Encontré este restaurante por pura casualidad. Buscaba una gasolinera antes de incorporarme a la AP 15 y por la hora que era, me aventuré a comer en un sitio que en principio, no llamó mi atención. Un restaurante más de los que etiquetamos como "bar de carretera" PRIMER ERROR. Este restaurante puede considerarse bar de carretera por estar al pie de una estación de servicio, por estar frecuentado por profesionales de la ruta pero si este restaurante, sin cambiarle otra cosa que su ubicación, lo situases en el barrio de moda de una gran cuidad, seria tendencia y el dominical de algún periódico le hubiese dedicado un artículo. Ya si lo caza un pro de las redes, revienta el asunto!! Se trata de un local muy limitado en cuanto a espacio de comedor y con unas instalaciones justas pero suficientes. Una barra de las de toda la vida pero no de forma pretendida.... aquí no sé falsean estas cosas. Este local tiene abolengo. Recio si se me permite el adjetivo si no menosprecia ni falta nada ni nadie. Este local no es fashion, no es cool ni es motivo ni fondo para fotos para mierdigrames o estupitokers. Es un local que se dedica a lo suyo. Es lo que en mi época evocaban las palabras, CASA DE COMIDAS. Y son honestos. Dan de comer. De comer de verdad. No exhiben enseñas de cadenas de restauración que te roban a pie de autovia como los antiguos asaltantes de caminos. Entre en hora punta. El propietario no dudó en echar el lazo apuntando mi nombre en una lista de espera que me prometió breve. El cálculo de diez minutos de espera que me vendió el dueño fueron 15 o tal vez 20. No me importó lo más mínimo. El desfile de platos, clientes y el ambiente en la barra auguraba un descubrimiento. Pasamos al comedor. Cápsula del tiempo de los 80. No pretendida, real. Aquí no son interioristas para portadas de suplementos dominicales. Aquí se viene a comer y ellos complementan la frase dando de comer. Y lo hacen. Ese hombre nos cantó al menos una decenas de primeros y tal vez otros tantos de segundos. No hay ni carta, ni menú ni una cuartilla escrita a boli. Aquí se hace a viva voz. Ensaladilla, costillas, lasaña, alubias, ensaladas, bacalao con tomate... un festival. Me apunto a las alubias blancas estofadas con chorizo. A lo loco, elijo costillas al horno de segundo. Cuando veo a la eficaz camarera sirviéndome las alubias directamente de la pota, sé que he triunfado. Blanditas no pasadas, con su piel entera, su verdura de sofrito, un caldo meloso, indicativo de que se ha hecho con el tiempo correcto... me faltó aplaudir. Las costillas al horno, tiernas en su punto, se separaban con facilidad del hueso, sin barbacoa ni salsas yanquis...solo costillas al horno. Cocina de la que hace mi madre, cocina que no miente, cocina honesta. Me siento tentado a buscarle los fallos en los postres. Natillas caseras, flanes caseros, arroz con leche casero... No soy mucho de dulce perro del arroz con leche me tienta... TREMENDO! En su punto, grano tierno pero sin hacerse pasta, suave de canela y de azúcar.... Si por mi fuera, hubiese pedido uno para llevar. Aún sin ser consciente de mi descubrimiento, llega el momento de pedir la cuenta. Con la misma atención y la misma rapidez se acerca el dueño y me comunica que el menú tiene un coste de 13 €. Le agradezco el servicio, le agradezco la comida y no puedo por menos que dejarle una generosa propina y transmitirle mi enhorabuena por su trabajo. No sé cuándo podré volver a ese local pero sí sé...
Read moreEl lugar mas "fantasia" en el que he estado nunca.
Volviamos de San fermin y nos guiamos por los comentarios de este sitio, todo hacia indicar que estaría feten, nada mas cerca de la realidad, empezemos por la decoración, entre el jabalí, el muflón y el cartel naranja de un señor que vende carretillas, destaca el ciervo sobre terciopelo rojo colgado torcido y entre dos candelabros tambien mar torcios que un pomo, despues el personal, un negocio familiar donde sobre todo destacan 3 personajes principales, la camarerá jovenzuela que atiende la barra, muy simpática, el pinche ayudante del restaurante que sirve la bebida con destreza y a las ordenes de nuestro tercer protagonista, desconocemos su nombre pero podemos decir que es uno de los mejores encargados de los bares donde hemos comido, creemos que se sacó la oposicion a abogado del estado, pero fué fichado por este establecimiento por su destreza a la hora de recordar el menú, de memoria, sin trabarse, y de carrerilla es capaz de recitar cual poeta de la generación del 27, 20 primeros, 20 segundos y los postres, si alguien es capaz de recordar el primer plato de la lista cuando acaba de recitarla es Magia, por ultimo la comida, todo lo que comimos estuvo exquisito, en abundancia y rapido y económico, la unica pega de este sitio es que esta donde dios perdio las sandalias y que despues hay que seguir conduciendo.
Un cordial saludo a todos los empleados de este lugar.
Pd: el notas que dijo que los canelones no eran caseros me puede comer los huevos por...
Read moreCuando pasamos por allí, siempre que nos coincida la hora comemos ahí. No hay sitio mejor entre Lleida y Valladolid. Si hablamos de calidad precio, 15€ menú, entre semana. Más de 10 platos de primero y otros tantos o más de segundo más otros tantos postres. Todo hecho casero. Comas lo que comas está bueno. El personal muy amable y el servicio rápido, aunque esté lleno y tengas que esperar, la espera es corta. Merece la pena. Para los que quieran hacer fotitos para las redes a lo mejor no les cuadra. El establecimiento es vintage, anclado en los años 80 pero a mí me encanta. Es autentico. Y lo mas importante se come bien y a precio razonable. Gracias por estar, hacen falta más...
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