I ate lunch at this restaurant many years ago, I was the only customer at the time. The food was excellent, as was the atmosphere and the kind hospitality of the owner. I told the chef at the time that he could be at one of the finest restaurants in Madrid (he didn't believe me). I am glad to see it has maintained its beauty and its quality over the years. Worth a trip to Briviesca (a charming town) just...
Read moreEste lugar es completamente surrealista. Al llegar el camarero nos atendió en francés, pese a que evidentemente éramos españoles y le hablábamos en español. Sería compresible si el fuese francés pero también era español como demostró cuando atendió en español a la mesa de al lado. Afortunadamente estudie francés en el instituto y pudimos entendernos durante la cena. La comida nefasta, pedí unos caracoles al natural y me trajeron unos caracoles vivos con baba y todo. Mi compañera pidió una ensalada cesar, cual fue nuestra sorpresa cuando la ensalada era cuatro hijas de lechuga con pasta de letras que decís "cesar" y un chorreon de alguna salsa blanca que no fui capaz de identificar. Los postres estaban bien, las natillas mejores que las de mi abuela y eso es decir mucho. Por algún motivo cuando nos trajeron la cuenta nos obligaron a firmar un montón de papeleo, algún tipo de formalismo administrativo-culinario que jamás había visto, pero había un notario así que supongo que todo era legal y correcto. Finalmente le doy solo una estrella porque no me quisieron invitar a un chupito al final porque decían que los pelirrojos no podemos beber alcohol en su restaurante. Pues te fastifidas que me bebí una litrona que llevaba de...
Read moreTodo comenzó bien. Camarera simpática que nos trae una carta con menú con primer plato, segundo, postre, vino y agua por 20 € en fin de semana (menos de quince en semana). Éramos dos adultos y una adolescente. Para comer, dos sopas de pescado y un gazpacho para comenzar. De segundo, dos sepias al ajillo y un jabalí al vino tinto. No tomamos postre, solamente dos cafés. De beber, dos cervezas, dos copas de vino blanco y un zumo de naranja. ¿ Por qué una nota tan baja entonces ? Pues simplemente porque, al pagar, la camarera nos anuncia... ¡ casi 75 € ! Me explicó como pudo (mal...) que la bebida no entraba en el menú (a pesar de que así aparecía en la carta que nos presentó...) No soy de los que se queja por pagar una comida a su justo valor pero, cuando la falta de transparencia significa recibir sorpresas de este tipo, me digo que así se le falta el respeto al cliente. Paso mucho por esta zona pero está clarísimo que no me desviaré nunca más de mi trayecto para ir a comer...
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