Primera vez en este restaurante, se trata de un lugar acogedor en un pueblo tranquilo de la provincia de Jaén en el cual vas a poder hacer una parada gastronómica con unas garantías de éxito altísimas en esta primera visita hemos degustado las mejores croquetas de la provincia con diferencia, caseras pero de verdad no como en algunos sitios que dicen y no es así quizá con una ración te quedes con ganas de más están espectaculares, luego probamos un flamenquin casero también que me que me hizo recordar cuando salía con mi padre de pequeño a comer fuera de casa y los flamenquines se hacían en el bar donde los servían y no eran hechos industriales cosa que llevaba mucho tiempo sin probar grande cortadito y tierno hecho con mucho gusto y buenísimo de sabor, luego en tercer lugar pedimos una sepia a la plancha la cual la ponen muy bien hecha, cortadita y limpia para degustarla cómodamente acompañada con un tomate cortado con sal con un sabor brutal a tomate cosas que aunque parezca una obviedad es difícil y por último un entrecot de ternera a la brasa al punto espectacular muy bien hecho y con mucho sabor acompañado de unas patatas riquísimas y unos pimientos del padrón para chuparse los dedos y para finalizar la comida un par de postres el primero una tarta de queso super cremosa con un sabor a queso brutal y unos frutos rojos frios salteados alrededor que cuando tomabas un pedazo mezclado con tarta y los frutos rojos explotaba en boca una sensación de placer que no querías que acabar y en último lugar una especie de pudin que le ponen un nombre especial de la casa que es puro espectáculo a cual mejor de los postres. Decir que estoy deseando volver a probar más de esa carta que tienen de carne por qué tiene pinta de estar todo brutal. Mi enhorabuena a la cocina de este local por el esmero en elaborar el producto y a la gerencia por tener un personal correcto, atento, agradable y profesional. Felicidades y gracias por la...
Read moreDesayunar, comer, cenar o simplemente echar un ratito con la familia o los amigos tapeando en su interior o en la terracita, incluido nuestra mascota, que es uno más de la familia, es algo inmejorable. No es una "experiencia gastronomica", lo digo desde el respeto que merecen ese tipo de restaurantes. En el Mesón Sebastián además del ambiente y trato familiar que recibes desde que llegas hasta que te marchas, la comida es buenísima, acorde a los precios, que podían superiores, si quisieran. El chef, o cocinero de toda la vida, es el hijo de Sebastián, el anfitrión y un currante más de su local, no para. Es un joven sobradamente preparado. Tiene una mano para la cocina que ya quisieran algunos televisivos y estrellados. Los platos llevan comida abundante, además de una excelente presentación con un toque personal muy especial. Perdón por extenderme tanto pero aún me dejo detalles por añadir aquí. Puede parecer que estoy "pagado" por hacer esta reseña, pero, sinceramente, nada más lejos de la verdad, que es la que aquí expongo. He estado allí sólo dos veces, ida y vuelta a Madrid, y a partir de ahora será mi Mesón de referencia en mi parada obligada para visitar a mi hija en la capital, donde he visitado muchos bares y restaurantes, pero como aquí en ninguno. Gracias a todo el personal del Mesón Sebastián por estar en Bailen, justo en el km que...
Read moreEstuvimos mi pareja y yo el dia 1 de noviembre, íbamos sin reserva, preguntamos tanto al camarero como al dueño si había sitio dentro, nos comentaron "no, esta todo reservado" había dos mesas en la calle, y nos sentamos. A continuación, llegaron varias familias, unas con reserva y otras dos sin ella, ya que las mismas familias dijeron que no tenían reserva, el cuál, el dueño les dijo "no hay sitio, está todo reservado, sentaros en la puerta" la mujer le contestó "fuera hace frío" (iban con un bebé) el dueño les dijo, "esperaros voy a mirar dentro (de un salón que tienen a parte)" casualmente había sitio, para dos personas y un carrito de bebé, y a continuación para otra familia (también sin reserva). Entre medias de esa conversación, no se había ido nadie de los que estaban comiendo dentro. Por lo que el sitio que había era el mismo que cuando nosotras llegamos. Mi conclusión, el dueño "hace sitio" a quién quiere. Pese a que la comida está rica, tenemos clarísimo (tanto mi pareja como yo) que no volveremos a ir más. El trato ese día fue discriminatorio, así nos sentimos.
**Usted como propietario y dueño, debería de habernos comunicado que se había quedado una mesa libre, y ya hubiéramos decidido si pasar dentro o no. No hace falta que me ponga...
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