Hemos llegado sin reserva. Al preguntar, la señora que nos ha atendido, presumiblemente la dueña, nos ha dicho que nos podíamos sentar fuera, que dentro no tenía sitio. Nos ha indicado cualquiera de las mesas que tenía fuera, así que con el calor que hacía hemos optado por ir a la que más sombra tenía y estaba más resguardada de la calle pero que no tenía puestos los platos. Pues cuando ha venido la camarera nos ha hecho levantar e instalarnos en otra mesa, donde estábamos mas expuestos al tráfico y más incómodos al compartir una mesa cuadrada entre 4. El tono no ha sido el más amable que se podría esperar. Al ir a pedir, queríamos 3 menús de un tipo y uno de otro, más que nada para que las peques puedan probar más cosas sin tener que pedir 4 menús más caros. No se puede. Ok, lo entendemos. No hay problema. Pedimos el menú más sencillo : dos entrantes -mejillones y pescadito frito- y un principal -fideuá-. Los principales salen rápido. Ninguna queja. Unos mejillones a la marinera que están bien y un pescadito frito sabroso. Lo de la fideuà ya es harina de otro costal. Han tardado una eternidad. Y la camarera no hacía más que pasar por allí y quejarse del calor que hacía. Es verdad, hacía mucho calor y arriba y abajo con el calorín no es el mejor plan para un lunes a mediodía, pero estábamos con dos peques que ya no sabíamos cómo entretenerlas, pasando calor, y esperando más de media hora por una fideuà. Al final llega la fideuà. Grande. Generosa. Por eso, destaca más la falta de todo. Un puñadito de trozos de sepia o calamar y el resto fideos. Olía mejor que lo que sabía. Al final, eran un montón de fideos cocinados en un caldo de pescado y/o marisco. ¿Estaba en su punto? Sí. ¿Se podía comer? No estaba mala, pero no sería el sitio que recomendaría a nadie para comer una fideuà porque es lo que su nombre indica, un montón de fideos. No ha merecido la larga espera para comer la ésa fideuà. El postre sólo da dos opciones : el brazo de gitano o el sorbete de limón. Buenos ambos. Un poco escaso para mi gusto. Se incluye el café pero no la bebida. Esto es una tónica general en todos los restaurantes que hemos visto en el pueblo. Para un menú cerrado, al menos el agua debería estar incluida. 2,50 cada botella de litro. Cuando nos han traído la cuenta es cuando ha cambiado el tono, interesándose por las peques para al final dejar ir un "estamos en Google. Pueden dejarnos una opinión allí sobre la comida y el servicio". Sus deseos son órdenes y...
Read moreEsperiencia agridulce. Teníamos muchas espectativas sobre el local por indicación de una amiga. Hoy hemos estado y casualmente la amiga tb. La comida ha empezado bien, hemos elegido el menú de 35 euros, el más caro creo por el arroz con bogavante. El menú es tipo degustación e incluye 11 entrantes, el arroz, postre y café, la bebida no entra y el pan no sabemos...no nos han sacado. El vino verdejo Rueda estaba rico. Al sacar los mejillones al vapor más de la mitad estaban sin abrir, se lo hemos indicado al camarero y muy amablemente nos ha sacado otra ración. La sorpresa ha venido cd mi amiga ha venido a preguntarnos q tal y al ir diciendo q nos han parecido los platos ha comentado q les habían puesto navajas y a nosotros no, siendo el mismo menú. Se lo hemos dicho al camarero y nos ha explicado q no había pero ni nos ha ofrecido otro plato en sustitución o más cantidad de otro en compensación. Tampoco quedaban caracoles y han puesto pulpos en salsa en su lugar sin avisarnos, ésto tb lo sabemos por mi amiga. Tampoco nos han puesto los buñuelos de bacalao, al no tener el menú delante no hemos sido conscientes de lo q entraba. Según mi amiga, lo mejor de la comida las galeras y los pulpos...nuestras galeras estaban tb crudas y sin salsa, tal como se puede apreciar en la foto, según ella con salsa y riquísimas... así q no estamos contentos...ya para rematar, pedimos de postre sorbete de limón y tarta de crema catalana con coco y nos sacan dos sorbetes...en vaso de plástico...como si estuviéramos en el quiosco de la playa...mi amiga delante...a ellos en vaso de cristal. Menos mal q lo q hemos comido estaba rico, pero han sido un montón de circunstancias adversas impropias de un local de esa categoría y con valoraciones tan buenas. Después de cambiarme el sorbete por la tarta, me he dejado un poco pq no podía más y la dueña del local me ha ofrecido traerme otra cosa pensando q no me había gustado, ha sido buen detalle aunque no lo he aceptado pq no podía más y no era el caso pq estaba rica. Tb te ofrecen chupito de cortesía. Después de pagar mi marido le ha indicado lo ocurrido y se ha disculpado pero no creo q con eso sirva. El vino aunque no entra en el menú lo cobran barato. Nosotros no volveremos. Mi amiga ya es la tercera vez q ha ido y repetirá. Una pena la experiencia por nuestra parte. Viendo las fotos de otros usuarios veo diferencia...
Read moreAntes que nada me gustaría pedir encarecidamente que actualicen los precios de la pagina web, ya que el menú que siempre cogemos ha subido un 25% con respecto a la ultima vez que visitamos Casa Lupe. Una vez digerida la sorpresa inicial del precio hemos pedido el menú de 25 ( que hace poco era de 20€). Los entrantes como siempre, espectaculares, las almejas con alubias, los calamares, la degustación de pescaditos y la olla de mejillones. Veraneamos ya hace más de 20 años en Les Cases, y es raro el año que no visitamos el restaurante. Cuando hemos acabado los entrantes, después de 30/35 minutos después nos han servido la paella con las disculpas de la camarera por la tardanza. La paella era incomestible debido a su exceso de sal, estaba saladísima hasta tal punto que hacía imposible comerla. Lógicamente se lo hemos hecho saber a la camarera que muy servilmente, después de consultarlo, nos ha ofrecido la posibilidad de repetir la paella, pero lógicamente la hemos declinado ya que queríamos comer y no cenar. Llegado a este punto lo que nos ha indignado no ha sido la paella salada, ni mucho menos el comportamiento del servicio, ha sido la despreocupación de la Sra Lupe que se hallaba en la sala, y sabiendo lo que había ocurrido no ha tenido ni la delicadeza de venir a ver qué había pasado, cuando ya le habían devuelto un caldoso salado delante nuestro, estaba demasiado ocupada intentado dar mesa a todos lo que entraba, ese era su único objetivo. Hemos pedido la cuenta y la chica no nos ha cobrado el agua, imagino que ha sido a sabiendas que pasaríamos sed por la sal. Dicho esto no volveremos al restaurante, ni nosotros ni nuestros múltiples conocidos que les hemos recomendado el lugar. Era una referencia, pero me da la sensación que ya no se mira al cliente con antes, hace calor, solo se intenta dar mesa y remontar comedor, hacer caja...vamos, pero si te dejas la paella entera (el plato principal) te...
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