Pocas veces he salido de un restaurante con una mezcla tan marcada de indignación y estupefacción. Desde el primer momento, la experiencia fue una sucesión de errores que rozan lo inaceptable, incluso para un establecimiento de categoría media —y ni hablar si pretenden aspirar a algo más.
Comencemos por los precios, absolutamente desproporcionados para lo que se ofrece. Platos que, por presentación y tamaño, más bien parecían muestras de degustación, se facturan como si fueran especialidades de autor con ingredientes exclusivos traídos del otro lado del mundo. Pagar más de 20 euros por una ración que cabe literalmente en una cuchara no solo es un insulto, es una burla al comensal.
En cuanto al servicio, nefasto sería quedarme corto. Malas caras, lentitud desesperante, y una falta de profesionalidad tan evidente que uno duda si realmente están interesados en atender al cliente o simplemente están deseando que te vayas. Pedimos varias veces agua, que no llegó hasta bien entrado el segundo plato. Las explicaciones del menú fueron vagas, y cualquier intento de consulta se recibía con desgana o indiferencia.
Respecto a los platos, el sabor no justifica en absoluto ni el precio ni el prestigio que intentan proyectar. Técnicamente mediocres, sin alma ni identidad. Todo parece más pensado para la foto de Instagram que para disfrutar en boca. Ni un solo bocado memorable, y eso, en un restaurante, es un pecado capital.
¿Volver? Ni de broma. ¿Recomendar? En absoluto. Si buscas tirar tu dinero y salir con hambre, este es el sitio ideal. Para cualquier otro ser humano con algo de sentido común y aprecio por la gastronomía, hay muchas mejores opciones donde se respeta al cliente, al paladar y al bolsillo.
Un...
Read moreNo creo que vuelva. Hemos venido con tres niños y la zona infantil es la mínima expresión. Un restaurante con zona infantil (una alfombra) y los camareros todo el rato mirándonos con condescendencia, cuchicheando y despachándonos bien rápido, con prisa porque nos fuéramos. La comida bien pero el trato pésimo, sobre todo hacia los niños. Si no les gustan que no pongan zona infantil y no se oferten como “ideal para niños”..
Sobre vuestra respuesta: En ningún momento al reservar nos dijisteis que tenías dos turnos de mesa.
Los niños en la zona de paso porque tenéis la zona infantil delante de la barra de camareros y de camino a los baños.
Que los camareros critiquen a los comensales en horario de trabajo me parece de una profesionalidad nefasta, además de una muy mala educación. Lo escuchamos todos.
Y para acabar, con nosotros no tuvisteis ningún problema porque no quisimos entrar en líos, pero que sea la última vez que cogéis a un niño sin permiso de los padres (no contestes que es porque iba descalzo porque yo, su madre, iba justo a ponerle los zapatos que se había quitado cuando una camarera lo cogió de malas maneras y lo soltó en la zona infantil). No os anuncies como restaurante familiar cuando os molesta la presencia de niños. Solo hay que ver el espacio que le tenéis dedicado y el sitio donde lo tenéis situado. Una alfombra en pleno pasillo, al paso de los camareros.
Espero que al menos esta reseña os ayude a mejorar la zona infantil o a plantearos si queréis un restaurante ideal para...
Read moreFuimos a cenar el sábado allí y la verdad que la experiencia en general no fue muy buena. La comida en general es muy normalita y con precios excesivamente caros. La pizza rondaba de precio entre los 12/16 euros (cuando en otros sitios con características similares suelen estar entre 8/10, como mucho) y era una masa fina que parecía papel y que posiblemente fuese congelada, además de ser muy pequeña. La trufa que llevaba era inexistente, ya que era un aceite con muy poco sabor. El colmo fue el postre de Ferrero, minúsculo y encima estaba malo, como si estuviera rancio o pasado. Lo dijimos y salieron a decir que el postre llevaba coñac, cosa que en ningún momento lo ponía en carta ni nos avisaron de ello (mal su parte ya que puede haber gente que no pueda tomar alcohol o hayan niños que se tomen ese postre). Nos pareció un poco excusa que dijesen que llevaba coñac, ya que realmente estaba incomible. Nos lo cobraron y no se disculparon en ningún momento. Para finalizar pedimos varios de nosotros café con baileys y muchos nos tuvimos que quedar sin tomarnoslo porque se les acabó. La broma de la cena al final fueron 28 euros. El resumen es que es un restaurante caro y muy pretencioso: un...
Read more