Lugar acogedor, tienen un parking gratuito, fuimos a comer 7 personas, y tienen una gran variedad de comida, sin embargo a pesar que ya hemos ido en varias oportunidades hemos tenido la mala suerte que nos ha atendido una señora rubia en varias ocasiones y creo que es de las camareras más antipáticas que he visto y me he topado, siendo yo camarero o comensal. El resto de camareros lo hicieron muy bien, tanto una chica morena que estaba en café y salía a llevar platos, como los otros dos camareros un señor con barba y un chico moreno. Buen servicio por ellos.
Por otra parte la comida estaba bastante bien de sabor, incluso algunos platos muy bien emplatado, de primero pedí el gazpacho estaba bien, de Segundo pedí el Ragú de ternera y la verdad estaba bien de sabor pero el emplatado fue un poco nefasto desde mi punto de vista (adjunto foto), plato sucio y todo tirado encima. De postre la tarta de galleta, que obviamente no es casera, pero bueno en un menú no lo suelen ser, sin embargo se ahorrarían dinero si lo hiciesen casero, y ofrecerían un mejor postre.
Alguno de mis acompañantes pidieron la ensalada rusa, me dieron a probar y me estaba estupenda, os la recomiendo!!!
Respuesta: totalmente cada uno es como es, y uno va a los restaurante para que te den un buen servicio, si la chica no está capacitada para el trato al público no es mi culpa, para que ella venga a tratarme antipáticamente. Cada uno es como es, pero no todos los trabajos son para como uno es. Si quieres trabajar de algo debes cambiar (para mejor obviamente) o buscar otro tipo de trabajo, en este caso algo que no tenga atención...
Read moreNos recomendaron el sitio, pero la experiencia no nos gusto. Fue la siguiente, no dieron a elegir la opción de menú o carta, nos enteramos porque se lo dijeron en la mesa de al lado. Las cantidades del menú son enormes, la ensaladilla estaba buenísima, pero las patatas fritas y el churrasco malísimo no tenía sabor, ni sal y no me gusta la comida con mucha sal. El entrecot, no preguntaron el punto de la carne, lo hicieron pasado y estaba durísimo. Nos pusieron en la planta arriba, nos quedamos sin pan y bebida y nos tocaba bajar, para avisar y que nos lo pusieran. El pulpo, la ración pequeña. Las almejas, la salsa estaba buenísima y picante, como nos sobró salsa y almejas y no teníamos pan para mojar. Baje para pedir más pan, pero cuando me descuide, nos había quitado el plato con las almejas y con la salsa y no pudimos mojar el pan.
La camarera muy bien, pero el camarero unas confianzas y unas formas despectivas " a ver la especialita que quiere" y le dijimos que no sabíamos que había carta y nos dio por tontos, que si que lo había dicho y tonta no soy. Baje a pedir más y me dijo sube que ahora voy, que hay mucha gente abajo y no damos. Yo no tengo la culpa de que me pusieran arriba.
La tarta Red Velvet, si que me encantó, me sorprendió que entre las capas la nata fuera de frutas del bosque.
Como sobró carne, lo pedimos para llevar y te cobran 1.50€ por dártelo.
Si quieres comer con cantidad, ves ahí, pero por la calidad, el precio y el trato no compensa.
De normal hago fotos, porque me gusta, recordar los sitios pero me dejó tan en shock que no...
Read moreEn un rincón donde la tradición se entrelaza con la naturaleza, se encuentra el Restaurante 1801, una joya arquitectónica que cautiva desde el primer vistazo. Su imponente estructura de piedra y construcción natural crea un ambiente único y acogedor, perfecto para cualquier ocasión. Al entrar, te reciben amplios comedores, diseñados para albergar a un gran número de comensales sin perder esa sensación de calidez y comodidad. Mi visita fue un verdadero acierto. Opté por el menú del día y quedé gratamente sorprendido. El pulpo a feira fue una auténtica delicia, con una textura y un sabor que demuestran un manejo magistral de la materia prima. Pero la verdadera estrella del banquete fue la carne o caldeiro, sencillamente inmejorable: tierna, jugosa y con un sabor casero que evoca los mejores recuerdos. La comida es no solo sabrosa, sino también generosa. Las porciones son abundantes, garantizando que nadie se quede con hambre. A esto se le suma el personal, extremadamente amable y atento, que hace que la experiencia sea aún más placentera. Además, el restaurante cuenta con una gran ventaja: su amplio aparcamiento, lo que facilita enormemente la visita. El Restaurante 1801 es, sin lugar a dudas, un lugar recomendable para quienes buscan disfrutar de la cocina tradicional en un entorno singular. La combinación de su impresionante arquitectura, la calidad de su comida y la calidez de su servicio lo convierten en un destino culinario que merece la pena visitar. (Me ha quedado la foto de la carne o caldeiro, cosas...
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