Si alguna vez te encuentras en Almería y te apetece disfrutar de pescado fresco de verdad, te recomiendo que te acerques a 900 Millas, ubicado en el corazón del puerto pesquero. La ubicación lo dice todo: aquí el pescado no puede ser más fresco, y si además eres amante de los arroces, te sentirás como en casa.
En mi visita, la experiencia fue bastante buena. Para empezar, pedí un lenguado a la marinera que estaba realmente delicioso. Sencillo, bien cocinado, con ese toque marinero que le aporta todo el sabor sin complicaciones. También probé unos calamares fritos con boniato que me sorprendieron gratamente. La fritura estaba en su punto, crujiente pero nada grasosa, y el boniato frito como acompañamiento le daba un toque dulce y crujiente que combinaba a la perfección.
Antes de que llegaran los platos principales, comenzamos a tapear, y ahí es donde te das cuenta de lo bien que hacen las cosas en este lugar. Tapas como el arroz negro, la jibia o las almejas son un acierto, todas con ese sabor casero y fresco que buscas cuando tapas junto al mar. También nos sirvieron aguja a la plancha y hueva de jibia, y la verdad, todo estaba en su punto. La calidad del pescado se nota en cada bocado.
Otro plato que me encantó fue la ensalada de tomate con ventresca de atún. El tomate estaba jugoso y la ventresca perfectamente marinada, un plato sencillo pero lleno de sabor.
En cuanto al servicio, fue muy profesional, sin demasiados rodeos, lo cual se agradece cuando el lugar está lleno. Y, como mencioné antes, estar en el puerto pesquero garantiza una frescura que es difícil de igualar en otros lugares de la ciudad.
En definitiva, 900 Millas es uno de esos sitios que no te decepcionan si quieres comer buen pescado en Almería. Platos bien elaborados, sin florituras, pero con una calidad de producto que marca la diferencia. Si estás por la zona y te apetece un buen arroz o un pescado fresco, este lugar es de los mejores para...
Read moreCuidado al reservar. Si reservas y te dan mesa dentro no te dejan pedir tapas aunque pidas también raciones. No les da la gana. Importante que te den mesa fuera, que es una terraza cubierta y acristalada.
COMIDA: Raciones muy escasas. He visto medias raciones más grandes que esto en otros sitios. La comida está buena, se ve de calidad, pero todo muy pequeño. Los calamares fritos son super finos y escasos. Hemos pedido raciones de jibia frita y cazón en adobo y los trozos que te ponen en el plato son muy pequeños, un poco más grande que el tamaño de una canica. Tienes que pedir varias raciones por persona para poder comer.
EL SERVICIO: Entramos a las 14h y hasta las 15h no nos tomaron nota de la raciones. Esto puede parecer una exageración, pero literalmente es lo que pasó. Nos pusieron las bebidas sobre las 14:25 y nos tuvieron en espera para tomarnos nota hasta las 15h. Al terminar la comida nos pidieron perdón y nos dijeron que habían faltado 2 compañeros. Puede ser verdad o ser una excusa, lo cierto es que el bar estaba a reventar. El pobre camarero estaba corriendo todo el rato.
PRECIO: El precio de las raciones no es caro pero si tienes en cuenta la cantidad que te ponen, sí que es caro. Realmente son medias raciones aunque lo llamen ración.
CELIACOS: Punto fuerte si eres celiac@. Te puedes pedir cualquier cosa frita ya que fríen todo con harina de garbanzo.
MI CONCLUSIÓN: Nosotros no vamos a volver porque no hemos tenido una buena experiencia y por precio-cantidad no merece la pena. Tampoco nos ha gustado que no nos dejaran pedir una tapa de paella que estaba comiendo todo el bar menos nosotros, que no nos la han querido servir por estar dentro. Creo que hay...
Read moreHe reservado una mesa con poca antelación, diciéndoles que tenemos dos niños pequeños, uno de ellos aún no come un bebé, y el otro sí... Cuando llegamos estaban estresadisimos a lo que nos encontramos con una chica vestida de negro y nos dice literalmente " con dos carros no cabeis en el salón dentro, no me has especificado que lleváis dos carros, y le digo y yo que sé que tengo que decir si llevo un carro o dos.. Y le da indicaciones al camarero de que si no doblan el otro carro no entran. Y yo ya previamente le había dicho que el otro carro es de viaje que se dobla en cuanto subamos a la mesa( por darle una solución). Y va y el camarero nos retiene, diciendo que no cabemos aún sabiendo que íbamos a doblar el carro. Nos tenían retenidos en la entrada minúscula que tienen, con los camareros entrando y saliendo, cocina, y la gente de tapas en la barra.. A esto le vuelvo a preguntar enfadada nos vais a dejar pasar o no? Comento.. Para irnos. Y se pone el camarero a llamar a alguien. Cojo y me enfado ante esto, les dije que vaya atención de mierda que me estaban dando, que les iba a poner una reseña. Aquí la tenéis. Tan sólo veníamos a comer tranquilamente con dos bebés, ahora parece ser que ni carritos queréis. Sino queréis carros decidlo al hacer la llamada para reservar, ponedlo en vuestra página, o directamente poned somos anti extranjeros. Para que lo sepan que sois unos racistas todos. Desde que hemos entrado por la puerta y estabais mirandonos como una mierda, se nota la vibra. Ganad con vuestras actitudes esas, nosotros podemos comer en cualquier lado, pero vosotros vais a perder clientela. Gracias...
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