Sidrería Saralegui — Restaurant in Barañain

La comida es bastante normalita. De primero, me pedí pastel de puerros. De segundo, una pieza de gorrín asado y de postre tarta de queso. Lo que más me gusto fue el segundo plato. Estaba exquisito con el calor justo al servirlo, la piel crujiente y un buen plato para llenarse. Por otro lado, si lo que os gustan son las ensaladas, tened en cuenta que en este sitio las aliñan con mucho vinagre. Yo estoy muy acostumbrado a comerlas con aceite, por eso no pedí ensalada aquí y la que llevaba mi primer plato no pude comérmela.

El sitio es muy concurrido porque tiene una parte del local con un barril enorme de sidra y un grifito, desde el cual puedes echarte tu mismo todos los vasos de sidra que quieras, de manera gratuita, siempre que comas en el local. Los camareros son muy amables y siempre serviciales.

Este restaurante se encuentra en un barrio de Pamplona, cerca del centro: Barañain. Por dentro, es de tamaño pequeño-mediano. Quizás por eso es tan acogedor. Nosotros estuvimos muy...

Nunca me habia pasado pagar menú sidrería y que a las pocas horas me entrará hambre... La comida estaba buena, sin embargo me parece que fue bastante escasa: dos platitos pequeños de chorizos para cada 6 personas, una ensalada muy buena eso si y por último de raciones dos pequeños platos de tortilla francesa. Ya pasábamos a la chuleta, deliciosa, pero sin sacar unas simples patatas con ella, las pedimos y tras preguntar después si iban a cobrarlas le decimos a la camarera que no las saque entonces y ya de ahí la camarera más joven paso de un trato simple y serio a directamente despreciante, en mi vida me habían "tirado" un plato de comida en la mesa con desprecio de mala manera. No es el menú más caro de sidreria pero tampoco ofrecen lo que cuesta. Ni por cantidad ni por trato. La sidra...

Después de trascurridos dos años y presionado por mi grupo de amigos, acepto celebrar nuestra fiesta en su casa, a pesar de la mala atención recibida de entonces. Trato de olvidar aquel mal rato y después de reconocernos mutuamente y llegado a los postres compruebo que habéis cambiado de muy mal a solo mal, pues de diez comensales se olvidan solo de mi postre siendo testigo de escribirlo en la comanda. Lo reclamo claro que si y al cabo de un rato y cuando mis amigos lo habían terminado me traen mi arroz con leche, pero que horror me lo como sin rechistar no sea que empecemos con malas caras y gestos raros; porque digo horror "jamas he comido un arroz con leche caliente" , así que no digo nada por no molestar. No comento que en una sidrería a mitad de la comida no funcione la...