Restaurante La Hoz — Restaurant in Ayora

La experiencia FATAL. Hicimos una reserva para 14 adultos para comer gazpacho manchego. Finalmente uno de los adultos no pudo venir a comer y otro decidió comer otra cosa estando allí. En primer lugar los gazpachos estaban sosos y muy pobres de carne: seis mini trocitos de distintas carnes en tres platos, es decir, 18 mini trocitos para 12 adultos... Para mi gusto, escasísimo. Y la torta de debajo si la probabas sola, estaba rancia. En cuanto a la comida de los 6 niños que llevábamos: uno de ellos quiso comer gazpacho y a la camarera no le vino bien, dijo que los niños todos paella valenciana para no liarle y punto. Total, que tuvo que comer lo que a la camarera le dio la real gana. Comentar en primer lugar que la paella valenciana no lleva guisantes y lo que sí lleva es carne, algo que brillaba por su ausencia. Eran seis niños y sacaron una paella por lo menos para diez (algo que decidió el propio restaurante, nosotros pedimos seis platos de paella valenciana). Sirvieron los platos y sobró casi media paella, que luego retiraron. A la hora de pagar: nos cobran 10€/ración de paella (ni en el Palmar...) y nos cobraron dos raciones de gazpachos que no sirvieron en ningún momento (la de la persona que no vino, y la del señor que cambió de plato). Eso no lo he visto en mi vida. Si cobras por ración, cobras las que sacas. Si tú decides hacer una paella más grande de lo que el cliente te pide, no es problema del cliente. Y si no se sirve un plato, no se cobra. Otra cosa es que digan, esto vale el puchero de gazpachos. Pero cobraron a "tanto" la ración, por lo que para mí es un timo cobrar algo que no has servido. Por esto, pedimos las raciones sobrantes que habíamos pagado religiosamente y sorpresa!! Según ellos solo habían sobrado dos mini raciones de paella y una de gazpachos, sin nada de carne por supuesto. La otra ración cobrada y no servida es que "se había estropeado". Así que supongo que la habrían servido a algún otro comensal y así la ganancia era doble. Solo decir como comentario positivo que el local lo tienen muy nuevo y muy mono. Pero yo no voy a ir a pagarles la reforma. Tengo clarísimo que no volveré y por supuesto no lo...

Sinceramente, mejor imposible como nota un 10! No es la primera vez que vamos, a almorzar, comer o cenar, es un sitio donde aparte de lo amables que son la comida es espectacular, mi recomendación es si vas a almorzar, pidas el almuerzo popular que se compone de chorizo, morcilla y longaniza, patatas a lo pobre y huevo frito, luego para comer los arroces de 10 nosotros comimos el arroz del abuelo, aparte de las croquetas que se te deshacen en la boca. Para cenar pedimos una ensalada especial con queso de rulo de cabra con helado que estaba de muerte, aparte de la tabla de quesos que recomendadisima porque aparte de los mejores quesos de ayora, aparte el revuelto de gambas y espárragos sin palabras. Esta era la primera vez que nos quedábamos hospedados, así que nada más que decir que las habitaciones eran perfectas, limpias, acogedoras y nos pusieron junto la piscina, que aparte de privacidad y lo bien que estábamos, no podemos tener ninguna queja, si que es de apreciar el detalle de los jabones de miel de ayora que me gustaron. Aparte Mayte tan divina como siempre y deseando volver sinceramente. Nos sentimos como en casa cada vez que vamos. Mil gracias...

Reservamos a las 21:30h y se nos olvidó ir porque estábamos viendo las vaquillas en la plaza (eran fiestas). A las 22:18h nos llaman del restaurante para ir, y llegamos en 3 minutos. Nos sienta una chica rubia con el pelo rizado muy educada y nos toma nota de las bebidas, hasta aquí todo fenomenal.

No había echado la cerveza en la copa y vino una señora con el pelo corto castaño y con toda su mala educación que estaba poniendo mala cara desde la otra punta del restaurante y nos pregunta "qué vais a cenar" (ni habíamos tenido tiempo de abrir la carta), le pedimos 5 min para poder verla. Nos responde que cierran la cocina (y había gente llegando al restaurante todavía), mientras (sin preguntarnos), nos quita los entrantes que todavía estábamos comiendo y prácticamente sin poder tocarlos nos reprocha que habíamos llegado tarde y esas eran las consecuencias. Obviamente pedimos la cuenta y nos marchamos sin cenar.

No entendimos por qué nos llaman para ir a cubrir la reserva si luego nos van a dar ese trato. Yo también he trabajado en el mundo de la hostelería y no faltaría así el respeto ni a mi peor enemigo (y más si lo he...