Gastro Botànic & Co. - Casa Padró — Restaurant in Bràfim

Nuevo descubrimiento!

A mi mujer y a mi nos encantó el vino Ipsis Chardonnay de la casa Padró y al buscar la tienda, nos llevamos esta gran sorpresa!

El Restaurante está en la primera planta de una Masia rehabilitada con una zona de jardín y vermouth que invita a tomar algo antes de comer. Una vez arriba el espacio es como una especie de terraza interior bien acristalada y tapada del sol, la comodidad y tranquilidad del lugar junto con las vistas es muy buena, puedes disfrutar de una gran momento con la familia.

El servicio es genial, muy atento, en nuestro caso íbamos con niños y se preocuparon de la sillita para ambos, tenedores pequeños, ... tuvieron muy buenos detalles.

La comida, solo puedo comentar por el menú entre semana, aunque en próxima ocasiones esperamos probar más cosas. Se trata de un menú de 20 euros:

Aperitivo de bienvenida unas olivillas con patatas de bolsa.

Primeros platos, trinxat de la Cerdanya con una ejecución diferente muy bien de sabor, pero algo justo de cantidad (me hubiera comido otra vez el mismo plato). En cambio la ensalada con bacalo estaba muy buena y la ración era más grande.

Los segundos, muy buenos llobarro i llonganiza, como también el menú infantil de los niños macarrones + pollo por 16€.

En definitiva es una opción muy buena para relajarse con un vermouth inicial una buena comida y unos cafés en su terraza.

Como único punto a tener en cuenta, el sitio está en el pueblo por lo que no se puede aparcar (normalmente) cerca, pero se compensa con un paseo por las callejuelas para ir...

Tuvimos que subir el carrito de bebé por las escaleras ya que no vimos ninguna señal de ascensor y no había nadie del personal abajo para indicarnos que fuera del restaurante había acceso al elevador y nos habríamos ahorrado sudores.

Cuando llegamos arriba un camarero nos hacía pasar sin preguntar nada sobre la reserva, yo tenia previsto indicar que había reservado con código de cheque regalo para dos, el chico insistió mucho en que ya tenia ahí delante nuestra reserva y que ya podíamos pasar, entendí que allí le aparecería lo del cheque regalo para dos. Pues bien, a la hora de pagar solo nos descuenta un cubierto vez de dos, le pido amablemente al camarero que debían ser dos cubiertos ya que el cheque regalo era para dos, y su respuesta fue que se lo tendría que haber dicho antes, le explique la situación de la entrada, con él mismo haciéndonos pasar, teniendo nuestra reserva y entendiendo que debían tener el código regalo en el sistema junto con nuestra reserva, pero él solo repetía el mantra de que debía habérselo dicho antes, le espeté que no estaba allí para que alguien me riñera, por algo que es su trabajo y no el mio. Corrigieron el error y el camarero luego se disculpó, pero lo que debería haber hecho es decir “disculpe, ahora lo corregimos” desde un inicio, y no reñir a un cliente por algo que es su trabajo, y repito, en la reserva debió aparecer lo del cheque, sino no hubiera descontado ni un cubierto. Todos cometemos errores, es normal, pero hay que saber ser más humilde y no culpar a los demás y menos...

Fuimos al restaurante Casa Padró tras disfrutar de una buena degustación en la Vermutería Padró, lo que nos animó a probar el menú de 45 € que ofrecían. Por desgracia, la experiencia fue muy decepcionante.

Los entrantes comenzaron con una vichyssoise que, aunque correcta, no destacaba especialmente, decorada con unos pequeños chips. El segundo entrante, champiñones con foie, fue claramente un error de combinación: los champiñones estaban aceitosos, enmascaraban completamente el sabor del foie y la mezcla no resultaba nada armoniosa.

La mayor decepción llegó con el plato principal: un arroz de marisco que distaba mucho de lo esperado. Se nos sirvió un arroz tostado, seco, con tomate y sin ningún tipo de marisco salvo tres mejillones puestos por encima, sin sabor a marisco en el propio arroz. Algo totalmente inaceptable en un menú de este precio y categoría.

Al manifestar nuestro descontento, nos ofrecieron cambiar el plato, pero después de semejante decepción preferi no seguir comiendo .Finalmente, accedieron a cobrarnos solo la mitad de mi menú y la cocinera salió a disculparse, explicando que el problema se debía a un aceite rancio, lo cual solo confirma el pobre control de calidad en la cocina.

Sinceramente, salimos muy decepcionados de un restaurante del que esperábamos mucho más. Por nuestra experiencia, difícilmente podemos...