Like stepping into an Ibizan hideaway — a total gem!
We were completely blown away. From the moment we walked in, it felt like we’d been transported to a chic beach retreat in Ibiza. The stylish decor, ambient music, and warm lighting created an atmosphere that was both relaxed and effortlessly cool.
But the food… wow. Every dish was a revelation. The tuna tartare was fresh and perfectly seasoned, the tomato and burrata salad was bursting with flavour and looked like a piece of art, and the squid — tender, smoky, and cooked to absolute perfection. Each plate was not only delicious but beautifully presented.
What really stood out was the service. Impeccable but never intrusive — the team instinctively timed each dish so we could share and savour everything at our own pace, soaking up the mood and the food. It’s rare to find somewhere that nails style, flavour, and hospitality in equal measure, but this spot has it all.
Can’t wait to go back — an...
Read moreAnoche pude cenar por tercera vez en el restaurante. El local es un sitio muy bonito, bien decorado, limpio y en el cual se puede disfrutar de una velada agradable. Si bien es cierto que las raciones no son muy generosas, la calidad del producto es buena. Cómo parte negativa (hablo por la experiencia de anoche) el servicio no acompaña en absoluto al local. Camareros demasiado insistes en tomarse nota de los platos cuando no llevaba ni 5 minutos sentado. Pedimos lubina (buena calidad del producto aunque muy justa la cantidad para 2). Nos la presentaron colocando una mesa con ruedas junto a la nuestra y cuando la camarera comenzó a prepararla de repente apareció otro camarero y no se que le diría pero cogió la lubina a mitad de preparar y se la llevó. Cuando volvió con ella la coloco en un plato como si un gato la hubiese arañado (ya que estaba mal presentada, toda hecha migas). Hay cosas que no entiendo, porque cuando pagas casi 60€ por una lubina es para que te la sirvan perfecta y si el camarero no sabe servirla bien pues entonces que lo haga alguien que sepa o contraten personal adecuado a razón de los precios que cobran por el producto. Cómo opinión personal veo una falta de respeto no acompañar un pescado de 60€ con ningún tipo de guarnición. La guarnición se cobra aparte (pedimos patatas, las cuales tuvieron un precio de 5€). Una cosa es obviamente hacer negocio y otra aprovecharse. Una patata y un pimiento no cuestan ni 1€ y la preparación es sencilla, ¿de verdad cuesta tanto incluirlo en el precio? Para finalizar la cena y sin venir a cuento tenía una cerveza a mitad y sin preguntar empezaron a retirar todos los vasos. Al recibir la cuenta incluyeron un cargo de servio de mesa por coste de 8€ para dos personas. Al preguntarle a la camarera a qué se debia ese servicio nos contestó "pues la verdad es que no lo sé, siempre se cobra". Cómo digo el sitio es muy bonito, el producto es bueno, los camareros en sí son personas educadas pero creo que no tienen la profesionalidad que se exige para cobrar esos precios por esos platos presentados de una forma que calificaría como inadecuada. La cuenta ascendió a 109€ por 2 cervezas, 2 copas de vino blanco, 2 croquetas, 2 montaditos de steak, 1 lubina, un café y una infusión. Ojala mi opinión sirva para hacer mejorar porque es una lastima que un local con tanto potencial se deje perder...
Read moreUbicado en el antiguo "Masía del Romaní", este restaurante eleva los niveles gastronómicos de la zona. En cuanto a la atención, impecable, personal atento y cualificado. En cuanto al lugar, pues lo han remozado y redecorado, resultando muy acogedor, han reestudiado la iluminación, y separado espacios. En mi opinión ha quedado francamente bien. En cuanto a la comida, simplemente espectacular. Principal a base de carne, perfectamente cocinada, y entregada en el punto pedido, calidad excepcional del producto, en cuanto a los entrantes, pedimos dos una hojaldre con fua, y una foccacia con gambas, el primero muy bueno, acorde al local, el segundo, supremo, al igual que la carne, el postre lleva una "performance" incluida ya que te lo preparan enfrente tuyo, en nuestro caso un tiramisú, que no voy a espoilear porque lo tienes que degustar. En cuanto a la lencería, pues las mesas son de buena calidad pero no van vestidas, cosa en en otros lugares desluce, pero que en este entorno, no supone un demérito en absoluto. Las servilletas de tela excelente tacto. Sillas cómodas, no te sientes incómodo en ningún momento. Vino servido correctamente a su perfecta temperatura de servicio. En todo momento la gerencia está presente en sala, y el personal se nota que está bien formado. En cuanto a precio, es un local que está encuadrado en un rango razonable para la calidad que ofrece, situandolo en un rango del entorno de unos 70 euros por persona, pero que son muy bien invertidos. Para repetir sin dudar. Pero no puedo dejar de poner un "pero", no me gusta "dar coba" a los restauradores porque sí. Toda la opnión es sincera 100%. Mi "pero" es el acompañamiento de la carne. "patatas fritas?????????", sí, patatas fritas ordinarias, sin ninguna magia, y con aspecto de no ser cortadas en casa. Es mi único "pero" a toda la comida, cierto es que después de releer la carta se puede elegir acompañamiento, pero lo cierto es que cuando lo pedimos no nos lo indicaron y nos sorprendió. Es la única opción de mejora que puedo decir de este local. Sinceramente, creo que este local (siguiendo la huella de sus antecesores, y tras un tiempo largo cerrado), vuelve a elevar el nivel gastronómico de la zona. Enhorabuena...
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