un punto fuerte, pero la calidad culinaria podría mejorar para estar a la altura del resto de la propuesta.

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